Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Cristo La Roca
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 Enciclopedia Biblica 
 Santa Biblia 
 Diccionario Biblico 
 Nuestras reglas 
 Radio y Televisión 
 Los nombres de Dios 
 Algunos... por qué? 
 10 Razones para creer 
 Mujees de la Biblia 
 Como ser salvo 
 En qué creemos? 
 Teófilo 
 ALABANZAS CRISTIANA 
 
 
  Herramientas
 
General: Ensayo en el discernimiento del Evangelio segùn san Mateo cap. 27
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Hermano Cristiano  (Mensaje original) Enviado: 15/04/2014 18:02

Ensayo en el discernimiento del Evangelio según san Mateo.

Cap. 27: del v1 al v10

Cuando hemos aceptado todo lo que Dios está permitiendo, nuevamente el Tentador tratará de muchas maneras que regresemos a donde estamos tratando de salir, pero si nos mantenemos firmes hasta el fin nos salvaremos. Pero todos aquellos que han sacado provecho de su posición religiosa, se llegará el tiempo en que ya no les será aceptado su arrepentimiento para recuperar lo que ya no será posible recuperar. Y aunque regresen lo obtenido de ese comerciar con la Enseñanza que Jesús nos comparte, no les será tomado en cuenta porque todo eso fue a precio de sangre y sólo servirá para comprar campos para enterrar a los muertos que menospreciaron la Palabra de Dios confiada a Jesús, cumpliéndose así, lo que dice la Escritura.

Cap. 27: del v11 al v26

El tentador tratará de usar la condición tradicional del hombre para que desista de lo que está a punto de lograr, haciéndole sentir que estará indefenso si continúa adelante, y también a quienes no han cimentado su fe en Jesús porque no han reflexionado ni meditado convenientemente en su enseñanza. A todos estos se les preguntará: ¿A quién quieren liberar, al hombre nuevo en su condición espiritual, o al hombre viejo tradicional y materialista? Y quienes no han cimentado su conocimiento en Jesús porque han seguido siendo motivados a continuar obedeciendo normas, enseñanzas y mandatos de hombre en el Nombre de Jesús, será como si estuvieran pidiendo a gritos, que el que permanezca en ellos sea el hombre viejo con el cual siempre se han identificado.

Así como vemos la disposición de Jesús para obedecer al Padre aún a costa de sufrir humillaciones y vejaciones para cumplir con el propósito para el cual fue enviado, ahora nosotros deberemos estar preparados y decididos para lo que Jesús nos ha encomendado y sea cumplido en nosotros porque para eso fuimos escogidos.

Cap. 27: del v27 al v34

Así de manera semejante, y guardando las distancias correspondientes, irá sucediendo con todos los que están tratando de ser fieles a Jesucristo y su enseñanza guardándola y enseñándola a cumplir como la voluntad de Dios conforme a la esencia espiritual que la reflexión y meditación en ella nos va proporcionando, lo que causará la burla de quienes siguen teniendo fidelidad al hombre en las cosas de Dios, y nos colocarán el manto que representa lo material sobre nuestras espaldas, pero, al resistir esas burlas y maltratos, ellos mismos estarán coronando ese sufrimiento y dolor causado por el renacer a la vida espiritual en Jesús.

Y así, como nosotros fuimos obligados a cargar con la cruz de Jesús antes de creer con la certeza y la convicción de que es verdad lo que las Sagradas Escrituras dicen de él, muchos también han sido obligados a cargar con su cruz en forma incorrecta, pues se han seguido normas, enseñanzas y mandatos de hombre, en lugar de guardar y enseñar a cumplir con fidelidad y obediencia la Palabra de Dios confiada a Jesús.

Meditemos un poco sobre el significado espiritual de cuando a Jesús se le dio a beber el vino mezclado con hiel, pero que él, al probarlo, no quiso tomarlo.

Sabemos que el vino nuevo, es el sabor dulce y exquisito del año de la gracia del perdón de Dios para el hombre, contenido éste, en la enseñanza que Jesús nos comparte. Y el sabor recio de la hiel, es el sabor amargo de la Ley impositiva que Dios le dio a Moisés para someter al hombre a su voluntad, o cualquier otra doctrina contraria a la gracia del perdón y el amor incondicional del Padre para el hombre.

