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General: SATANAS IMITA LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO SE SIENTA EN EL VATICANO
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Satanás imita a Cristo en cada detalle en su segunda venida para bendecir los que tengan la marca de la Bestia LAUDATO SI DOMINGO ,ANTES de CAER LAS PLAGAS DEL APOCALIPSIS LOS QUE TEDRAN LA MARCA DE LA BESTIA .También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra en presencia de los hombres.Apoc 13:13 .
Hay un límite más allá del cual Satanás no puede ir, y al llegar a él recurre al engaño y falsifica la obra que en realidad no tiene poder para efectuar. En los últimos días aparecerá en una forma tal que haga creer a los hombres que él es Cristo que viene al mundo por segunda vez. Ciertamente se transformará en un ángel de luz. Pero aunque ostentará la apariencia de Cristo en cada detalle, en lo que abarca la mera apariencia, no engañará a nadie sino a aquellos que, como Faraón, están tratando de resistir la verdad.—
El acto capital que coronará el gran drama del engaño será que el mismo Satanás se dará por el Cristo caminando por el munjunto a sus apóstoles . Hace mucho que la iglesia profesa esperar el advenimiento del Salvador como consumación de sus esperanzas. Pues bien, el gran engañador simulará que Cristo habrá venido. En varias partes de la tierra, Satanás se manifestará a los hombres como ser majestuoso, de un brillo deslumbrador, parecido a la descripción que del Hijo de Dios da San Juan en el Apocalipsis. Apocalipsis 1:13-15. La gloria que le rodee superará cuanto hayan visto los ojos de los mortales. El grito de triunfo repercutirá por los aires: “¡Cristo ha venido!” “¡Cristo ha venido!”
El pueblo impío que tenga la marca de la bestia y su imagen los que adoran al papado el catecismo se postrará en adoración ante él, mientras levanta sus manos y pronuncia una bendición sobre ellos los que tengan la marca de la bestia desde el Vaticano como Cristo bendecía a sus discípulos cuando estaba en la tierra. Su voz es suave y acompasada aunque llena de melodía. En tono amable y compasivo, enuncia algunas de las verdades celestiales y llenas de gracia que pronunciaba el Salvador; cura las dolencias del pueblo, y luego, en su fementido carácter de Cristo, asegura haber mudado el día de reposo del sábado séptimo día al domingo Laudato si y manda a todos que santifiquen el día bendecido por él el Domingo su marca de autoridad del papado .Un poder infernal está obrando para producir las últimas grandes escenas del drama: Satanás aparece como Cristo y obra con todo engaño e injusticia en aquellos que se unen en sociedades secretas masones ILUMINATIS jesuitas espiritismo ateos hechiceros ...Habrá personas que, sometidas a la influencia de los espíritus malignos, realizarán milagros. Enfermarán a las gentes arrojando sobre ellas sus ensalmos, y luego quitarán su hechizo e inducirán a algunos a decir que los enfermos fueron curados milagrosamente. Satanás ha hecho esto vez tras vez.—
Pronto ocurrirán escenas maravillosas con las cuales Satanás mismo que camina como Cristo por el mundo junto a sus apóstoles estará estrechamente relacionado. La Palabra de Dios declara que Satanás obrará milagros. Hará enfermar a la gente y después quitará repentinamente de ella su poder satánico. Eso hará que se considere sanados a los enfermos. Estas obras de curación aparente pondrán a prueba a los seres humanos .
Fuego del cielo No debemos confiar en las pretensiones de los hombres. Pueden, como Cristo lo indica, profesar hacer milagros en la curación de los enfermos. ¿Es esto digno de admiración, cuando detrás está el gran engañador, el obrador de milagros que incluso hará descender fuego del cielo ante la vista de los hombres?—
Las maravillas mentirosas del diablo son las que cautivarán al mundo, porque hasta hará descender fuego del cielo ante la vista de los hombres. Realizará milagros, y este maravilloso poder obrador de milagros abarcará todo el mundo.—Satanás vendrá para engañar, si es posible, a los mismos escogidos. Asegura ser Cristo, y viene pretendiendo que es el gran médico misionero. Hará descender fuego del cielo a la vista de los hombres.
Satanás será deificado cuando haga pasar por Cristo en su segunda venida pisará el mundo caminara .
