De la Tentación al Pecado
Por: Jorge L. Trujillo
Santiago 1: 13-15, Génesis 3: 1-24
"13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; 14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. 15 Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte".
(Santiago 1: 13-15)
El diablo me hizo hacerlo
Muy a menudo hemos escuchado de la boca de pastores, ministros, laicos y otras personas que han caído en pecado, utilizar la famosa frase "el diablo me hizo hacerlo". Es una aseveración que se hace hoy muy a menudo solo para sentirse libre de toda culpa, pero, ¿Cuan cierto será eso? Es verdad que el diablo es un malhechor y desea por todos los medios que hagamos lo que va en contra de Dios; pero ¿Quien es últimamente responsable por los pecados cometidos, el diablo o la persona quien comete el pecado?
De acuerdo a la Biblia, podemos ver que el ser humano será siempre responsable por todas sus acciones, malas o buenas. Que pensaría si dijéramos a alguien que ha hecho algo bueno que la recompensa por esa buena obra será dada a Dios. Pues si el Diablo es quien se lleva la culpa por todo lo malo que se hace, seria lógico pensar que Dios debe llevar la recompensa por todo lo que se hace bueno. Seguramente algunos protestarían ante tal proposición (aunque es muy cierto que toda buena dadiva viene de Dios y sin él nada podemos hacer); Sin embargo cuando cometemos alguna falta o hacemos algo indebido rápidamente tratamos de buscar a quien echarle la culpa de lo sucedido. Acusamos a alguien que esté cerca o que directa o indirectamente este relacionado con lo sucedido; si la ofensa es muy clara y sabemos que somos los únicos responsables por lo cometido, entonces podemos fácilmente decir: "el diablo me hizo hacerlo" y así quitar de nosotros toda culpa.
De acuerdo a la lectura en Santiago 1:13-15, podemos comprender la forma como el pecado se desarrolla hasta que llega a suceder en la vida del ser humano. Podríamos entonces decir que el pecado es un proceso que comienza con un simple mal pensamiento al cual la Biblia llama 'tentación’.
Tentación
Significa poner a prueba o solicitar al mal. El ser tentado no constituye pecado, el ceder a la tentación, si constituye pecado. El Diablo o Satanás puede de alguna forma, quizás, crear la situación para que se produzca la tentación, pero el jamás podrá hacer que nadie haga algo que la persona no quiera hacer. Tomemos el ejemplo de Cristo mismo:
Mateo 4
Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. 2Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 4 El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, 6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti,y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra.7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, 9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. 10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.
El problema no está en ser ‘solicitado a pecar’, sino ceder ante tal solicitud. Como vemos, Jesús fue tentado, solicitado a pecar, pero el no pecó:
Hebreos 4:15
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
Aunque Cristo tenía un cuerpo de carne, no tenía una concupiscencia pecaminosa. Esto prueba que cuando la Biblia se refiere a “la carne”, no se refiere a lo físico sino a la naturaleza caída. Cristo no tenía una naturaleza caída aunque tenía un cuerpo carnal. A diferencia de Cristo nosotros tenemos ambas cosas, un cuerpo de carne, y una naturaleza caída, por eso debemos depender constantemente de Dios y su Espíritu Santo para vencer las tentaciones y controlar la naturaleza carnal.
El proceso del Pecado
Si somos creyentes, el diablo no tiene poder sobre nuestras vidas. Pues ya no le pertenecemos a él. El que no ha nacido de nuevo no es de Dios, son del diablo, este tiene control de sus vidas. Pero esto no quita la responsabilidad por sus hechos, pues son ellos quienes han escogido seguir en pos del "príncipe de este mundo" Efesios 2:2. y "Dios les ha entregado a las concupiscencias de sus corazones". Romanos 1:24-32.
1. Mala concupiscencia - Deseos que provienen de la mente (el corazón) y que van contra la ley de Dios.
Los malos deseos de la mente son los que provocan al hombre o la mujer para que haga lo indebido (pecado.) Por esta razón es tan importante que estemos llenos del espíritu, para controlar los malos deseos de la carne. Tanto Jesús como Pablo apuntan hacia “la carne” o la naturaleza carnal como el origen de los pecados:
Mateo 15
19Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.
Gálatas 5
16Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.18Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
2. Tentación (la propia concupiscencia actúa para tentar)
· Atracción - Como se atrae una victima con una carnada para poder atraparla
El diablo o la carne trataran de atraer a la victima para que caiga en pecado. Aunque Dios no envía la tentación, esta es de cierto modo permitida por Él quien en medio del problema nos da la salida para que podamos vencer contra el pecado.(1 Corintios 10:13.)
· Seducción / Engaño - La palabra seducción tiene connotación del ser engañado. La concupiscencia engañara al individuo con el fin de hacerlo hacer aquello que es indebido.
3. Concepción
Santiago compara esta etapa del pecado con la de la etapa de gestación o desarrollo de un niño en el vientre de la madre. La concepción es el momento cuando la criatura se comienza a formar u obtiene vida dentro del vientre de su madre. Una vez este proceso a comenzado, si la criatura no es abortada, pronto nacerá como el fruto de aquella semilla que fue implantada en el vientre de la madre.
El pecado es concebido cuando (1. Seducción) se comienza a dar vueltas a las posibilidades de cometer aquello que aunque sabemos va contra la ley de Dios, nos promete algo que deseamos llegar a tener o alcanzar. Puede ser una relación con aquella bella joven, o aquel apuesto caballero, o quizás, aquella posición que tanto he deseado, o aquel dinero que me viniera tan bien en este tiempo de dificultad económica, o poderme vengar de aquella persona que me hizo algún daño, o quien sabe que otra cosa. (2. Engaño) Una vez damos cabida en nuestra mente a estos pensamientos y accedemos. (3. Concepción) se comete el pecado. "El pecado ha sido concebido".
Es interesante que sepamos que aunque este proceso de tentación (Seducción, Atracción) haya comenzado dentro de nosotros, todavía existe la posibilidad de no llegar a cometer el pecado (Concepción.) Se puede EVITAR EL PECADO antes que sea concebido. Si la persona se da cuenta que está en proceso de cometer un pecado puede arrepentirse (cambiar de mente), pedir perdón y desistir de su intento. El pecado una vez concebido, tal como el niño en el vientre de su madre, será dado a luz. Y tal como en el caso natural de atracción de un hombre y una mujer, mientras más tiempo pasa, más difícil será evitar la unión que provocará el embarazo.
Hay pecados que toman más tiempo que otros para ser desarrollados y concebidos. Algunos toman solo minutos para ser concebidos o cometidos, mientras que otros pueden llegar a tomar días o semanas. El primer pecado que se comete normalmente será más difícil, pero mientras pase el tiempo y cuando la persona se va acostumbrando a pecar, este proceso se hará cada vez más fácil. La persona se "puede" llegar a convertir en uno que practica el pecado. El tal no es de Dios de acuerdo a 1 Juan 3:8, pues se ha puesto bajo el dominio del diablo.