Hoy los invitamos a orar para que Dios nos libere de las enfermedades y epidemias que asolan al mundo. Y para ayudarlos a abrir el corazón y sentir lo que nuestra alma debe transmitirle a Jesús, les entregamos esta poesía extraordinaria, cantada en una voz excepcional. Quien no se emocione y sienta el amor a Dios al escuchar estas estrofas, debe mirarse profundo en el corazón, porque pocas almas pueden resistirse a esta maravilla. Dios, inmenso en amor, nos ha dado esta poesía atribuida por muchos a Santa Teresa de Ávila, o a San Juan de la Cruz, entre otros. La verdad es que no hay certeza sobre el autor de tan memorables estrofas, pero eso poco importa. Hoy, siglos después de haber sido escritas, están a nuestro alcance para impulsar un momento de cercanía con Dios, un momento de dialogo sincero y profundo, de ruego.
Por favor, cuando escuchen esta maravilla, eleven su mirada al Señor y pídanle así:
Jesús, mírame hoy. Mira esta alma atemorizada y turbada por estas enfermedades que amenazan a mi familia, a mis amigos, a quienes amo. Haz de este dialogo una plegaria, un ruego sincero y humilde de quien te reconoce como el Autor de todas las cosas, particularmente de cada respiro que doy. Hoy, una vez más, te reconozco como mi Hermano, como mi Dios, como mi Todo. Nada soy, y por eso te ofrezco mi vida en reparación de todo el mal que se comete en este mundo, para que Tú derrames Tu Misericordia sobre nosotros. Señor, haz de mi un instrumento de Tu Paz.
Para acceder al Poema musicalizado “No me mueve” HAGA CLICK AQUÍ...Elva...
|