Todavía me conmueve una criatura que sufre, un animal herido aún me provoca tristeza y desconsuelo.
Todavía me conmueven los chicos de la calle como fantasmas, perdidos en el vicio, entregando su cuerpo por unas monedas para seguir mareados y adormilar el alma.
Todavía me conmueve el llanto y el sufrimiento del prójimo, que es mi hermano, parte de mi porque somos esencia de Dios. Todavía me conmueve la vejez solitaria, la enfermedad sin consuelo, todavía me conmueve el dolor.
Todavía me conmueve no ver en los ojos de la gente la transparencia que espero, como espejos del alma intuyo sentimientos pasajeros. Todavía me conmueve la indiferencia, la desidia, el no me importa, no te metas, no es tu tema, el odio, el abandono, la guerra, la violencia, el hambre y la miseria que espera ser resuelta por los políticos de turno que solo miran su bienestar.
Todavía me conmueven tus ojos tus oceánicas pupilas me trasmiten sensaciones difíciles de describir.
Todavía me conmueve... el amor.
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