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General: LA SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS
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Respuesta  Mensaje 1 de 26 en el tema 
De: JuliaMaria  (Mensaje original) Enviado: 07/03/2012 14:12

 

LA SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS
MADRE DE TODOS LOS PUEBLOS
Por la proclamación del dogma de María como Corredentora, abogada y mediadora 

 
Las apariciones de la Santísima Virgen María como

"La Señora de todos los Pueblos"se sucedieron en Amsterdam entre los años 1945-1959 a través de la vidente
Ida Peerdeman, una sencilla mujer holandesa.

Nuestra Señora se aparece a Ida de pie con los brazos y las manos extendidos hacia abajo, de sus palmas salen
tres rayos que Ella denomina de "Gracia, Redención y paz" para todas las naciones.
Aparece vestida de túnica blanca traslúcida hasta los pies, con un paño amarillo alrededor de su cintura y otro
igual sobre su cabeza, mostrando sus ondulados y oscuros cabellos sobre los hombros.
Sus pies se ven descalzos posados sobre la esfera del mundo, que aparece rodeado de corderos.
A su espalda y a la altura de su cabeza, la Cruz de su Hijo Jesucristo.
Y entre una gran luminosidad,formando un arco de un extremo a otro de la Cruz,se leen en holandés las palabras
"La Señora de todos los Pueblos"
La Señora y Madre de todos los Pueblos da mensajes de vital importancia para la humanidad, cargados con
advertencias y exhortaciones.
Al mismo tiempo nos habla de esperanza y nos ofrece la promesa de la salvación.
Tras 50 años de investigación exhaustiva, el 31 de mayo del año 2002, las apariciones de
"La Señora de todos los Pueblos" recibieron la aprobación eclesiástica oficial y el reconocimiento de su
origen sobrenatural, por el obispo de la diócesis local de Haarlem en Holanda.
 
Índice

Mensaje 1- 1945
Mensaje 2
Mensaje 3
Mensaje 4
Mensaje 5
Mensaje 6 - 1946
Mensaje 7
Mensaje 8
Mensaje 9
Mensaje 10
Mensaje 11 -1947
Mensaje 12
Mensaje 13
Mensaje 14
Mensaje 15 - 1948
Mensaje 16 - 1949
Mensaje 17
Mensaje 18
Mensaje 19
Mensaje 20
Mensaje 21 - 1950
Mensaje 22
Mensaje 23
Mensaje 24
Mensaje 25
Mensaje 26 - 1951
Mensaje 27- Oración
Mensaje 28- La Imagen
Mensaje 29
Mensaje 30
Mensaje 31
Mensaje 32
Mensaje 33
Mensaje 34
Mensaje 35
Mensaje 36
Mensaje 37
Mensaje 38
Mensaje 39 - 1952
Mensaje 40
Mensaje 41
Mensaje 42
Mensaje 43
Mensaje 44
Mensaje 45 - 1953
Mensaje 46
Mensaje 47
Mensaje 48
Mensaje 49 - 1954
Mensaje 50
Mensaje 51 - 1955
Mensaje 52 - 1956
Mensaje 53 - 1957
Mensaje 54 - 1958
Mensaje 55
Mensaje 56 - 1959

Aprobación eclesiástica
El cuadro de La Señora de Todos los Pueblos
El milagro de Amsterdam
El sueño de Ida
Foto de Ida Peerdeman
Cartas:
Carta 1de Ida al Padre Frehe
Ida escribe sobre la predicción de La Señora
Carta 2 de Ida al Padre Frehe
Carta del Padre Frehe a varios sacerdotes


Aprobación eclesiástica

31 de Mayo de 2002
Obispo local de Haarlem
Provincia de Holanda del Norte
Países Bajos

Como ya se sabe, mi predecesor, Monseñor. Henricus (Enrique) Bomers y yo, dimos la aprobación
a esta devoción popular en 1996.  He constatado que esta devoción ha llegado  

 
 
 y a las preguntas y objeciones que suscitaban. Sus consejos apuntan a que no existen impedimentos
fundamentales de carácter teológico o psicológico para declarar el origen sobrenatural de las apariciones.
Además, he pedido el consejo de varios colegas obispos, en cuyas diócesis existe una fuerte devoción a
María como Señora y Madre de todos los Pueblos, en cuanto a los frutos y el desarrollo de la misma.
Observando así todos éstos consejos, testimonios y acontecimientos, y bajo profunda oración y reflexión
teológica, he llegado a la conclusión de que las apariciones de Amsterdam son de origen sobrenatural.
Tuvieron lugar en presencia de terceras personas y fueron inmediatamente anotadas.

A diferencia de la Sagrada Escritura, las revelaciones privadas no comprometen la conciencia del creyente.

Estas deben ser consideradas como una ayuda para interpretar los signos de los tiempos y vivir con mayor
actualidad el evangelio (según Lc. 12:56; Catecismo de la Iglesia Católica, nº 67).
 
José María Punt

 
 
 

 

 
Con este fin he consultado algunos teólogos y psicólogos en relación a los resultados de investigaciones



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Respuesta  Mensaje 12 de 26 en el tema 
De: Sabrina Enviado: 20/04/2012 03:27
MENSAJE 30
1º de abril de 1951

Veo una luz brillante y oigo una voz que dice: "Hija, la vez anterior vine sólo para que se supiera que era yo". Y ahora veo que La Señora sale de esa luz. Ella me dice: "Ahora estoy aquí para seguir explicándote. Fíjate bien y escucha con atención lo que he de decirte. Estoy aquí y quiero ser La Señora de todos los Pueblos; no sólo de un pueblo en particular, sino de todos". Diciendo esto, La Señora abre los brazos y veo muchísima gente de todo tipo, incluso gentes que yo ni siquiera sabía que existían.

