Sueños del Paraíso, de un hombre
indiferente, de una mujer que ignora su desnudez vibrante, de malévola
astucia bajo piel de serpiente, de monótonas horas, ociosidad
constante.
Apacible murmullo de la voz seductora que descubre y
describe rigor de cautiverio; el sueño idealizado, la oferta tentadora, y
la miel en los labios del más dulce adulterio.
Brevería Nº
684
Confidencias
Me confesó el secreto y la delicia de cada seducción, cada
aventura, al aire libre o en la noche oscura, con un brillo en sus ojos
de malicia.
Respondía su mano a mi caricia, amalgamando extática
dulzura a cada refinada travesura, viendo yo más notoria mi
impericia.
Hablaba, hablaba de cada experiencia con la sensualidad y
la inocencia de quien practica acciones naturales.
Y naturales eran.
Prontamente le sometí mi corazón, mi mente, y todos mis instintos
animales.