La Presidenta y el Papa intercambiaron regalos
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner regaló al papa Francisco un equipo de mate, realizado por cooperativistas del plan "Argentina Trabaja", un poncho de vicuña, también realizado por cooperativistas y una réplica de la placa que recuerda el acerdo del Beagle. Recibió un libro de la Celam.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en su declaración a periodistas de todo el mundo que cubrieron su encuentro con el papa Francisco, detalló los regalos mutuos que se intercambiaron.
“Quería compartir con ustedes el encuentro que mantuve con Francisco, nuestro papa, no porque sea argentino, es de todos aquellos que comparten la fe católica y creen en Dios”, dijo.
“Obviamente su primer encuentro fue de agradecimiento mutuo, el mío por haber recibido la invitación para compartir su ultimo almuerzo antes de ser ungido ritualmente en la ceremonia que se llevará maña en Plaza de San Pedro como papa”.
Dijo que el Papa le agradeció “que yo vinera a almorzar; me asombro ¿cómo no iba a venir a almorzar? me gusto ese gesto que remarcó lo que sin duda son sus rasgos distintivos: la sencillez”.
Detalló que luego del intercambio de regalos el Papa le entregó un libro, que contiene las conclusiones de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (Celam) sobre diversos temas, que es de consulta de los jefes de Estado, pues contiene el mensaje de los obispos latinoamericanos sobre determinados temas.
Luego le entregó una copia de la placa en la cual figura su nombre, junto a la ex presidenta de Chile, Michael Bachelet, y de Benedicto XVI, a 30 años de celebrarse paz de Beagle. A su vez el Papa le entregó un mosaico sobre la fundación de la Basílica de San Pedro.
“Le entregue y también y lo más importante un regalo íntimo y casi personal, que fue una rosa blanca en representación de Santa Teresita, que su santa preferida, a quien siempre la rece que la guardara junto a mis cosas”.
Luego detalló el regalo del equipo de mate, realizado por integrantes de la cooperativa Argentina Trabaja, que consiste en un termo, una matera, una azucarera y una yerbatera, con una bombilla “para que siga tomando mate, como siempre”.
También le obsequió un poncho de vicuña, también realizado por cooperativas de trabajo, “para que lo abrigue aquí del frio romano, europeo, hecho en Catamarca; lo usa mucho lo he visto en Buenos Aires con poncho”, expresó la Presidenta.