CRISTO Y SU PRONTO REGRESO APOCAÑIPSIS 19: 11
Entonces vi el cielo abierto, y había un caballo blanco: el que lo monta se llama «Fiel» y «Veraz»; y juzga y combate con justicia.
12 Sus ojos, llama de fuego; sobre su cabeza, muchas diademas; lleva escrito un nombre que sólo él conoce;
13 viste un manto empapado en sangre y su nombre es: La Palabra de Dios.
14 Y los ejércitos del cielo, vestidos de lino blanco puro, le seguían sobre caballos blancos.
15 De su boca sale una espada afilada para herir con ella a los paganos; él los regirá con cetro de hierro; él pisa el lagar del vino de la furiosa cólera de Dios, el Todopoderoso.
16 Lleva escrito un nombre en su manto y en su muslo: Rey de Reyes y Señor de Señores.Cristo viene en las nubes y con grande gloria. Una muchedumbre de ángeles resplandecientes le servirá. Vendrá para resucitar a los muertos y para transformar a los santos que estén vivos y darles gloria. CNS 164.5
Vendrá para dar honra a los que le hayan amado y que hayan guardado sus mandamientos, y los llevará consigo. No se ha olvidado de ellos ni de su promesa. CNS 164.6
Ha de reanudarse la cadena de la familia. Cuando pensamos en nuestros amados que han muerto, pensamos también en la mañana en que la trompeta de Dios ha de resonar, y en que “los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos mudados.” 1 Corintios 15:52. CNS 164.7
Ese tiempo está cerca. Aún un poco más, y veremos al Rey en su belleza. Aún un poco más, y él enjugará toda lágrima de nuestros ojos. Aún un poco más, y nos presentará “irreprensibles delante de la presencia de su gloria con gozo extremado.” Judas 24. CNS 165.1
Por lo tanto, al darnos él las señales de su venida, dijo: “Mas en comenzando a suceder estas cosas, erguíos y alzad vuestras cabezas; porque vuestra redención se va acercando.
Apocalipsis (de Juan) 19-> Ver. 11
[V.11-> Abierto. El cielo estaba abierto cuando la atención de Juan fue dirigida hacia él, permaneció abierto. Cf. Ap 4:1; Ap 11:19; Ap 15:5. Se ve a Cristo acompañado por los ejércitos celestiales (Ap 19:14) y descendiendo de los cielos como Rey de reyes (Ap 19:16) con poder y majestad para liberar a su pueblo fiel de aquellos que estarán resueltos a destruirá (cf. CS 698-699). La escena descrita en los Ap 19:11-21 es la culminación de “la batalla d aquel gran día del Dios Todopoderoso”, que a menudo es llamada la batalla del Armagedón (ver com. Ap 16:12-19; cf. 6T 406). He aquí. Cf. com. Ap 21:5. Caballo blanco. Los caballos se usaban en los tiempos bíblicos casi exclusivamente para la guerra o las actividades de gobierno. Cuando el caballo se usa simbólicamente en la Biblia, como aquí, generalmente simboliza guerra (cf. Exo 15:21; Isa 43:17; Jer 8:6; Eze 38:15; Zac 10:3; Ap 14:20; ver com. Ap 6:2). El blanco simboliza la santidad de carácter (ver com. Ap 3:4; Ap 6:2; Ap 7:14). Los caballos blancos siempre han sido preferido por los reyes y jefes militares. Cristo ha recibido el derecho de gobernar esta tierra com Rey de reyes (ver com. Ap 19:1; Ap 19:7), y ahora simbólicamente aparece como un guerrero que cabalga vencedor sobre un hermoso caballo blanco, que para ocupar su dominio legítimo y acompañar a su pueblo fiel a su regreso de la “cena de las bodas” (Ap 19:9; ver com. Ap 11:15). Cf. Isa 63:1-6. Fiel y Verdadero. Debe recordarse que en la Biblia los nombres describen el carácter (ver com. Hch 3:16), y que por lo tanto lo nombres que aquí se le atribuyen a Cristo lo representan específicamente en su papel de paladín de su pueblo perseguido. Hay cuatro declaraciones en cuanto al nombre de Cristo en relación con la batalla de Ap 19:11-21. 1. Se lo llama a Cristo “Fiel y Verdadero” (Ap 19:11) porque ahora aparece, según su promesa (Jn 14:1-3), para liberar a los suyos. A ellos les ha parecido que ha demorado su venida (ver com. Ap 16:15), pero 1º han “esperado”, y ahora aparece con el propósito de salvarlos (Isa 25:9; cf. Ap 16:17). 