Ruego a Dios de modo particular
que ese sentimiento permanezca
por siempre en los corazones de todos,
para que se disminuya tantas guerras, odios,
violencias entre la sociedad y lo que es peor
aun entre nuestras familias, que todos sintamos
el espíritu de amor y servicio experimentados por
los pastores, y reyes cuando tuvieron
la grandeza de visitar personalmente al niño.