Ante esta actitud, el padre estaba avergonzado por su reacción, al abrir la
caja y viendo que estaba vacía, se volvió a enfurecer...
"¿No sabes, jovencita, que cuando das un regalo a alguien, se supone que
debe haber algo dentro?" le dijo.
La niñita lo miró con lágrimas en sus ojos y le dijo:
"No, papito, no esta vacía, le puse besitos hasta que se llenó."
El padre no pudo creer lo que estaba escuchando,quedó destro-
zado, cayó de rodillas y abrazó a su pequeña hija, y le rogó que
lo perdonara por su innecesario enojo.
Poco tiempo después, en un accidente, la niña perdió la vida.
La angustia y el dolor acompañó a su papá por el resto de su vida,
por momentos sólo le traía consuelo abrir esa caja dorada y tomar
de ella un besito que su hija había guardado con tanto amor.
En esta Navidad, simbólicamente, coloca una caja decorada con papel
dorado que represente tu corazón y pídele a Jesús que lo llene con
su amor y paz, para que cuando enfrentes dificultades y tristezas,
puedas abrirla y disfrutar de la maravillosa presencia de JESÚS.
No olvides jamás esto: