INVOCACIONES AL DULCE NOMBRE DE MARÍA
Madre mía amantísima, en todos los instantes de mi vida, acuérdate de mí,
miserable pecador.
Avemaría.
Acueducto de las divinas gracias, concédeme abundancia de lágrimas para
llorar mis pecados.
Avemaría.
Reina del cielo y de la tierra, sé mi amparo y defensa en las tentaciones de
mis enemigos.
Avemaría.
Ínmaculada hija de Joaquín y Ana, alcánzame de tu santísimo Hijo las
gracias que necesito para mi salvación.
Avemaría.
Abogada y refugio de los pecadores, asísteme en el trance de mi muerte
y ábreme las puertas del cielo.
Avemaría.