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Comunidad de Jesús Mesías
Luz A Las Naciones
Doble Identidad, Judío Por Elección Parte I
¿Pueden Los Gentiles Obtener Las Promesas Y Bendiciones De Los Judíos?
Por El Pastor Cohen G. Reckart
La nación Judía tuvo su origen con Jacob y sus doce hijos. Estos hijos se convirtieron en las cabezas de las doce tribus. Las tribus según secuencia de nacimiento y madres son: Rubén, Simeón, Leví y Judá de Lea; Dan y Neftalí de Bilha la sierva de Raquel, Gad y Aser de Zilpa la sierva de Lea; Isacar y Zabulón de Lea; y por último José y Benoni (Benjamín) de Raquel. Estos hijos tomaron por esposas a mujeres Gentiles de Canaán, excepto por José que se casó con una mujer Egipcia negra llamada Asenat (Gn. 38:2-12; 41:45; 46:10). Así, la nación de Israel después del nacimiento de los doce hijos comienza con mujeres Gentiles, que en matrimonio con estos doce hijos dieron nacimiento a la nación de Israel. Los doce hijos dieron nacimiento a la nación de Israel de las matrices de mujeres Gentiles.
No puede haber argumento aquí contra el hecho que estas mujeres Gentiles, a través del matrimonio, se habían convertido en uno con sus esposos y siguieron las tradiciones de Abraham, Isaac y Jacob en la adoración del único Dios verdadero. Ellas se convirtieron en Judías por elección por acuerdo de matrimonio y conversión al Dios de sus esposos. No cabe argumento contra el hecho que estas mujeres Gentiles y los hijos que les nacieron fueron identificados más adelante como Israelitas y Judíos. Además no puede haber argumento contra el hecho que éstas fueron conversas o prosélitas a través del matrimonio y fueron unidas a las promesas de Abraham, Isaac y Jacob. Si no fuera por las matrices de mujeres Gentiles que se convirtieron en Judías por elección no habría Israel hoy.
Los matrimonios mixtos de los descendientes varones de Jacob con mujeres Gentiles están claramente documentados en las Escrituras del Antiguo Testamento. Según el sagrado texto, setenta (70) almas descendieron a Egipto con Jacob. Aquí están los nombres y los sexos de aquellos que descendieron a Egipto: (1) Rubén, los hijos de Rubén; (2) Hanoc, y (3) Falú y (4) Hezrón y (5) Carmí. (6) Simeón, los hijos de Simeón, (7) Jemuel y (8) Jamín y (9) Ohad y (10) Jaquín y (11) Zohar y (12) Saúl hijo de la cananea. (13) Leví, los hijos de Leví; (14) Gersón, (15) Coat, y (16) Merari. (17) Judá, los hijos de Judá, (18) Er, (19) Onán, (20) Sela, (21) Fares, y (22) Zara: mas Er y Onán murieron en la tierra de Canaán. Los hijos de Fares fueron (23) Hezrón y (24) Hamul. (25) Isacar, los hijos de Isacar; (26) Tola, (27) Fúa, (28) Job y (29) Simrón. (30) Zabulón, los hijos de Zabulón; (31) Sered, y (32) Elón, y (33) Jahleel. La hija de Jacob (34) Dina. (35) Gad, los hijos de Gad; (36) Zifión, (37) Hagui, (38) Ezbón, (39) Suni, (40) Eri, (41) Arodi y (42) Areli. (43) Aser, los hijos de Aser; (44) Imna, (45) Isúa, (46) Isúi, (47) Bería y (48) Sera la hermana de ellos. Los hijos de Bería; (49) Heber y (50) Malquiel. (51) Benjamín, los hijos de Benjamín; (52) Bela, (53) Bequer, (54) Asbel, (55) Gera, (56) Naamám, (57) Ehí, (58) Ros, (59) Mupim, (60) Hupim y (61) Ard. (62) Dan, los hijos de Dan; (63) Husim. (64) Neftalí, los hijos de Neftalí; (65) Jahzeel, (66) Guni, (67) Jezer y (68) Silem. Cuando añadimos al (69) José ya en Egipto y (70) Jacob entonces hay setenta. Los dos hijos de José, Efraín y Manasés, no son contados.
De los setenta sólo hay dos mujeres, Dina la hija de Jacob y Sera (Sara) la hija de Aser. Absolutamente no puede haber argumento aquí contra el hecho que si Dina no se casó con uno de los hijos de sus hermanos, entonces ella tuvo que casarse con un hombre Gentil si ella realmente se casó. Si Sera no se casó con uno de sus primos entonces ella tuvo que casarse con un hombre Gentil. Recuerde, los Egipcios son un pueblo de raza negra que se estableció en la tierra de Ham.
Setenta almas menos Jacob quedan 69. 69 almas menos los doce hijos que ya tenían esposas quedan 57. 57 almas menos las dos mujeres quedan 55. Hay 55 varones solteros restantes en la lista anterior que no estaban casados cuando ellos descendieron a Egipto. Esto quiere decir que 55 nietos de Jacob tuvieron que tomar por esposas y engendrar niños de mujeres Gentiles, ...las Egipcias.