La Señora continúa: "Ahora te voy a seguir explicando. Fíjate bien. Trata de comprender el contenido de este mensaje. Yo estoy de pie ante la Cruz, con la cabeza, las manos y los pies como de un ser humano. Mi cuerpo es como del Espíritu. ¿Por qué estoy así? Mi cuerpo también fue llevado al Cielo, como el Hijo. Ahora me encuentro ante la Cruz ofreciendo el Sacrificio, pues yo sufrí con mi Hijo espiritualmente y sobre todo corporalmente. Este será un dogma muy discutido".

Yo le digo a La Señora que este mensaje me asusta. Entonces La Señora dice: "Hija, transmite esto y di que los dogmas marianos quedan clausurados con este". Mientras La Señora dice esto, forma una especie de anillo o círculo, que cierra por decir así con una llave. "Tú no tienes que hacer más que transmitir esto. He dicho que la teología tiene que ceder ante la causa de mi Hijo. Con esto quiero decir: Teólogos, el Hijo siempre busca lo pequeño y lo sencillo para su Obra. ¿Creéis vosotros en lo pequeño y sencillo que predicais a los demás? Hay que creer con sencillez. Ya no tenemos mucho más tiempo para esperar. Este tiempo es Nuestro tiempo".

Ahora La Señora se queda largo tiempo delante de mí sin decir nada y sólo me mira sonriendo. Entonces Ella se retira de la Cruz y siento de nuevo esos dolores espantosos. Primero me dan terribles calambres en todos los músculos del cuerpo. Luego desaparecen y me siento mentalmente muy cansada y extraña. Después veo a La Señora otra vez ante la Cruz y cesan mis dolores.

Ahora veo a La Señora como en la niebla. Su cuerpo es tan transparente, que a través de él, veo claramente la Cruz delante de mí. Inmediatamente empiezan de nuevo esos horribles dolores. Esto dura un poco y luego todo vuelve otra vez a la normalidad, y La Señora me dice: "Hija, como ha sufrido Él, así he sufrido también yo, como Madre del Hijo del Hombre. Repítelo bien".

Después La Señora me indica el globo terrestre sobre el cual está de pie, y veo como si alrededor de Ella estuviera nevando. La Señora sonríe y dice: "¿No lo entiendes? Observa bien el globo". Entonces veo el globo terrestre cubierto por una gruesa capa de nieve. Ahora La Señora sonríe de nuevo y dice: "Mira otra vez el globo". Es como si el sol lo iluminara; como si la nieve se derritiera y desapareciera lentamente del suelo. Entonces dice La Señora: "Te preguntas qué significa eso. Ahora te doy la explicación de mi venida de hoy. Como los copos de nieve van cayendo sobre la tierra y van cubriendo el suelo con una espesa capa, así se difundirá la imagen con la oración y caerá en los corazones de todos los pueblos".

Mientras dice esto, veo a todos esos pueblos de pie delante de mí. La Señora indica entonces su propio corazón y luego los corazones de todas esas personas y dice: " Como la nieve se deshace en la tierra, de la misma manera el fruto -el Espíritu- penetrará en los corazones de todos aquellos que digan esta oración cada día, pues piden que el Espíritu Santo venga al mundo. Y ahora me dirijo a los que desean un milagro. Pues bien, les digo: Comenzad esta obra de redención y de paz, llenos de celo y fervor, y vereis el milagro. Este es mi mensaje para hoy, pues el tiempo apremia. Hay que emprender una gran acción en favor del Hijo, de la Cruz y de la Abogada y Portadora de la paz y la tranquilidad, La Señora de todos los Pueblos.

"Tú, hija, tendrás que colaborar sin miedo ni temor. Tú sufrirás física y espiritualmente. Más tarde verán cuál ha sido mi intención. Yo te daré indicaciones para la difusión. Hoy te he traído aquí, en todo silencio y calma, para que puedas transmitir bien mi mensaje. Di que esto es urgente. El mundo está tan corrompido y es tan materialista, que es urgente volver a llevar la fe sencilla entre los hombres. Eso es todo lo que necesitan: la Cruz con el Hijo del Hombre. Vosotros, padres de familia de este mundo, enseñad a vuestros hijos a volver a la Cruz. Yo les ayudaré como La Señora de todos los Pueblos. Y tú, Hija, en tu regazo pongo a todos los hijos de los hombres. ¡Mírame y ten confianza!"

Luego La Señora se queda mirándome largo rato y va desapareciendo lentamente, mientras me dice: "Este tiempo es Nuestro tiempo".

Respuesta  Mensaje 13 de 26 en el tema 
De: Sabrina Enviado: 23/04/2012 12:41
MENSAJE 1
25 de marzo de 1945

(Fiesta de la Anunciación a María, Domingo de Ramos)

Era el 25 de marzo de 1945, fiesta de la Anunciación. Mis hermanas y yo estábamos sentadas alrededor de la estufa de la calefacción, conversando. Era tiempo de guerra y fue un invierno de hambre. El Padre Frehe se encontraba ese día en la ciudad y vino a visitarnos. (El Padre J. Frehe, O.P., fue el director espiritual y confesor de Ida por 50 años, entre 1917 y 1967.)

Estábamos muy entretenidos hablando, cuando de repente me sentí atraída hacia la habitación de al lado y de pronto vi salir una luz. Yo me levanté y fui hacia allí. La pared desapareció ante mis ojos y todo lo que allí estaba había desaparecido. Era todo un mar de luz y un vacío profundo. Y de esa profundidad vi surgir de pronto una figura viviente, una silueta femenina. La vi a mi izquierda, sobre mí, vestida con un traje largo y blanco y con un cinturón; realmente femenina. Estaba con los brazos extendidos hacia abajo y con las palmas de las manos abiertas. Mientras la contemplaba, tuve una sensación extraordinaria. Pensé: "Tiene que ser la Santísima Virgen, no cabe duda".

