Despierta, si, cerrada
caverna de coral. Voy por tus breñas,
cabeceante, ciego, perseguido.
Ábrete a mi llamada,
al mismo sueño que en tu gruta sueñas.
Tus rojas furias sueltas me han mordido.
¿Me escuchas en lo oscuro?
Sediento, he jadeado las colinas
y decendido al valle donde empieza el caminar más duro,
pues todo , aunque cabellos, son espinas,
montes allí rizados de maleza.
¿Duermes aún? ¿No sientes
con mi flor, brillante y ruborosa
la piel, extensa y alta se desnuda,
y con los labios calientes
_coral los tuyos y los mios rosa_
besa la noche de tus labios muda?
¡Despierta!...
AVE