La nación de Israel, o los descendientes de Jacob se multiplicaron en Egipto a una grande y poderosa nación de las matrices de mujeres Gentiles que se convirtieron en Judías por elección. El entero significado de la palabra *prosélito* como ésta se relaciona a la religión Judía es Judío por elección. Nuevamente, estas mujeres Gentiles y sus hijos llegaron a ser identificados en las tribus de las cuales descendían sus varones esposos. Estos además adoptaron y heredaron todas las promesas hechas a Abraham, Isaac y Jacob. Estos se convirtieron en coherederos de todas las bendiciones y las promesas. Imagínese el color de piel. ¿Eran los Judíos originales realmente blancos?
De Egipto vino una gran multitud. De esta multitud está escrito que había también una multitud *mixta* (Éxodo 12:38). Que debemos entender de la palabra *mixta* excepto la *simiente mezclada* de los hijos, nietos, y bisnietos de Jacob hasta la cuarta generación con la línea de sangre Egipcia. Esta multitud de línea de sangre mezclada estuvo en pie en el Monte Sinaí con todos los demás y juraron al Dios de Abraham, Isaac, y Jacob que ellos harían todo lo que fuese ordenado de ellos aquel día (Éxodo 19:8). Esto en efecto fue una confesión de dos cosas: 1.) El Dios de Abraham, Isaac, y Jacob, se convertiría en su Dios y: 2.) El pueblo de Israel se convertiría en su pueblo. Después de este acuerdo de conversión la mixta y mezclada multitud se convirtieron en Judíos por elección y vino bajo el Pacto del Sinaí y ellos entonces después son contados con la nación de Israel. No hubo distinción entre éstos y los otros. Dios no hizo diferencia entre los Gentiles convertidos y aquellos que él consideraba Israelitas en el Monte Sinaí. Entonces la conversión a Dios y la disponibilidad de colocarse bajo la voluntad del Dios Todopoderoso como su adorador, fue considerado adopción al Israel de Dios. Entre los varones, el acto final de conversión era la circuncisión. La circuncisión se consideraba venir bajo las promesas y pacto obligatorio de Abraham que precedió a la Ley por 430 años. Desde entonces los niños nacidos de esta circuncisión fueron considerados Israelitas y miembros de sus respectivas tribus y esperaron por fe el cumplimiento de las promesas a Abraham sobre ellos. Este cumplimiento no tenía relación con la Ley la cual vino más tarde.
Una nota aquí de importancia, es que Abraham fue incircunciso toda su vida de fe en Dios por los primeros 100 años. El no se circuncidó hasta poco después del nacimiento de Isaac (Génesis 17:23; Romanos 4:11). Sara tuvo por esposo un hombre Gentil incircunciso. Sara concibió de un hombre Gentil que se circuncidó. Isaac fue engendrado por un padre Gentil, que era un Sirio Gentil de linaje racial (Dt. 26:5).
Abraham se circuncidó cuando Isaac nació. Ismael fue circuncidado y vino bajo el pacto. Los sirvientes de Abraham fueron circuncidados y vinieron bajo el pacto. Si la circuncisión es el trato cerrado de estar bajo las promesas del pacto a Abraham, entonces no quitemos a Ismael y su simiente de éste o a los sirvientes del mismo.
Revise que las promesas y pacto a Abraham fueron dadas y recibidas primeramente que la circuncisión. Entonces verá por qué el Apóstol Pablo podía decir que la circuncisión vino después de las promesas y pacto a Abraham. Por consiguiente, la circuncisión en sí misma era sólo una prueba o señal de las promesas y el pacto, y no el pacto mismo. Aquellos que creen en Jesús como el Mesías creen que Jesús prometió una nueva señal del pacto y ésta era el bautismo en agua. Así que, el bautismo en agua sería la señal o prueba de Dios mismo que una persona recibía la herencia de las promesas del pacto a Abraham. Esto cae primeramente sobre los Judíos verdaderos que debían entrar al Reino de Dios y luego más tarde también sobre los Gentiles conversos. Entonces el Apóstol Pedro podía referirse a la *promesa del Espíritu Santo* en Hechos 2:38 después del bautismo en agua como un don unido a las promesas del pacto a Abraham que sella el bautismo en agua. La circuncisión como un sello fue reemplazado por el bautismo en agua como el sello de recibir las promesas heredadas del pacto.
"En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión del Mesías (Cristo); sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos." (Col. 2:11-12)
Es aparente que Abraham tuvo alguna forma del bautismo en Espíritu antes de su circuncisión. Nosotros enseñamos que los Patriarcas tenían el bautismo del Espíritu sobre ellos y no en ellos. Pablo dijo que en el Nuevo Pacto, la circuncisión nada aprovecha sino la fe que obra por el amor (Gá. 5:6). El error de los Judíos llegó a ser que ellos dieron más valor al acto de la circuncisión que al tener y vivir en la fe religiosa de Abraham y el tener la experiencia externa del bautismo en Espíritu. La circuncisión se practicaba como un ritual sin esta fe religiosa y esto es lo mismo como si no hubiese circuncisión realmente:
"Pues en verdad la circuncisión aprovecha, si guardas la ley; pero si eres trasgresor de la ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión." (Romanos 2:25).