Entonces, la figura empieza a hablarme y me dice: "Repite lo que digo". Ella habla muy despacio y yo empiezo a repetir palabra por palabra. Ella levanta primero tres dedos, luego cuatro y después cinco, mientras me dice: "Ese 3, es marzo. El 4, es abril. Y el 5, es el 5 de mayo". (5 de mayo de 1945: Anunciación de la liberación de Holanda de la ocupación alemana.)

Entonces Ella muestra el rosario y dice: "Es gracias a esto. ¡Perseverad!" Se detiene un instante y dice: "Hay que difundir la oración". Después veo a mi alrededor muchos soldados, son aliados, y La Señora los señala. Entonces toma la crucecita del rosario y señala el crucifijo. Indica de nuevo a los soldados. Yo comprendo que ese debería ser el apoyo de la vida de los soldados, porque la voz dice: "Ahora éstos se irán pronto a casa". Y señala a las tropas.

Mis hermanas y el Padre Frehe se acercaron a mi lado, de pie. Oyendo él que yo hablaba, dijo a una de mis hermanas: "Escribe lo que dice." Después de haber dicho un par de oraciones, le oí decir: "Oye, pregúntale quién es." Y entonces yo pregunto: "¿Es usted María?" La figura me sonríe y responde: "Me llamarán La Señora, Madre".

Esa imagen desaparece ante mis ojos y después me miro la mano. Entonces colocan una cruz delante de mí, y yo tengo que levantarla. Yo la levanto lentamente y es muy pesada. Después que la figura dijo todo, se fue lentamente. A continuación desapareció también la luz y a mi alrededor en la habitación vi todo como siempre.

MENSAJE 2
21 de abril de 1945

De repente me veo llevada a una iglesia. Entonces me digo: "Estoy frente a un altar especial y veo la imagen de La Señora." Es una imagen de La Señora, como la vi la primera vez. Se encuentra rodeada de flores. Hasta en los peldaños del altar veo una enorme cantidad de flores. Miles de personas están arrodilladas ante el altar.

La imagen me mira y amonesta con el dedo. Tres veces dice: "Vosotros, hombres, conservaréis la paz si creeis en Él. Difunde esto". Diciendo así, La Señora me pone un crucifijo en la mano y señala el crucifijo, que tengo que mostrar a mi alrededor.

Después me lleva como afuera de la iglesia, y allí, frente a mí, veo un vacío infinito. Pero mientras miro el vacío, veo en él cabezas humanas. Entonces es como si tuviera que sacar de acá y de allá alguna que otra, y la imagen me dice: "Son personajes que otra vez están planeando algo".

Entonces veo una escena de gentes que huyen y se alejan, y en mi interior percibo: "Esto es el éxodo de los hebreos de Egipto". Mientras La Señora indica el éxodo, dice: "Pero Israel resurgirá". Sobre la escena del éxodo, veo en las nubes una figura de Dios Padre. Se cubre los ojos con las manos y La Señora me dice: "Y Yahvé se avergüenza de su pueblo".

Después veo muy claramente la escena de Caín y Abel. Y allí hay realmente una gran mandíbula de asno. Veo a Caín huir. A continuación, veo a alguien con una túnica larga, con barba, y en sus manos dos tablas de piedra. Las tablas están escritas en un idioma que no conozco. Entonces las dos tablas se hacen añicos. Veo los pedazos tirados en la arena.

Después, soy puesta de nuevo ante el altar y veo como una procesión que pasa afuera de la iglesia. La Señora me la indica y dice: "Esa es la procesión del Milagro de Amsterdam". Veo pasar la procesión por el centro antiguo de la ciudad. Hay también un sacerdote que camina delante con Nuestro Señor. Entonces veo que la procesión se dirige de repente hacia esta parte (el sur de Amsterdam), hacia una explanada. Después todo desaparece.



MENSAJE 3
29 de julio de 1945

Oigo otra vez esa voz y veo de repente un altar para sacrificios antiguo. El humo desciende. Oigo esa voz que dice: "Yahvé advierte a su pueblo." Entonces oigo: "Sed fieles. Han dispersado a mis ovejas". Al oír estas últimas palabras, veo ovejas que se separan y que se van por todo el mundo.

La Señora planta ahora una Cruz sobre el altar de los sacrificios y entonces veo como si el mundo entero estuviera allí alrededor. Sin embargo, todos están cabizbajos y apartados de la Cruz. Entonces oigo: "Venid, fieles". Y veo que se pasa un cáliz entre la multitud. "Pero para una parte es inútil" oigo decir.

Tengo que mirar hacia arriba y de repente veo a La Señora de pie, que sonríe, extiende los brazos y dice: "Ven". Ante mí se encuentra una multitud de toda clase de hombres: señores, hombres fuertes; también sacerdotes y religiosos, vestidos de negro. Hay entre ellos gente buena y menos buena. La Señora los invita a ir con Ella. Ahora veo un camino largo y difícil ante a mí y al final una luz resplandeciente. "Eso es" dice La Señora y con un gran gesto indica a los hombres que tienen que ir por dicho camino. Es difícil y fatigoso; algunos caen por los dos lados. La Señora los mira con materna solicitud y les sonríe siempre. Entonces veo escrito ante a mí: "Volver a la vida con Cristo".

Después de esto La Señora mira triste y dice: "Inglaterra me volverá a encontrar". Hace una pausa y entonces dice bajo y lentamente: "También América". Entonces La Señora se va lentamente y veo una niebla extraña que se extendiende sobre el mundo.


Respuesta  Mensaje 14 de 26 en el tema 
De: BrilloDeLuna Enviado: 30/04/2012 06:02
MENSAJE 4
29 de agosto de 1945

Veo a La Señora de pie. Me indica que tengo que mirarme la mano. Veo como si de ella salieran cosas extrañas. Veo una gran tristeza; me la ponen en la mano y tengo que mirarla. Cuando miro mi mano, siento que me sobreviene una gran tristeza. La Señora sonríe y dice: "Pero después vendrá la alegría". En ese momento puedo sentir también la alegría. Veo rayos, rayos luminosos.