En esta época aparecerá el anticristo como si fuera el Cristo verdadero, y entonces la ley de Dios del Sinaí será completamente invalidada en las naciones de nuestro mundo. La rebelión contra la santa ley de Dios del Sinaí habrá llegado a su completa maduración. Pero el verdadero director de toda esta rebelión es Satanás vestido como un ángel de luz. Los hombres serán engañados y lo exaltarán al lugar de Dios, y lo deificarán. Pero la Omnipotencia se interpondrá contra las iglesias apóstatas que se unan para exaltar a Satanás y se pronunciará la sentencia: “Por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga”. Apocalipsis 18:8.—
A medida que se acerca la segunda aparición de nuestro Señor Jesucristo, instrumentos satánicos son impulsados desde abajo. Satanás no sólo aparecerá como un ser humano, sino que personificará a Jesucristo; y el mundo que ha rechazado la verdad y han aceptado al papado y su marca lo recibirá como el Señor de señores y Rey de reyes.—
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La segunda venida de Cristo la verdadera venida de Cristo Apoc 1:7,9
Una pequeña nube negra es la señal de la venida de Jesús—Pronto aparece en el este una pequeña nube negra, de un tamaño como la mitad de la palma de la mano. Es la nube que envuelve al Salvador y que a la distancia parece rodeada de oscuridad. El pueblo de Dios sabe que es la señal del Hijo del hombre. En silencio solemne la contemplan mientras va acercándose a la tierra, volviéndose más luminosa y más gloriosa hasta convertirse en una gran nube blanca, cuya base es como fuego consumidor, y sobre ella el arco iris del pacto. Jesús marcha al frente como un gran conquistador.—
Luego se volvieron nuestros ojos hacia el oriente, por donde había aparecido una negra nubecilla, del tamaño de la mitad de la mano de un hombre, y que era, según todos comprendíamos, la señal del Hijo del hombre. En solemne silencio contemplábamos cómo iba acercándose la nubecilla, volviéndose más y más brillante y esplendorosa, hasta que se convirtió en una gran nube blanca con el fondo semejante a fuego. Sobre la nube lucía el arco iris y en torno de ella aleteaban diez mil ángeles cantando un hermosísimo himno. En la nube estaba sentado el Hijo del hombre. Sus cabellos, blancos y rizados, le caían sobre los hombros; y llevaba muchas coronas en la cabeza. Sus pies parecían de fuego; en la diestra tenía una hoz aguda y en la siniestra llevaba una trompeta de plata. Sus ojos eran como llama de fuego, y con ellos escudriñaba a fondo a sus hijos.—
Todo el mundo le verá—“Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre”. Mateo 24:27... No se puede remedar semejante aparición. Todos la conocerán y el mundo entero la presenciará.—
Jesús regresa en gloria rodeado por una nube de ángeles—Con cantos celestiales los santos ángeles, en inmensa e innumerable muchedumbre, le acompañan en el descenso. El firmamento parece lleno de formas radiantes—“millones de millones, y millares de millares”—. Ninguna pluma humana puede describir la escena, ni mente mortal alguna es capaz de concebir su esplendor... A medida que va acercándose la nube viviente, todos los ojos ven al Príncipe de la vida. Ninguna corona de espinas hiere ya sus sagradas sienes, ceñidas ahora por gloriosa diadema. Su rostro brilla más que la luz deslumbradora del sol de mediodía...
El Rey de reyes desciende en la nube, envuelto en llamas de fuego. El cielo se recoge como un libro que se enrolla, la tierra tiembla ante su presencia, y todo monte y toda isla se mueven de sus lugares. “Vendrá nuestro Dios, y no callará: fuego consumirá delante de él, y en derredor suyo habrá tempestad grande. Convocará a los cielos de arriba, y a la tierra, para juzgar a su pueblo”. Salmos 50:3, 4.—
Jesús es visto claramente sobre la nube—La nube viviente de majestad y gloria sin par, se acercó aun más, y pudimos claramente vislumbrar la hermosa persona de Jesús. No llevaba una corona de espinas; sino que una corona de gloria adornaba su santa frente. Sobre sus vestidos y su muslo había un nombre escrito, REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Sus ojos eran una llama de fuego, sus pies tenían la apariencia de bronce bruñido, y su voz tenía el sonido de muchos instrumentos musicales. Su rostro era tan brillante como el sol de mediodía.
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