Tristemente la Navidad,
se ha convertido en una celebración
donde Jesús quien es el protagonista no ha sido invitado,
se tienen las fiestas, se tiene la novena,
se tienen los regalos,
pero lo que cada vez menos se tiene es al
Señor de la Navidad.
Las calles se llenan de luces,
sin embargo aquel que dijo
“yo soy la luz del mundo” esta ausente.
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