El hogar de los salvados eternamente por Cristo .Apocalipsis 15:2 Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios. 3 Y cantan el cántico de MoisésA)" style="font-size: 0.625em; line-height: normal; position: relative; vertical-align: text-top; top: auto;">(A) siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos.
El día de la venida de la segunda venida Cristo acarrea la destrucción sólo para los malvados los que aceptaron obedecer al papado catecismo Domingo Laudato si la marca de la Bestia Apocalipsis 16 . Es un día de redención, no sólo para el pueblo de Dios sino para la tierra.
Dios creó la tierra para que fuera morada del hombre. En ella Adán vivió en aquel huerto delicioso que el Creador mismo había embellecido Génesis 1:1Genesis2:1,4Sabado séptimo día Adán y Eva . Por más que el pecado haya envilecido la obra de Dios, no obstante la familia humana no ha sido abandonada por su Creador, ni ha olvidado éste el propósito que abrigaba para la tierra.
A esta tierra han venido ángeles con el mensaje de redención, y por los collados y los valles han repercutido los cantos de regocijo de aquéllos. Los pies del Hijo de Dios pisaron el suelo de la tierra. Por espacio de más de seis mil años la tierra con sus bellezas y sus dones para la subsistencia han dado testimonio del amor del Creador.
Esta misma tierra, libertada del peso de la maldición del pecado, ha de ser la patria eterna del hombre. De la tierra dicen las Escrituras que Dios “no en vano la creó, sino que para ser habitada la formó.”* Isaías 45:18. Y “cuanto hace Dios es lo que para siempre será.” Eclesiastés 3:14.
En el sermón del monte dijo el Salvador: “Bienaventurados los mansos; porque ellos heredarán la tierra.” Mateo 5:5.
Mucho antes había escrito el salmista: “Los mansos heredarán la tierra, y se deleitarán en la abundancia de la paz.” Salmos 37:11.
Otro tanto se dice en Proverbios 11:31 y Salmos 37:29: “El justo será recompensado en la tierra.” “Los justos heredarán la tierra, y habitarán para siempre en ella.”
Los fuegos del último día han de destruír “los cielos de ahora y la tierra Apoc 19:20,21,20:10 ;” pero han de surgir “nuevos cielos y una tierra nueva.” 2 Pedro 3:7, 13. Los cielos y la tierra serán renovados.
“Cosas que ojo no vió, ni oído oyó, y que jamás entraron en pensamiento humano-las cosas grandes que ha preparado Dios para los que le aman.” 1 Corintios 2:9.
No hay lenguaje humano que pueda describir a la perfección la recompensa de los justos. Esta no ha de ser conocida sino de aquellos que la contemplarán. No podemos comprender la gloria del Paraíso de Dios.
No obstante ya ahora podemos vislumbrarla, pues “a nosotros nos las ha revelado Dios por medio de su Espíritu.” 1 Corintios 2:10. Preciosas para nuestros corazones son las descripciones que de esta tierra nueva nos da la Biblia.
Allí el Pastor celestial guía su rebaño por corrientes de aguas vivas. El árbol de la vida da su fruto cada mes, y las hojas del árbol son para sanidad de las naciones.
Hay allí ríos de corriente eterna, claros como el cristal, y junto a ellos árboles frondosos esparcen su sombra sobre las sendas preparadas para los redimidos del Señor. Allí las dilatadas llanuras se adornan con bellos collados y las montañas de Dios alzan sus cumbres. En aquellos llanos apacibles, junto a aquellas corrientes de aguas vivas, el pueblo de Dios, por tanto tiempo peregrino y advenedizo, encontrará morada.
“Mi pueblo habitará en mansión de paz, en moradas seguras, en descansaderos tranquilos.” “No se oirá más la violencia en tu tierra, la desolación ni la destrucción dentro de tus términos; sino que llamarás a tus muros Salvación, y a tus puertas Alabanza.” Isaías 32:18; 60:18.
“Edificarán casas también, y habitarán en ellas; plantarán viñas, y comerán su fruto. No edificarán más para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; ...mis escogidos agotarán el usufructo de la obra de sus manos.” Isaías 65:21, 22.