¡No te impacientes!
No tengas prisa por llegar al fin.
Deja que el tiempo madure los frutos, de modo que puedas recogerlos a punto.
Camina con seguridad y constancia, porque todo nos llegará en lo hora justa y oportuna.
Los frutos madurados a la fuerza, no son tan sabrosos como los que maduran naturalmente.
Aprende a esperar con paciencia y no te desanimes
A/D
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