El tiempo corre y no se detiene,
el sol se esconde pero no se apaga.
El ir y venir de los años no tiene remedio,
hoy estamos, mañana quien sabe.
Y yo aquí, sentado y en calma
ya no cuento las horas que te faltan.
Espero tranquilo y algo melancólico el destino.
365 días fuiste anfitrión de nuestras vidas.
¿Con cuánto te quedas y qué nos dejas?
Ya casi levantas el vuelo sin regreso, dime.
¿Adónde irás año viejo?
Yo te despido con más pena que gloria,
entre tus alas vuelan amigos y seres queridos,
te llevas millones de almas, ilusiones y esperanzas.
Tu paso por la vida quedará en la historia,
muchos brindaron agradecidos tu llegada
y ahora brindan porque ya te vayas...
Yo sigo tranquilo esperando el segundo final de tu destino.
¡No formé parte de tu equipaje!
Aunque bien sabes que tengo pagado el peaje.
Ya tu sucesor toca la puerta
y como todos, tiene prisa,
será recibido con música y sonrisas
mientras tu salida realizas,
triste y maltrecho,
¿Adónde irás año viejo?