Buscar siempre a quién echarle la culpa de todo lo que te pasa en la vida, intentar culpar a otros, a las circunstancias, a la suerte (buena o mala), o al destino, no te solucionará nada. Hazte
responsable, toma en tus manos las riendas de tu propia vida, tú puedes mejorar tu calidad de vida si realmente te lo propones.
No critiques. Perdona, el rencor es una pérdida de tiempo y terrible para tu salud. Sé comprensivo con la gente. Sobre todo, no pierdas las verdaderas amistades ya que son un tesoro.
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