El último grito entre los profesionales de China son los matrimonios virtuales a través de Internet. Ya son más de 50.000 los matrimonios cibernéticos registrados en la red y se componen por profesionales con edades comprendidas entre 18 y 45 años, de clase media- alta y con un nivel intelectual por encima de la media. Estos matrimonios virtuales resultan mucho más rentables que los tradicionales, ya que no requieren de familiares, invitados, banquete o regalos, tan sólo una breve ceremonia tras la cual la pareja pasará a una sala privada donde podrá chatear sin interrupciones.

El certificado matrimonial virtual, del que ambos contrayentes poseen una copia, no tiene validez legal alguna, pero sí un gran significado emocional. Los matrimonios virtuales han resultado tan satisfactorios que algunos de ellos ya han formado una familia, también virtual, con hijos, coche, casa y residencia de verano. La línea divisoria entre realidad y fantasía se ha confundido en la búsqueda de una vida con nuevas emociones.