si es que realmente nos fallan o si somos nosotros los que
fallamos. Quizás, exigimos más de lo que los demás pueden
ofrecernos y, posiblemente, nos exigimos demasiado a
nosotros mismos y pensamos, que todas las personas
son iguales.
A veces vivimos pensando en los demás y nos olvidamos
de que necesitamos tiempo para nosotros mismos.
Muchas veces sentimos que nos fallan, pues todos somos
diferentes, y pretendemos que los demás piensen
como nosotros.
Otras veces, nos aferramos a las personas sin buscar más
allá de lo que vemos.
Cuando sentimos que alguien nos falla,
es porque hemos dado mucho de nosotros
y nos duele el pensar que aquella persona,
en la cual hemos depositado nuestros secretos
y nuestra confianza, nos ha traicionado.
Lo mejor es...
Lo que no quieres que se sepa, no lo digas...
Lo que tengas miedo de afrontar, no lo hagas...
Pero si lo dices o lo haces, prepárate por si se sabe...
Eso sí, si conoces a alguien que piensas, que merece
tu total confianza:
¡No lo pierdas!...pues es como encontrar una lágrima
caída en el océano o un grano de arena azul en el mar..
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(Texto de la red)