En Búsqueda de la Masonería Fraternal
La Masonería nos conduce al contacto con nosotros mismos y con los demás, al regreso a sí mismos, y a fraternizar con la humanidad. La Masonería a través de su Liturgias del Primer Grado lo dice con énfasis cuando nos pregunta: ¿Qué debe el hombre y la mujer a sí propio? La Masonería nos dice: Debemos conocernos, sabernos, amarnos y respetarnos a nosotros mismos. Conocernos como seres falibles e imperfectos, pero libres, responsables de nosotros mismos y susceptibles de perfeccionamiento, un esfuerzo consciente que corrija a nuestros defectos y realce nuestra dignidad… Si sois capaces de firmes resoluciones, si amáis, conocéis y respetáis cono todo corazón a Dios “El Gran Arquitecto del Universo”, a vuestros semejantes y a vosotros mismos regocijaos. ¡Oh Seres Luz! que ya venís a dar, desde este momento, honra, apoyo y beneficio a la Masonería.-
Así, también en ese mismo sentido la Masonería nos pregunta ¿Cuáles son los deberes del hombre y la mujer para con sus semejantes?
Los seres humanos, nos dice la Masonería deben conocer, amar y respetar a los demás. Conocerlos viendo en cada persona a un hermano o hermana, igual suyo en debilidades y pasiones y, por lo tanto falibles y necesitando de ayuda fraternal y apoyo en las enseñanzas propias de la Masonería. A amarlos ayudando al necesitado, llegando hasta si es necesario al heroísmo, a sacrificarnos en bien de la mujer, del niño y del anciano, del amigo y del hermano masón.
Lo esencial de la Masonería está en esto puntos, sin el cual toda precepción de lo que es realmente la Masonería se perdería.
Buscarse, Buscarse y al final Encontrarse a sí mismos, sin tregua, con rigor, invención , humor y severidad. Buscarse a sí mismos con la esperanza de “Llegar a Ser” , pues toda búsqueda que no produjera un cambio positivo en nosotros mismos no sería más que un simple engaño, un auto-engaño. Buscar la Divinidad dentro de nosotros mismos, apoyados en la Institución Masónica, en su sabiduría, y en el apoyo de nuestros QQ:.HH:. (masones) Mayores. Desconfiar categóricamente de que existen masones mayores o menores que nosotros, desconfiar de las posturas de superioridad dentro de la Tan Augusta Orden Masónica- Y tener presente siempre que el “Anillo Masónico Más Poderoso” que puede portar un Masón o Francmasona es aquel que está en la Mano de un Masón Benefactor y Filantrópico, y desapegado de los Falsos Egos de sentirse Envanecido y Arrogante por ayudar a los demás.
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