Entrar a la vida, y sentirse vivo en las pasiones y también en la espera... En los aciertos y en los desaciertos... En el éxito y en el fracaso... Muchos escapan cuando llega el momento de entrar... La puerta siempre está frente a nuestros ojos solo que es mejor por conveniencia quedarse detenido y no abrirla...
¿Por qué por conveniencia? Porque cuando pensamos en lo que vivimos, cuando algo no resultó como esperamos, cuando nos pegaron justo en el corazón y el sacudión nos dejó debilitados... es preferible cuidarnos y resguardarnos antes de volver a intentarlo... y entonces paraditos ahí, firmes nos decimos: Mejor no me arriesgo de nuevo... ¿y si vuelvo a sufrir? ¿y si pasa lo mismo?
Y qué grave error porque solo aprenden a vivir aquellos que se entregan sin temor, que se animan a entrar a la vida reconociendo que al pasar esa puerta serán los verdaderos protagonistas de esa historia. Entra... Vive... Renace... Levántate... Todo es posible…
A/D
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