A eso...
A eso de caer y volver a levantarte, de fracasar y volver a comenzar, de seguir un camino y tener que torcerlo, de encontrar el dolor y tener que afrontarlo. A eso no le llames adversidad, llámale sabiduría.
A eso de sentir la mano de Dios y saberte impotente, de fijarte una meta y tener que seguir otra, de huir de una prueba y tener que encararla, de planear un vuelo y tener que recortarlo., de aspirar y no poder, de querer y no saber, de avanzar y no llegar. A eso no le llames castigo, llámale enseñanza.
A eso de pasar juntos días radiantes, días felices y días tristes, días de soledad y días de compañía. A eso no le llames rutina, llámale experiencia.
A eso de que tus ojos miren y tus oídos oigan, tu cerebro funcione y tus manos trabajen, tu alma irradie, tu sensibilidad sienta, y tu corazón ame. A eso, no le llames poder humano, llámale milagro divino...
Algo
Los niños y los inmaduros sólo conocen "todo o nada"; el hombre adulto sabe que lo único real es siempre "algo".
Si cuidas una abeja, habrá más miel en el panal. Si evitas una injusticia, habrá más justicia en el mundo.
Si cultivas un rosal, habrá más rosas en el jardín. Si amas, Dios estará más presente en el mundo.
Si siembras un grano de trigo, habrá más pan sobre la tierra. Si creces tú como persona, habrá más humanidad en el mundo.
Si enciendes una vela, habrá más luz en la noche. Si vives en la verdad, habrá menos mentira en el mundo.
Si cuidas un nido de golondrinas, habrá más golondrinas en primavera. Si vives en libertad, habrá más libertad en el mundo.
Si enciendes un fuego, habrá menos frío en el invierno. Si irradias tu alegría, habrá menos tristezas en el mundo.
Si esperas cambiar tú cuando haya cambiado el mundo, morirás sin haber vivido; si comienzas cambiando tú, ya estás cambiando el mundo...
|