que has acompañado a Jesús en el camino
del Calvario y has permanecido junto a la
cruz en la que moría tu Hijo,participando íntimamente de sus
dolores,acoge nuestros sufrimientos y únelos a los de Él,para
q las semillas esparcidas durante el Jubileo sigan produciendo
frutos abundantes en los años venideros.
Madre misericordiosa, con fe nos volvemos hacia Ti.
Alcánzanos de tu Hijo el q podamos volver pronto,plenamente
restablecidos, a nuestras ocupaciones,para hacernos útiles al
prójimo
con nuestro trabajo.
Mientras tanto, quédate junto a nosotros en el momento de la
prueba y ayúdanos a repetir cada día contigo nuestro "sí",
seguros de que Dios sabe sacar de todo mal un bien más
grande.
Virgen Inmaculada, haz que los frutos del Año Jubilar sean
para nosotros y para nuestros seres queridos,prenda de un
renovado empuje en la vida cristiana,para que en la contemplación
del Rostro de Cristo Resucitado encontremos la abundancia de la
misericordia de Dios y la alegría sin fin del Cielo.
Amén!