DEVOCIÓN DE LAS 3 AVEMARÍAS
Oh Madre de Dios y Madre de todas las gracias:
por las muchísimas que te concedió la Santísima Trinidad,
y particularmente por tu poder,
sabiduría y ardiente caridad,
te suplico nos concedas a nosotros participar de estas gracias,
como participan los hijos de los bienes de sus padres,
y especialmente nos concedas la gracia que te pedimos
en esta novena honrando en ti al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Amén.
(Hacer aquí la petición).
REZAR ASI:
1
Oh Virgen poderosísima: así como Dios Padre,
en su munificencia omnipotente,
levantó tu alma sobre un trono de gloria sin igual,
hasta el punto de que, después de él,
eres la más poderosa en el cielo y en la tierra,
así también te suplico que me asistas en la hora de la muerte,
para fortificarme y rechazar de mí toda potestad enemiga.
Ave maría.
2
Oh Virgen sapientísima: así como el Hijo de Dios,
conforme a los tesoros de su sabiduría,
te adornó y llenó maravillosamente de ciencia
y entendimiento, de tal modo que gozas del
conocimiento de la Santísima Trinidad más que
todos los santos juntos, y como sol brillante,
con la claridad de que te ha embellecido,
adornas todo el cielo, así también
te ruego me asistas en la hora de la muerte,
para llenar mi alma de las luces de la fe y
de la verdadera sabiduría, para que no la
oscurezcan las tinieblas de la ignorancia y del error.
Avemaría.
3
O
que,
después de Dios, eres la más dulce y la más misericordiosa,
así también te ruego me asistas en la hora de la muerte,
llenando mi alma de tal suavidad de amor divino,
que toda pena y amargura de muerte se cambie para mí en delicias.
Avemaría.
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