2.El “nombre escrito que ninguno conoció sino él mismo” (Ap 19:12) representa su función desconocida hasta este momento, pero ahora aparece desempeñándola como el vengador de su pueblo (ver com. Ap 16:1). En el desempeño de esta “extraña obra” (Isa 28:21) actúa en un papel nuevo tanto para los hombres como para los ángeles. 3.Pero como el vengador y libertador d su pueblo, es todavía “el Verbo de Dios” (Ap 19:13). Es “el Verbo de Dios” en acción para cumplir la voluntad del Padre en la tierra; ahora en castigo, como anteriormente e1 fue en misericordia (ver com. Jn 1:1-3 Ap 19:15). 4.El título “Rey de reyes y Señor de señores” (Ap 19:16) se aplicará en ese tiempo, de sentido especial, a Cristo (ver com. Ap 17:14). Todo poder ha sido entregado en su manos (1Co 15:25). Satanás aspiró egoísta mente a la suprema posición que había sido reservada para Cristo como Hijo de Dios (Isa 14:12-14; Ap 12:7-9; PP 14); pero e Redentor, que no consideró como usurpación ser igual a Dios, voluntariamente dejó un lado por un tiempo el ejercicio pleno de los atributos y las prerrogativas de la Deidad (ver t. V, p. 895; com. Fil 2:6-8), y así demostró ser digno de recibir el honor y la jerarquía 887 implícita en el título “Rey de reyes y Señor de señores”. Con justicia. Su causa es completamente justa (ver com. Ap 15:3; Ap 16:5). Los gobernantes de la tierra han reñido guerras a través de la historia por motivos egoístas y para lograr un engrandecimiento personal o nacional. Cf. Isa 11:1-5. Juzga y pelea. Ejecuta el juicio al librar la batalla. Esta guerra es contra las fuerzas políticas y militares de la tierra, las cuales se habían reunido para destruir a los siervos fieles de Dios (ver com. Ap 13:15; Ap 16:13-14; Ap 16:16-17). ]
Apocalipsis (de Juan) 19-> Ver. 12
[V.12-> Sus ojos. Ver com. Ap 1:14. A medida que Cristo, el gran paladín de la justicia eterna, avanza, no hay nada que escape a su observación. Diademas. Gr. diád’ma (ver com. Ap 12:3). La diád’ma nunca se refiere a la recompensa de los santos. Siempre se aplica a la corona de la realeza. Además de las muchas coronas reales que Cristo recibe como Rey de reyes, también lleva la guirnalda de la victoria, el stéfanos, pues también venció a Satanás (ver com. Ap 12:3; Ap 14:14). Un nombre. Ver com. Ap 19:11; cf. com. Ap 2:17. ]
Apocalipsis (de Juan) 19-> Ver. 13
[V.13-> Ropa. Gr. himátion (ver com. Mat 5:40), aquí tal vez la capa de un jinete o de un comandante militar. Teñida de sangre. Simbólicamente, por supuesto. Surge la pregunta: ¿De quién es la sangre que tiñe la ropa del jinete? Algunos han sugerido que es un símbolo de la sangre de Cristo derramado en la cruz, basándose en que no puede ser la de los impíos que, en este momento de la narración, aún no han sido muertos. Pero Cristo no aparece aquí como “un Cordero inmolado” (Ap 5:6) sitio como un guerrero victorioso. El notable parecido entre este pasaje y el de Isaías (Ap 63:1-6), sugiere que este texto es un cumplimiento de las palabras de este profeta. Su nombre. Ver com. Ap 19:11. EL VERBO DE DIOS. Ver com. Jn 1:1. Cristo, al ejecutar la justicia divina sobre los que persisten en su rebelión contra el gobierno del cielo, es tan ciertamente el “Verbo de Dios” como cuando vino a la tierra con su bondadoso ofrecimiento de misericordia divina; pero en ambas ocasiones su venida es una expresión de la voluntad divina. ]
Apocalipsis (de Juan) 19-> Ver. 14
[V.14-> Ejércitos. Es decir, las huestes angélicas que acompañan a Cristo en su segundo advenimiento(Mar 24:31; Mar 25:31). Ver com. Ap 17:14; cf. Mat 22:7. ]
Apocalipsis (de Juan) 19-> Ver. 15
