Lugar de nacimiento, periodo del pontificado y otros datos
EL SANTO PADRE El Papa, obispo de Roma y sucesor de San Pedro, “es el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad, tanto de los obispos como de la muchedumbre de los fieles”. -Lumen Gentium, 23
Pedro expresó en primer lugar, en nombre de los apóstoles, la profesión de fe: "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo". Esta es la tarea de todos los sucesores de Pedro: ser la guía en la profesión de fe en Cristo, el Hijo del Dios vivo». Esta potestad de enseñanza da miedo a muchos hombres dentro y fuera de la Iglesia. Se preguntan si no es una amenaza a la libertad de conciencia, si no es una presunción que se opone a la libertad de pensamiento. No es así. El poder conferido por Cristo a Pedro y a sus sucesores es, en sentido absoluto, un mandato a servir. La potestad de enseñar, en la Iglesia, comporta un compromiso al servicio de la obediencia a la fe. El Papa no es un soberano absoluto, cuyo pensamiento y voluntad son ley. Por el contrario, el ministerio del Papa es garantía de la obediencia a Cristo y a su Palabra.
Él no debe proclamar sus propias ideas, sino vincularse constantemente y vincular a la Iglesia a la obediencia a la Palabra de Dios, ante los intentos de adaptarse y aguarse, así como ante todo oportunismo.
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