Muchos relatos existen sobre los duendes, si son buenos, o malos;
o si son traviesos o mágicos.
Sea el país que lo cuente, hay relatos que nos cuentan muchos expertos
y personas que tuvieron experiencias asombrosas.
Para empezar, se dice que ellos se originan gracias a la mitología pagana germánica
(que aún vive en el folclore Europeo del norte)
de la cual llegan a ser criaturas míticas.
Otros dicen que pertenecen a la mitología Nórdica
y que fueron originalmente dioses de la naturaleza y la fertilidad pero, de menor importancia.
Otro relato dice que ellos fueron ángeles que cayeron del cielo durante el destierro de Lucifer.
Uno más nos dice que eran la personificación de los rayos y truenos.
Se describe a un Duende como hombres muy pequeños
y mujeres de gran belleza que viven en los bosques u otros lugares subterraneos (fuentes o pozos).
Algunas culturas los han retratado como seres inmortales o longevos de gran poder mágico.
Sus cualidades y curiosidades han inspirado grandes obras
y películas fantásticas como personajes cruciales.
Un Duende tiene carácter como la de un niño,
pero goza de gran sabiduría y conocimiento de las cosas.
No deben ser subestimados en especial, si son pícaros o traviesos.
Hay quienes han podido ver a estos personajes cerca de los ríos o pozas.
Ellos cuentan que si una persona anda sola por sus dominios,
puede ser víctima de sus encantos en especial,
cuando son niños los cuales los atraen para así perderlos y los adoptan.
Pese a estar cómodos en su hogar cerca de un río,
también pueden dejarlo y llegar hasta una casa donde pueden sentirse muy a gusto y hacer sus travesuras.
Si en esa casa habitan muchos duendes,
sus travesuras son más intensas y romper cosas muy a menudo;
afortunadamente pueden ser retirados con el correcto método.