Después veo grandes edificios, iglesias. Aparecen toda clase de iglesias, no sólo católicas. La Señora dice: "Tiene que formarse una sola Comunidad". Al oir estas palabras siento unos terribles dolores en mi mano. Estas iglesias serán azotadas por tormentas.

La Señora muestra ahora tres Papas. A la izquierda, en lo alto, está el Papa Pío X. En medio está nuestro Papa, Pío XII, y a la derecha veo un nuevo Papa. (Cuando en 1963 el cardenal Montini fue elegido Papa (Pablo VI) y la vidente lo vió en la televisión, lo reconoció inmediatamente como el tercer Papa de la visión.) La Señora señala los tres Papas y dice: "Estos tres son una época. Este Papa y el nuevo (Pablo VI) son los luchadores".

Entonces La Señora señala una nueva guerra, pero extraña, para mucho más tarde, que ocasionará terribles desastres. (Ida reconoció en 1991 la guerra del Golfo y los misiles, que entonces no se conocían, por ello dice "guerra, pero extraña".)

Ahora veo pasar filas de jóvenes eclesiásticos. La Señora dice: "Sin embargo, hay mucho que cambiar en la Iglesia. La formación de los eclesiásticos tendrá que ser modificada; más moderna, una formación que sirva para este tiempo, pero buena, con el buen espíritu". La Señora dice esto último con fuerza. Veo de repente una paloma que vuela alrededor de mi mano. La agarran, pero ella sigue volando alrededor. La paloma emana nuevos rayos. Entonces La Señora señala al Papa y dice: "Hay que dar mayor espacio, más espacio social. Diversas tendencias se inclinan hacia el socialismo, lo cual está bien, pero eso puede hacerse bajo la dirección de la Iglesia".

La Señora pone un rostro afligido y dice: "Hay muchísimo que cambiar en la formación". Veo enormes corrientes contrarias; muchas oposiciones en contra de eso en la Iglesia. Y entonces La Señora se va de repente.

MENSAJE 5
7 de octubre de 1945

(Fiesta de Nuestra Señora del Rosario)

Veo un sol y una media luna, y percibo en mi interior: Eso es el Extremo Oriente. En China veo una bandera roja. (Cuatro años más tarde, en 1949, después de una terrible guerra civil, se declaró la República Popular de China Comunista y su nueva bandera.) Después veo musulmanes y otros pueblos, veo por un lado rojo y por el otro negro, pero este último mucho menos. Oigo esa voz que dice: "Es como si se encogiera".

Entonces veo un camino largo y hermoso. Tengo que ir por ese camino, pero siento como si no tuviera ganas. Yo represento a la humanidad. Entonces voy por ese camino. Estoy tan cansada, pero de todas formas he de proseguir, aunque sea muy despacio. Estoy al final del camino y me encuentro ante un castillo grande, con torres. La puerta se abre de adentro hacia afuera. Una mano me invita a entrar, pero yo no quiero. Es como si quisiera echarme atrás; pero de todas formas entro. Alguien me toma de la mano y veo a la Dama de blanco, a La Señora. Me sonríe y me dice: "Ven". Siento dolor en mi mano y casi no lo soporto, pero La Señora me la tiene fuerte y proseguimos juntas.

Llego a un jardín hermoso, magnífico, muy diferente de los que se ven aquí en la tierra. La Señora me lleva a un sitio y dice:
"Ésta es la Justicia; ellos tienen que buscarla allá afuera y volver a encontrarla, porque si no el mundo se perderá de nuevo".
Mientras La Señora dice eso, indica hacia afuera. Es como si yo pudiera sentir la Justicia. ¡La mano me duele tanto! no lo soporto, pero La Señora sonríe y seguimos.

Vamos a otra parte del jardín. La Señora dice, mientras mueve el dedo como advirtiendo: "Esta es la Verdad. Escucha bien. También la Verdad está aquí dentro, pero no ahí afuera, en absoluto" dice de nuevo. También la Verdad llega a mí como una sensación. Quiero soltarme de su mano y digo: "¡Es tan pesada!".

Pero entonces La Señora me señala algo y es como si yo, volando como un pájaro, me encontrara sobre algo. Levanto dos dedos y veo de pronto a nuestro Papa y allá abajo el Vaticano. Después veo toda la Iglesia de Roma. Sobre el Vaticano, en el aire, veo escrito con letras grandes y claras: “Encíclicas”. "¡Ése es el buen camino!" me dice La Señora con fuerza. "Pero no son puestas en práctica" añade tristemente. Veo de nuevo el Vaticano y toda la Iglesia Católica a su alrededor. La Señora me mira y se lleva un dedo a los labios, diciéndome: "Esto es como un secreto entre tú y yo" y de nuevo se pone el dedo sobre los labios y dice en voz muy baja: "No siempre ahí tampoco..." Me sonríe de nuevo, me mira como dándome ánimo y luego dice: "Pero puede arreglarse".

Y entonces veo otras iglesias de diferentes confesiones. La Señora levanta el dedo advirtiendo y dice, mientras me muestra otra vez toda la Iglesia Católica: "Sin duda la Iglesia Católica puede crecer, pero…" Entonces se detiene y veo pasar ante mí filas enteras de clérigos, de estudiantes, de monjas, etc. La Señora mueve otra vez la cabeza y dice con énfasis: "Es muy triste, pero todo eso no sirve para nada". Y otra vez dice: "Todo eso no sirve para nada". Ella mira seriamente a su alrededor e indica a los estudiantes, sacerdotes y religiosos, diciendo con tono firme: "Una mejor formación, conforme a los tiempos, más moderna, más social".