[V.15-> De su boca. La espada es, sin duda, figurada. Por la palabra del Señor fueron llamados a la existencia la tierra y sus habitantes (Sal 33:6; Sal 33:9), y por la palabra de su boca concluye ahora esa existencia (Ap 19:20-21). Espada. Gr. romfáia (ver com. Ap 1:16), la gran arma de ataque que usaban los soldados de la antigüedad, en contraste con la májaira, la espada corta que se usaba para la defensa (ver com. Luc 22:36). Cf. Jer 46:10. Regirá. Gr. poimáinō, literalmente “pastorear” (ver com. Mat 2:6). La expresión “y él las regirá” puede traducirse: “es decir, las regirá”, porque herir y regir se refieren a la misma acción. Vara de hierro. Ver com. Ap 2:27; cf. Sal. 2-9; 110:1-2, 5-6. La vara de los pastores antiguos tenía una doble función. El gancho de un extremo servía para ayudar y guiar a las ovejas, mientras que el pesado casquillo del extremo opuesto -un refuerzo o anillo de metal para hacer más fuerte la vara- la convertía en un arma de ataque. Se usaba para proteger el rebaño, para rechazar y matar a las fieras que trataban de desparramar y destruir el ganado. Ahora ha llegado el momento para que el Buen Pastor use la “vara de hierro” contra las naciones y libere a su angustiada grey en la tierra. Este regir o herir las naciones con una vara de hierro equivale a su exterminio, no a su gobierno durante mil años, como algunos enseñan (ver la segunda Nota Adicional del cap. 20). Lagar. Ver com. Isa 63:3; Ap 14:19-20, donde se amplía el estudio de este símbolo,. Cf. Lam 1:15. Del vino del furor y de la ira. Más bien, “que es el furor de la ira”. Ver com. Ap 16:1. Todopoderoso. Ver com. Ap 1:8. Apocalipsis (de Juan) 19-> Ver. 16
[V.16-> Vestidura. Ver com. Ap 19:13. Y en su muslo. Mejor: “Es decir, en su muslo”. El nombre se vio escrito en la parte de su capa que cubría el muslo. Este nombre. Ver com. Ap 19:11. REY DE REYES. Ver com. Ap 17:14; cf. com. Ap 19:6. ] Pelearán NUEVO ORDEN MUNDIAL. se unirán en batalla CONTRA DIOS SU Pueblo . Con el mundo unido (ver com. Ap 16:12-16; Ap 17:13) bajo el liderazgo de la “bestia PAPADO ”, Ap 17:3; Ap 17:8; Ap 17:11, comienza ahora la etapa final de la prolongada guerra contra Cristo y su pueblo. Esta etapa del conflicto, denominada “la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso” (Ap 6:14), se describe más plenamente en el Ap 19:11-21 . Durante la sexta plaga se harán los preparativos para la batalla (ver com. Ap 16:12-16), que se librará durante la séptima plaga. El Cordero. Ver com. Ap 5:6. Los vencerá. El fiel pueblo de Dios, que ha sufrido durante tanto tiempo a manos de sus enemigos (Ap 6:9-11; Ap 12:13-17; Ap 13:7; Ap 13:15), será librado cuando el “Señor de señores y Rey de reyes” despliegue su brazo poderoso y saga a defender la causa de los suyos (ver com. Ap 11:15; Ap 11:17; Ap 18:20; Ap 19:2; Ap 19:11-21). Cristo intervendrá en el momento en que las fuerzas del mal lancen su ataque contra los santos, al comienzo de la séptima plaga (ver CS 693-694; com. Ap 16:17). Señor de señores. El título “Señor de señores y Rey de reyes” se usa en las Escrituras para referirse a Cristo cuando vuelva a la tierra para vencer a su huestes del mal y librar a su pueblo (1Ti 6:15; Ap 19:16; cf. Mat 25:31; Ap 1:5; Ap 1:17-14; CS 480-481, 671-672). Con. Gr. metá (ver com. Ap 17:1), que aquí significa “en la compañía de”. Llamados. O “invitados”; según el NT los que reciben la invitación para alcanzar la salvación eterna (ver com. Mat 22:3; Mat 22:14). Elegidos. O “escogidos”. No todos los que son “llamados” tienen las cualidades para ser “caídos”. En cuanto a la distinción entre “llamados” y “escogidos”, ver com. Mat 22:14; cf. com. Jn 1:12. Fieles. O “dignos de confianza”, “confiables”. Los que han sido “elegidos” deben permanecer “fieles” hasta “la muerte” (Ap 2:10), si es necesario, para que sean contados “con él”, es decir, con Cristo. La añadidura de la palabra “fieles” implica que no es suficiente ser solo “llamados” y “elegidos”; en otras palabras, los que una vez participaron de la experiencia de la gracia por la fe en Cristo, deben “permanecer” en la gracia para ser elegidos y entrar en el reino de la gloria (ver com. Jn 3:18-20; Efe 1:4-5; cf. com. 1Co 3:15; cf. Eze 3:20; Eze 18:24; Eze 33:12). ] .