Los Judíos circuncisos piensan que ellos tienen eterna seguridad incondicional y que el pacto de la circuncisión de Abraham les asegura. ¡Esto es falso! Si ellos son trasgresores de la ley su circuncisión no es válida. Los Gentiles convertidos al Judaísmo tenían que hacer confesiones de fe en el bautismo en agua para vivir por ciertas creencias, prácticas, y costumbres, que eran en sí consideradas el santo culto del único Dios verdadero. ¿Podrían ser estos requerimientos menos para los Judíos que ya afirman salvación como el pueblo de Dios? ¿No era el propósito de Jesús en sus enseñanzas y doctrinas del bautismo en agua y Espíritu traer de vuelta la fe de Abraham, Isaac, Jacob y los Profetas (Mal. 4:6); que estaba ausente y faltante la cual validaría la circuncisión? ¿Y cuando ellos rechazaron esta fe, esta vida religiosa de los Patriarcas, no les vino a ser contada su circuncisión como incircuncisión?
El tópico de la conversión de los Gentiles es un gran debate. Si los Gentiles se convierten a las leyes y costumbres antiguas dadas a Moisés entonces los consideramos genuinos Israelitas, Judíos por elección. ¿Pero qué si un Gentil se convirtió a una práctica del Judaísmo que adoraba a Baal, Astoret, y Tamiz? ¿Sería esto una válida conversión? ¿Qué si un Gentil se convirtió a alguna perversión del Judaísmo que creyera en y practicara la brujería, hechicería, misticismo, o alguna forma de idolatría? ¿Sería esta conversión válida? ¿No sería valida la conversión sólo si ésta fuese en la fe, religión, y esperanza Mesiánica original de la nación? ¿Y, Judío o Gentil convertido, si ellos se apartaban del Pacto del Sinaí su fe, religión, y circuncisión originales continúan contando para ellos? ¿No estaba en pie Moisés en el Monte Ebal (Dt. 11:29) y dijo a la multitud, incluyendo a los conversos de la multitud mezclada, que si ellos no continuaban como ellos lo habían jurado a Dios, que ellos serían maldecidos y no contados como el pueblo de Dios (Dt. 28:63)? ¿Cómo entonces puede cualquier Judío o Gentil convertido que haya apostatado de esa expresada obligación ser considerados ellos aún como pueblo de Dios? ¿Israelitas? Quizá según la carne, pero un Israelita maldito no es de más estima para Dios que un Gentil maldito.
La conversión al Judaísmo es entonces un registro histórico verdadero. El problema de la conversión surge entre los creyentes del Nuevo Testamento desde el mismo principio. Los Fariseos y los Saduceos tenían el control de la conciencia religiosa de la nación de Israel en el tiempo del nacimiento de Jesús y los Apóstoles. Lea todo el Antiguo Testamento de principio a fin y no encontrará a las denominaciones de los Fariseos y los Saduceos en absoluto. Vaya al libro de Mateo y ellas están presentes en casi cada página. ¿Desde cuando ellas aparecieron si no estaban en el Antiguo Testamento?
La verdad es que ellas son sectas religiosas que llegaron a Israel de Babilonia, trayendo de vuelta consigo su propia versión del Judaísmo. Estas nuevas versiones habían incorporado la Ley y ordenanzas en sus tradiciones hechas por hombres. Sus tradiciones y opiniones hechas por hombres fueron hechas iguales a y en algunos casos superiores a la Ley misma. Dios había dicho no añadirás a la ley, y ellos de todas formas lo hicieron (Dt. 4:2). Ellos han creado una falsa Ley oral que afirman era secreta y conocida sólo por un selecto grupo en la sociedad. Bien, los Profetas antes de Babilonia ciertamente no sabían de tales supuestas místicas interpretaciones secretas para la Ley pública. Violar una de las tradiciones hechas por hombres de los Fariseos y los Saduceos (incluyendo la secreta ley oral), era lo mismo como si una persona hubiese violado los Diez Mandamientos. En algunos casos la pena de muerte era ejercida. En algunas de las Leyes de Moisés ellos quitaron la pena de muerte (adulterio, homosexualidad, fornicación, brujería, quebrantar el sabáth etc., o las usaban para su beneficio).
En esta alta controversial guerra religiosa entre las diferentes interpretaciones de los Fariseos, los Saduceos, y demás sectas judías, vino la lucha concerniente a la conversiones de Gentiles al Judaísmo Mesiánico de Jesús. Los Fariseos creían que si un Gentil no se convertía según sus tradiciones y practicaba su religión, que éstos no eran verdaderos convertidos. