Un masón fue excomulgado y se le prohibió entrar en la Iglesia. Fue a lamentarse con Dios: Fui excomulgado, y no me dejan entrar, Señor, porque soy masón. ¿De qué te lamentas? - dijo Dios-, tampoco me dejan entrar a mí.-Y antes de eso los religiosos me crucificaron por contradecirles y criticarlos |