Enséñame a darme a los demás, a comprender que sólo vale la
pena lo que se hace por los demás
Enséñame a salir de mí mismo para ir al encuentro de mis hermanos,
sin prejuicios, sin retórica.
Simplemente como Tú, con la mano extendida y el corazón abierto.
Pero líbrame de la vanidad, de creerme bueno, de sentirme satisfecho.
No dejes que me paralice la inercia, el orgullo, la complacencia.
No dejes de inquietarme, de ponerme en movimiento, de lanzarme
contigo a construir tu reino de paz, amor y justicia.
Enséñame a mantenerme sencillo y alegre, a ser verdaderamente
testigo tuyo en mi mundo.
Ayúdame a desprenderme de todo lo que me estorba para seguirte,
líbrame de lo que me hace tropezar,de lo que me pesa: de mis rencores,
mis egoísmos, mis orgullos, mis miserias, mis apegos.
Enséñame a ser paciente, comprensivo, dulce, a perdonar a los otros,
a acogerlos en mi corazón. Enséñame a amar como amas Tú.
Quiero descubrirte en cada día de este año que empieza, y ayudar a
que otros te descubran también.
Señor, que cuando me busquen a mí, te encuentren siempre a Ti.