Arrojar Flores
Jesús, Amado mío, al pie de tu calvario
quiero, todas las tardes, arrojarte mis flores,
deshojarte mi rosa -mi rosa primaveral-
y enjugar con sus pétalos tu llanto, mi Señor.
¡Arrojarte mis flores, ofrecerte en primicia
sacrificios pequeños, mis suspiros más leves,
mis dolores más hondos, y mi dicha y mis penas…,
arrojarte mis flores y mi rosa, Señor!
De tu inmensa belleza se ha prendado mi alma.
Yo quiero prodigarte mis flores y perfumes,
por tu amor arrojarlos sobre el ala del viento
e inflamar corazones para ti, mi Señor.
Poesía de Teresa de Lisieux