Entonces veo volar sobre nuestra Iglesia una paloma negra. Yo digo: "No blanca, sino negra" La Señora señala la paloma y dice:
"Ese es el viejo espíritu, que tiene que desaparecer". Veo de repente que esa paloma se transforma en una paloma blanca. La Señora dice: "Esta es una nueva Paloma, blanca. Ella envía sus rayos por todas partes, porque el mundo se está tambaleando; un par de años más y el mundo se destruiría, pero Él vendrá y restaurará el mundo. Sin embargo…" La Señora se detiene un instante "...tienen que escuchar". La Señora acentúa la palabra “tienen”, como si advirtiera de nuevo. Luego dice: "Los hombres quieren salir de aquí, no quieren estar en este lugar, ya no les interesa".

Entonces me lleva de nuevo y seguimos hasta el fondo del jardín, hasta que llegamos ante una gran Cruz. "Tómala. Él la llevó antes que tú" dice La Señora. Yo rehúso y siento como si todos los hombres de todo el mundo hicieran lo mismo y volvieran la espalda a la Cruz. Me tira de la mano y veo que La Señora está de nuevo delante de mí, con su mano en la mía, y me dice otra vez:
"Ven".

Y ahora veo una Figura resplandeciente, luminosa, con un vestido largo, que va caminando delante de nosotros. Es la figura de un hombre, pero todo espiritualizado. Lleva una cruz grandísima, como arrastrándola por tierra. No veo su rostro; es todo un rayo de luz. Va por el mundo con la Cruz, pero nadie Lo sigue. "Está solo" me dice La Señora. "Va solo por el mundo y todo seguirá de mal en peor hasta que en un cierto momento suceda algo grave y de repente la Cruz quede plantada en medio del mundo. Ahora sí que tienen que mirar, quieran o no".

Entonces veo muchas imágenes extrañas. Veo caer cruces gamadas (cruces nazis) bajo la Cruz, las veo caer. Después veo estrellas; todas caen; hoces y martillos: todo cae bajo la Cruz. Veo rojo; lo rojo no desaparece del todo. La Señora dice: "Todos miran hacia arriba. Ahora, de repente, sí que quieren, pero a costa de… Estaba todo negro sobre el globo, pero ahora todo está iluminado. Ya ves que nada tiene importancia".

La mano se me vuelve más ligera. Después veo de nuevo a La Señora de pie, con el rosario, y dice: "Seguid rezando; ¡todo el mundo!". Ella señala la Cruz y dice: "Todo el mundo tendrá que volver a ella, desde el más grande al más pequeño, tanto el pobre como el rico; pero costará mucho". 

Ahora veo el globo terrestre ante mí, y La Señora, poniendo un pie sobre él, dice: "Yo pongo el pie sobre el mundo. Yo los ayudaré y los conduciré hasta la meta, pero tienen que escuchar". Entonces todo desaparece ante mis ojos.

Respuesta  Mensaje 15 de 26 en el tema 
De: Capullo Enviado: 12/05/2012 06:16

MENSAJE 6
3 de enero de 1946


Oigo aquella voz decir: "Inglaterra, ¡cuidado!" Entonces veo Inglaterra y en Inglaterra una iglesia grande. Percibo en mi interior: Abadía de Westminster. Luego veo un obispo; no es de nuestra Iglesia. Percibo en mi interior: ése es un obispo de Inglaterra."Lucha". Me siento tan extraña, y es como si todo mi interior cambiara, no sé explicar cómo.

Miro de pronto hacia arriba, a mi izquierda y veo otra vez a La Señora de pie. Está toda vestida de blanco y está un poco en alto. Me señala algo. Yo miro, y veo Inglaterra otra vez ante mí. La Señora me dice: "Habrá una lucha en toda Europa y afuera también". Un sentimiento pesado y paralizador y un gran cansancio espiritual se apoderan de mí. La Señora dice: "Es una grave lucha espiritual".

Entonces La Señora me dice: "Ven" y señala mi mano. Es como si en ella me pusieran una cruz. Ahora La Señora indica lo que tengo que hacer. Yo paso alrededor de la tierra con la cruz en la mano y tengo que mostrarla. Entonces La Señora me dice: "Sí, mira esa Cruz". Lo hago, y mientras la miro, la cruz desaparece de mi mano y cierro el puño. También esto he de mirarlo. Entonces dice La Señora: "Ahora mira otra vez la Cruz". Y la cruz está de nuevo en mi mano. La Señora amonesta con el dedo y dice: "Quieren transformar esa Cruz en otras cruces".

Ahora veo diferentes cosas dando vueltas ante mis ojos; comunismo y una especie de corriente nueva que vendrá, una combinación de símbolos nazis y de comunismo.

La Señora dice: "Después veo otra vez ese obispo, que tiene que ver con Inglaterra. La Señora me la señala, y entonces veo sobre la cabeza de ese obispo la palabra Los cristianos se cansarán de luchar". Ella acentúa la palabra "cansarán", y yo siento un cansancio espiritual que se apodera de mí. La Señora señala algo delante de mí y veo un arenal, un desierto. Allí colocan un púlpito. Luego desaparece el púlpito y vuelvo a ver rápidamente el desierto ante a mí. Oigo una voz que grita algo en un idioma extraño, antiguo. Esta escena se repite un par de veces rápidamente ante mis ojos.

Después La Señora señala algo y veo el Vaticano. Es como si diera vueltas en medio del mundo. En el Vaticano veo el Papa con la cabeza levantada y dos dedos en alto. El Papa mira seriamente adelante y yo me doy tres golpes de pecho.

Después veo de pronto a alguien a caballo y con armadura. Cuando pregunto quién es, me responden: "Juana de Arco". Detrás de ella veo de repente surgir una gran catedral. Yo pregunto qué iglesia es y oigo dentro de mí: "Esa es la Catedral de Reims". Veo entonces venir un cortejo que va hacia la iglesia. Es un cortejo de tiempos antiguos, con alguien a caballo que lleva un escudo y una espada; a su alrededor hay muchos escuderos. Yo oigo: "Borbón". Siento entonces: Eso es para más tarde.

Después tengo que mirarme las manos y yo represento a la humanidad. "Están vacías", le digo a La Señora. Ella mira y entonces tengo que juntarlas, levantando los ojos hacia Ella. La Señora me sonríe; es como si bajara un peldaño, y dice: "Ven". Luego es como si fuera con Ella por el mundo. Después siento un enorme cansancio y le digo a La Señora: "Estoy tan cansada, tan desesperadamente cansada". Siento el cansancio en todo el cuerpo. Pero La Señora me lleva aún más lejos. Entonces miro hacia delante y veo ante mí con letras grandes la palabra "Verdad". La leo en voz alta y proseguimos. La Señora menea la cabeza. Mira muy seria y triste y me dice: "¿Ves tú la caridad?"

Me miro de nuevo las manos y digo: "Estas manos están vacías". La Señora me toma otra vez de la mano y seguimos adelante.
Mientras veo ante mí un enorme vacío, oigo que La Señora pregunta: "Justicia, igualdad, ¿dónde está todo eso?"

Entonces veo otra vez la Cruz en el centro del mundo, y La Señora la señala. Yo tengo que llevarla, pero vuelvo la cabeza. Parece como si yo representase a la humanidad y rechazara la Cruz. "¡No!" dice La Señora. "Hay que levantarla y ponerla en el centro. Habrá una categoría de hombres que lucharán, que lucharán por ella, y yo los llevaré a ella". Mientras Ella dice esto, siento un horrible dolor en todo el cuerpo, hasta gemir. "Ay, cuanto duele", le digo a La Señora. Después oigo una voz gritar muy fuerte: "¡Jericó!", y La Señora vuelve a estar en pie en su lugar, en lo alto. Ella mira hacia abajo, me mira y dice: "Ha de ser anunciado lo que te he dicho, de lo contrario no habrá paz".

Veo entonces al Papa ante mí, rodeado de un grupo grande de eclesiásticos y otros señores. "Parece que están en una conferencia", digo yo. Hablan con vehemencia, a veces parece como si estuvieran enojados. La Señora dice: "Esa es la lucha espiritual, que se extiende por el mundo. Es más grave que la otra y el mundo es minado".

Entonces voy como por encima de la tierra y es como si excavara el suelo. Parece como si me fuera enterrando cada vez más bajo tierra y que fuera por toda clase de pasadizos. Después todo se detiene de repente y oigo de pronto: "Aquí estoy". Entonces oigo una voz que dice: "Ego sum" (En latín: “Yo Soy”), y digo en voz baja: "Y el mundo es pequeño". Entonces La Señora dice, mientras señala con el dedo: "Ve y difúndelo". Y de repente todo desaparece.

Respuesta  Mensaje 16 de 26 en el tema 
De: BarBii Enviado: 17/05/2012 04:16
Las apariciones de la Santísima Virgen María como "La Señora de todos los Pueblos" se sucedieron en Amsterdam entre los años 1945 - 1959 a través de la vidente Ida Peerdeman, una sencilla mujer holandesa.

Nuestra Señora se aparece a Ida de pie con los brazos y las manos extendidos hacia abajo, de sus palmas salen
tres rayos que Ella denomina de "Gracia, Redención y paz" para todas las naciones. Aparece vestida de túnica blanca traslúcida hasta los pies, con un paño amarillo alrededor de su cintura y otro igual sobre su cabeza, mostrando sus ondulados y oscuros cabellos sobre los hombros. Sus pies se ven descalzos posados sobre la esfera del mundo, que aparece rodeado de corderos. A su espalda y a la altura de su cabeza, la Cruz de su Hijo Jesucristo. Y entre una gran luminosidad, formando un arco de un extremo a otro de la Cruz, se leen en holandés las palabras
"La Señora de todos los Pueblos"

La Señora y Madre de todos los Pueblos da mensajes de vital importancia para la humanidad, cargados con advertencias y exhortaciones. Al mismo tiempo nos habla de esperanza y nos ofrece la promesa de la salvación.
Tras
50 años de investigación exhaustiva, el 31 de mayo del año 2002, las apariciones de "La Señora de todos los Pueblos" recibieron la aprobación eclesiástica oficial y el reconocimiento de su origen sobrenatural, por el obispo de la diócesis local de Haarlem en Holanda.

Respuesta  Mensaje 17 de 26 en el tema 
De: Anthonela Enviado: 19/05/2012 05:12
LA SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS
MADRE DE TODOS LOS PUEBLOS
Por la proclamación del dogma de María como Corredentora, abogada y mediadora 
 
Las apariciones de la Santísima Virgen María como "La Señora de todos los Pueblos" se sucedieron en Amsterdam entre los años 1945 - 1959 a través de la vidente Ida Peerdeman, una sencilla mujer holandesa.

Nuestra Señora se aparece a Ida de pie con los brazos y las manos extendidos hacia abajo, de sus palmas salen
tres rayos que Ella denomina de "Gracia, Redención y paz" para todas las naciones. Aparece vestida de túnica blanca traslúcida hasta los pies, con un paño amarillo alrededor de su cintura y otro igual sobre su cabeza, mostrando sus ondulados y oscuros cabellos sobre los hombros. Sus pies se ven descalzos posados sobre la esfera del mundo, que aparece rodeado de corderos. A su espalda y a la altura de su cabeza, la Cruz de su Hijo Jesucristo. Y entre una gran luminosidad, formando un arco de un extremo a otro de la Cruz, se leen en holandés las palabras
"La Señora de todos los Pueblos"

La Señora y Madre de todos los Pueblos da mensajes de vital importancia para la humanidad, cargados con advertencias y exhortaciones. Al mismo tiempo nos habla de esperanza y nos ofrece la promesa de la salvación.
Tras
50 años de investigación exhaustiva, el 31 de mayo del año 2002, las apariciones de "La Señora de todos los Pueblos" recibieron la aprobación eclesiástica oficial y el reconocimiento de su origen sobrenatural, por el obispo de la diócesis local de Haarlem en Holanda.

Respuesta  Mensaje 18 de 26 en el tema 
De: Wendy Enviado: 20/05/2012 07:55

Respuesta  Mensaje 19 de 26 en el tema 
De: Tina-3 Enviado: 26/05/2012 06:30

Respuesta  Mensaje 20 de 26 en el tema 
De: Mirada-De-Angel Enviado: 28/05/2012 05:28
MADRE DE TODOS LOS PUEBLOS

Respuesta  Mensaje 21 de 26 en el tema 
De: Mirada-De-Angel Enviado: 04/06/2012 05:19

MENSAJE 7
7 de febrero de 1946

De repente veo a La Señora de pie. Amonesta con el dedo y dice: "Observa Europa y advierte a los pueblos de Europa". La Señora mira muy seria y dice: "Ora et labora" (En latín: "Reza y trabaja") Y de nuevo amonesta con el dedo. Entonces La Señora me enseña un lobo que va y viene ante mí. Este animal desaparece de pronto. Entonces Ella me muestra una cabeza de oveja y alrededor de ella unos cuernos entrelazados entre sí. Entonces dice La Señora otra vez: "Europa tiene que tener cuidado; advierte a los pueblos de Europa".

Después Ella me muestra Roma. Veo muy claro el Vaticano, que da vueltas. Es como si La Señora me hiciera una señal con el dedo y dice: "Ven, obsérvalo bien". Entonces alza tres dedos y a continuación toda la mano, los cinco dedos. Eso lo repite un par de veces delante de mí. "Mira bien y escucha", dice Ella. "Oriente contra occidente". Entonces oigo decir a La Señora otra vez:
"¡Cuidado, Europa!".

Ahora veo de pronto a Inglaterra delante de mí. La Señora da como un paso hacia abajo, como si pusiera el pie sobre Inglaterra. Miro bien, y veo que La Señora cruza los brazos y advierte de nuevo. Le oigo decir: "Ay de ti, Inglaterra". La Señora me hace una seña otra vez para que mire bien. En seguida veo Roma otra vez ante mí y veo al Papa sentado. El Papa tiene en la mano un libro abierto, que me muestra. No logro ver qué libro es. Entonces el Papa lo hojea por todas partes. Oigo decir a La Señora: "Pero ahí hay mucho que cambiar", e indica donde se encuentra el Papa. Mira muy seria y sacude la cabeza. Otra vez La Señora levanta tres dedos y luego cinco. De pronto me siento confunsa y oigo que La Señora dice: "Otra vez vendrán nuevas calamidades sobre el mundo".

Veo una planicie frente a mí; allí es depositado un enorme huevo. Y mientras yo miro, veo un avestruz que huye velozmente.
Después veo muchos niños negros delante de mí. Entonces veo de nuevo una advertencia y veo niños blancos. Se me muestra una representación en que Nuestro Señor está con los niños a su alrededor. Es una Figura luminosa la que veo. Oigo: "Dejad que los pequeños vengan a Mí". Y veo que está escrito: "A los niños hay que educarlos en la doctrina cristiana".

Luego veo delante de mí un fragmento de un mapa. Oigo: "Judá" y veo escrito: "Jerusalén". Entonces veo de repente dos líneas con una flecha en los extremos. En un extremo está escrito: "Rusia" y en el otro: "América".

Entonces es como si yo con La Señora estuviéramos paradas sobre el globo de la tierra. La Señora me señala algo y veo claramente la luna frente a mí. Algo llega allá volando; lo veo llegar a la luna. Yo digo: "Ahí llega algo a la luna". (Ida reconoció esta imagen, cuando en 1969 vio por televisión la llegada del hombre a la luna.) Es como si yo flotara en el espacio. Todo es extraño a mi alrededor y digo: "Una especie de fenómeno natural".

Entonces oigo decir a La Señora: "Pueblos de Europa, reuníos. Esto aquí no anda bien". En medio de Europa veo Alemania y es como si ese país quisiera salir de ahí. Entonces veo otra vez Inglaterra y ahora tengo que sostener con las dos manos fuertemente la corona. Es como si la corona oscilara y yo tuviera que tenerla firme sobre Inglaterra. Oigo: "Inglaterra, sé consciente de tu misión. Inglaterra, tendrás que regresar al Altísimo, The Highest". Y ahora La Señora se va de repente.

Respuesta  Mensaje 22 de 26 en el tema 
De: Solita Enviado: 17/06/2012 04:21

MENSAJE 8
25 de febrero de 1946

Veo una luz brillante y en lo alto veo a La Señora. Ella indica hacia abajo y veo Europa ante mí. La Señora mueve la cabeza. A sus pies veo pequeños angelitos que se cubren la cara con las alas. Hay una gran luz que rodea a La Señora. Cuanto más miro la tierra, más oscura se pone; La Señora me la indica.

De nuevo levanto los ojos hacia Ella. Me indica la tierra con rostro severo y ahí, en la oscuridad, veo escrito: "Verdad". Veo otra vez los angelitos a los pies de La Señora, que de nuevo se cubren el rostro con las alas. La Señora me dice: "Tienes que advertirles. La Verdad se ha perdido". Me pregunto: ¿Cómo puedo yo hacerlo? La Señora señala hacia abajo y dice: "Ve y difúndelo" y con el dedo indica el mundo. Allí veo muchos eclesiásticos y muchas iglesias, pero no claramente.
 
Otra vez La Señora señala el mundo y dice: "Busca a ver si puedes encontrarlo a Él". Yo busco y busco, y le digo a Ella: "Me canso y siento un grande dolor". De repente veo salir de Ella una Cruz grande y larga. Es como si alguien la arrastrara, pero no logro ver Quien es la Persona, sólo la Cruz. La Cruz va bajando por un largo camino a la tierra y de pronto la veo levantada en el centro del mundo. Miro otra vez a La Señora y veo una larga fila de personas que caminan; parecen peregrinos.
 
La Señora me dice: "¡Mira!", y traza sobre el mundo un semicírculo, un arco. Parece que Ella escribe algo ahí, y leo en voz alta la palabra "Verdad", puesta en el centro. Luego escribe una palabra a la izquierda, y leo "Fe"; después a la derecha y leo "Amor". La Señora señala estoy dice: "Ve y difúndelo". Entonces señala de nuevo el arco y dice: "Eso tiene que volver. Aparentemente hay, pero en realidad no lo hay". Y mira muy afligida.

Después tengo que decir: "Calamidad tras calamidad, calamidades naturales". Entonces veo escrita las palabras "Hambre" y "Caos Político". La Señora dice: "Ésto no es sólo para tu país, sino para todo el mundo". Me da entonces un dolor tremendo y digo: "Ése es otro período de opresión y de dolor que vendrá sobre el mundo". Entonces veo la palabra "Desesperado". Después vuelve la luz a mi alrededor y veo a La Señora que baja y me indica las tres palabras: "Verdad", "Fe" y "Amor". Le Señora sonríe y me dice: "Pero habrá que aprender muchísimo".

Ella me indica de pronto a la derecha, y veo sentado alguien, con una larga barba blanca. Lleva un vestido largo y tiene dos dedos juntos levantados. Tiene un libro voluminoso bajo el codo y delante de él hay una llave grande. Desaparece esa imagen y La Señora dice otra vez: "Mira", y me muestra ahora otra cosa. Es una piedra grande, sobre la cual yace un cordero. Oigo decir: "Ecce Homo". (En latín: “He aquí al Hombre".) De repente La Señora se va y también la luz.

Respuesta  Mensaje 23 de 26 en el tema 
De: BiBa Enviado: 05/07/2012 05:27
MADRE DE TODOS LOS PUEBLOS

Respuesta  Mensaje 24 de 26 en el tema 
De: BiBa Enviado: 16/07/2012 20:37

MENSAJE 9
29 de marzo de 1946

Veo a La Señora otra vez de pie. Tiene un Niño en brazos. El Niño tiene una aureola en torno a su cabeza y brilla por todas partes. Es como si La Señora bajara y ahora la veo de pie sobre el globo de la tierra. La esfera terrestre gira debajo de Ella. La Señora me mira y dice: "Ven, sígueme". Voy tras Ella y pareciera que camináramos sobre el globo. La Señora se vuelve hacia mí y me dice: "A Él... –indicando al Niño– ...quiero traerlo de nuevo al mundo".

Pero mientras dice eso, La Señora mueve la cabeza como diciendo que no. Yo miro al Niño y, mientras lo miro, el Niño se convierte en una Cruz. De repente, la Cruz cae delante de mí y se rompe en pedazos. Miro el mundo y veo que está en tinieblas. Entonces oigo exclamar a La Señora: "¡Tráelo de nuevo al mundo!", indicando la Cruz rota.

Ahora veo de repente la Cruz, otra vez entera, plantada en el centro del mundo. A su alrededor hay toda clase de personas, que sin embargo vuelven la cabeza. Yo me siento muy cansada y se lo digo a La Señora, pero Ella me sonríe. Después la veo sentada en una especie de trono; tiene otra vez al Niño en su regazo. El Niño resplandece por todas partes. La Señora dice: "Primero hay que volver a Él; sólo entonces habrá verdadera paz". Ella acentúa la palabra "verdadera". Entonces aparecen unas palabras, formando un arco, alrededor de La Señora. Tengo que leer en voz alta: "Verdad". "¿Otra vez?", digo, y miro a La Señora. Ella asiente con la cabeza, como diciendo que sí. Esa está en el centro. Entonces leo a la izquierda: "Justicia" y a la derecha: "Caridad".

Después de leer esto, veo a sus pies un león de piedra con una aureola de luz en torno a la cabeza. Detrás del trono, veo aparecer torres e iglesias y veo también obispos. "No son de nuestra Iglesia", digo yo. Percibo en mi interior: ésa es la iglesia de Inglaterra. Mientras miro, se atraviesa una cruz en forma de X. Y veo que La Señora sonríe. El Niño sobre su regazo ya ha crecido; está ahora de pie y tiene un cáliz en la mano. Entonces veo una escalera al lado, y es como si yo subiera por ella. Llego arriba de la escalera y veo el siguiente símbolo: una X con una P encima. (Símbolo griego de Cristo.)

La Señora dice: "La religión va a sostener una dura batalla y querrán pisotearla. Eso será de una manera tan refinada, que casi nadie se dará cuenta. Pero yo advierto". Ella mira muy seria e indica el cáliz. Le oigo decir: "Christi Regnum", (En latín: “Reino de Cristo”) y después veo Jerusalén delante de mí; eso se me dice. Allí hay una lucha y veo unos sacerdotes armenios frente a mí. Después levanto dos dedos. Veo de nuevo a La Señora en su trono con todo alrededor, y veo ahora la iglesia inglesa, una iglesia rusa, una iglesia armenia y muchas otras más. Éstas dan vueltas y vueltas entre sí. La Señora mira preocupada y le oigo decir: "¡Roma, ten cuidado!" Ella dice estas palabras con fuerza y cierra el puño. Entonces La Señora desaparece de repente.

Respuesta  Mensaje 25 de 26 en el tema 
De: Maryanela Enviado: 23/09/2012 20:21
MADRE DE TODOS LOS PUEBLOS

Respuesta  Mensaje 26 de 26 en el tema 
De: Zerimar Enviado: 26/09/2012 03:09


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