Como Jesús, tendremos que probar ese vino dulce adulterado con hiel, pero debemos negarnos a beberlo, porque sabemos que el vino que deberemos tomar es el vino nuevo y excelente que la doctrina de Jesús contiene, la cual deberemos guardar y enseñar a cumplir con fidelidad para que conserve ese sabor rico y noble del perdón y del amor incondicional de Dios para sus hijos obedientes a su voluntad.

Cap. 27: del v35 al v50

Como podemos apreciar, no faltarán personas que por la fe en Jesús de sus creyentes, se quieran repartir el ropaje material del que ya se han estado despojando, y otros, los insultarán y retarán a demostrar que Dios está con ellos para ser liberados de los sufrimientos y angustias que en esos momentos estén padeciendo. Pero, los fieles creyentes de Jesús, saben lo que otros solamente se imaginan, es decir: que todo lo que sucede en sus vidas tiene un tiempo, un orden y un propósito para aceptar y recibir la voluntad de Dios, y que a pesar de que en momentos se sientan abandonados por él, deberán seguir resistiéndose a beber vino adulterado que hace que el hombre quiera seguir haciendo las cosas como cree que está bien, y a escuchar y aceptar consejos de sabiduría humana que le hace dudar, sin darse cuenta cabal de ello que el amor, la misericordia, la Sabiduría y el poder de Dios florecerán en sus vidas cuando por fin, el hombre, entregue su ser a la Trinidad de Dios para que Jesús ocupe el trono en el centro de su vida, y así, las promesas que Dios hace al hombre fiel y obediente de su Palabra depositada en Jesús, sean cumplidas a plenitud.

Cap. 27: del v51 al v56

En el instante en que ofrendemos nuestra alma a Dios, y en nuestra mente exista sin lugar a dudas el conocimiento de que Jesucristo es su Hijo Unigénito y por lo consiguiente Nuestro Señor y Salvador personal y suficiente, en ese preciso momento, la cortina del santuario que el hombre ha construido con todo el conocimiento de sabiduría humana que lo ha limitado para entrar en la presencia de Dios, será rasgado de arriba a abajo para separar lo material de lo espiritual, enseñanza que se encuentra en la Palabra de Dios encomendada a Jesús para ser transmitida al hombre.

En esos momentos nuestros pies serán conmovidos con temblor pues dejarán de estar plantados en tierra material, para ser trasplantados sobre tierra espiritual, donde las rocas formadas con todo conocimiento tradicionalmente materialista que nos ha proporcionado sabiduría humana, serán partidas, para que surja de esa sabiduría, la esencia espiritual de todo conocimiento en la tierra y en el Cielo, y cuando eso suceda, el hombre incrédulo de la Palabra de Jesús, sentirá temor y dirá: verdaderamente Jesús era el Hijo de Dios.

No debemos hacer de lado el amor ágape e incondicional de Dios sobre el hombre en la presencia de María, madre de Jesús en su condición de ser el Hijo del Hombre, y también en todas las mujeres que siguen a Jesús, para servirlo como verdaderos ángeles.

Cap. 27: del v57 al v61

Pobres y ricos, hombres y mujeres sin importar color o religión, después de crucificar su condición tradicional para poder resucitar a su esencia espiritual, los ángeles bajarán su cuerpo despojado de la vestimenta tradicionalmente materialista que los acompañó hasta esos momentos, y serán cubiertos por el manto nuevo y blanco de la obediencia fiel a la Enseñanza de Jesús, que es Palabra de Dios, para ser depositados en este mundo en el orden y propósito de Dios, bajo la mirada amorosa del Espíritu Santo a través de María como la madre del Hijo del Hombre.

Cap. 27: del v62 al v66

Quien no haya entendido el orden y el propósito de Dios en la encomienda que depositó en Jesús, mucho menos entenderá la encomienda que Jesús ha depositado en el hombre a través de su enseñanza y serán confundidos y muchos hasta lo negarán a través de la ignorancia de la voluntad de Dios, con lo cual lo estarán llamando mentiroso. Y estos tacharán de mentirosos y farsantes a quienes quieren guardar y enseñar a cumplir fielmente la Palabra de Dios dada a Jesús para comunicársela al hombre, y estarán atentos a cualquier incongruencia que se pudiera dar, para proclamar que ellos tenían razón en sus declaraciones. Pero no encontrarán nada de eso, lo cual no impedirá que sigan en ellas para que quienes les presten atención sean convertidos en sus cómplices.



Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados