Si dices una mentira suficientemente grande, la gente va a prestar atención. Si sigues diciendo mentiras una y otra vez, nadie volverá a escucharte jamás, aún cuando digas la verdad.

Hacer ruido y llamar la atención es bastante sencillo. Pero si no logras actuar o inspirar cuando la atención se ha centrado en ti, volver a lograr concentrar ni un poquito de atención se vuelve mucho más complicado.

Puedes abrirte camino siendo un matón. Pero lo que logres de esa manera jamás cumplimentará los deseos profundos que guardas en tu corazón.

Recorriendo el camino de tu vida sin tener consideración por los demás, atravesarás una existencia fría y vacía. Eso, obviamente, no es lo que deseas, ¿verdad?

Cuando sientas la imperiosa necesidad de aprovecharte de los demás, hasta de manera aparentemente insignificante, recuerda esto. En última instancia, perderás más de lo que ganarás.

Para animarte de verdad, vive honestamente, con integridad, respeto, calma, humildad y grandeza. De esa manera, tus logros serán logros de verdad que aportarán valor, a todo lo que existe en tu vida y en tu mundo.

— Gabriel Sandler