“Lyman fue reconquistada completamente. Gloria a Ucrania”, afirmó el presidente Volodymir Zelensky esta mañana confirmando lo que ayer ya era un hecho: Rusia perdió un importante nudo ferroviario en la anexionada región de Donetsk.
La derrota es mucho más que un repliegue, es una amenaza real a la posición rusa en el este de Ucrania, región en disputa desde 2014, cuando Moscú anexionó ilegalmente Crimea. Desde entonces, el Kremlin se hizo fuerte en el este de Ucrania y desde allí organizó toda su invasión.
Ahora, la reconquista de Lyman abre la puerta para la toma de Kreminnaya y esa sería la puerta de entrada para Lugansk... Y Putin ya no tiene ganado ni los territorios que anexionó en una maniobra condenada por todo el mundo.
Según la información que comienza a circular, los soldados de Kiev ya ingresaron a la ciudad de Totskoye, al noreste de Lyman y en camino hacia Kreminnaya. de consolidarse esa posición, avanzará hacia Lugansk… De lograr el repliegue ruso en esa zona, el Kremlin enfrenta otra gran humillación.
El fracaso en Lyman visibilizó una interna feroz dentro de las fuerzas de mando rusas. Ayer, de hecho, el presidente de la república rusa de Chechenia, Ramzan Kadyrov, calificó de vergonzosa la situación y pidió a Vladimir Putin que utilice armas nucleares de baja potencia en Ucrania en respuesta a los retrocesos militares.
“Mi opinión personal es que hay que adoptar medidas más drásticas, desde la declaración de la ley marcial en la zona fronteriza al uso de armas nucleares de baja intensidad”, escribió Kadyrov en un mensaje publicado en su canal en Telegram.
Kadyrov responsabilizó al coronel general Olexander Lapin y lo acusó de haber enviado a los combatientes “sin las comunicaciones, suministros y munición necesarios”.
Además le reprochó el haber trasladado su cuartel general a Starobilsk, a 100 kilómetros de la tropa. “¿Cómo puedes dirigir a tus unidades estando a 150 kilómetros? Hoy hemos perdido una gran cantidad de territorio por la falta de una logística militar elemental”, ha apuntado.
Kadyrov ha asegurado que hace ya dos semanas sabían que Lyman era un objetivo fácil, pero el jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Gerasimov, “confiaba en el talento y liderazgo de Lapin”. “Si dependiera de mí degradaría a Lapin a soldado raso, le retiraría sus medallas y le enviaría al frente con una ametralladora en la mano para limpiar su vergüenza con sangre”, sentenció.
Las armas de baja intensidad que pide Kadyrov son conocidas como “armas nucleares tácticas”. Se trata de armas atómicas pequeñas con un poder explosivo que va desde 0,3 hasta 100 kilotones, comparadas con los 1,2 megatones de la mayor cabeza nuclear estratégica estadounidense o con la bomba de 58 megatones probada por Rusia en 1961.Las bombas tácticas están diseñadas para tener un impacto limitado en el campo de batalla, mientras que las armas estratégicas están diseñadas para pelear y ganar guerras sin cuartel. Sin embargo los términos “pequeñas” y “limitadas” son relativos. La bomba atómica que Estados Unidos arrojó sobre Hiroshima en 1945, con un efecto devastador, tenía un poder de 15 kilotones.
El 21 de septiembre pasado Putin, habló de recurrir a las armas nucleares si advierte amenazas a la “integridad territorial” o la existencia de Rusia. Cuando el ruso habla de “integridad territorial” se refiere también a los territorios anexados. La amenaza de un intento más por disuadir a Kiev de que conquista sus territorios del ste… Sin embargo, la contraofensiva avanza rápido y eficazmente.
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