Santa María Faustina Kowalska (1905 - 1938) nació en la aldea de Glogowiec (Polonia),
siendo la tercera de diez hermanos. A los 16 años salió de la casa familiar para trabajar
de empleada doméstica. A los 20 años entró en la Congregación de las Hermanas de la
Madre de Dios de la Misericordia donde vivió cumpliendo los deberes de cocinera,
jardinera y portera hasta su fallecimiento el 5 de octubre de 1938.
Sobre la forma que cumplió sus deberes basten estas palabras del Señor Jesús a Santa
Faustina, por sus atenciones a los pobres que venían a la puerta del convento:
"Hija Mía, han llegado a mis oídos las bendiciones de los pobres que alejándose de la
puerta Me bendicen y Me ha agradado esta misericordia tuya dentro de los límites
de la obediencia y por eso he bajado del trono para gustar el fruto de tu misericordia"
(Diario,1312). Es que también Jesús había ido a la puerta del convento bajo la
apariencia de un joven pobre, en un día lluvioso y frío. Santa Faustina, sin
reconocerlo, le dio un poco de sopa caliente y pan.