LA ESCUELA DE DIOS
Dios mantiene una escuela muy costosa. Muchas de sus lecciones se deletrean por medio de lágrimas. Richard Baxter dijo, "Oh, Dios, te doy gracias por una disciplina corporal de cincuenta y ocho años;" y no es él, el único hombre que ha convertido una dificultad en triunfo.
Esta escuela de nuestro Padre Celestial se cerrará muy pronto para nosotros; el curso va acortándose cada día. No huyamos a ninguna lección por muy dura que sea, ni retrocedamos por temor a cualquier clase de castigo. Lo más valioso ha de ser la corona, y lo más grato el Cielo, si perseveramos alegremente hasta el fin y nos graduamos para la gloria.
DIOS TE BENDIGA