“Reza, espera y no te preocupes. La preocupación es inútil. Dios es misericordioso y escuchará tu oración…
La oración es la mejor arma que tenemos; es la llave al corazón de Dios.
Debes hablarle a Jesús, no solo con tus labios sino con tu corazón.
En realidad, en algunas ocasiones debes hablarle solo con el corazón…”
-Padre Pío