LA MEDALLA MILAGROSA
a Santa Iglesia ha fomentado, bendecido
e indulgenciado innumerables veces
la piadosa práctica de llevar colgada...
del cuello alguna medalla en
honor de María.
Entre las que ha prevalecido se encuentra
la llamada Milagrosa, que la misma Virgen
María inspiró a la humilde Hija de la
Caridad , Santa Catalina Labouré, y a la que va
anexada la hermosa jaculatoria:
¡Oh María, sin pecado concebida!
rogad por nosotros que recurrimos a Vos.
Oración:
Postrado ante vuestro acatamiento,
¡Oh Virgen de la Medalla Milagrosa!,
y después de saludaros en el augusto misterio
de vuestra concepción sin mancha, os elijo,
desde ahora para siempre, por mi Madre, Abogada,
reina y Señora de todas mis acciones y
Protectora ante la majestad de Dios.
Yo os prometo, Virgen purísima, no olvidaros
jamás, ni vuestro culto ni los intereses de vuestra
gloria, a la vez que os prometo también promover en
los que me rodean vuestro amor.
Recibidme, Madre tierna, desde este momento
y sed para mí el refugio en esta vida
y el sostén a la hora de la muerte. Amén
(De Facebook)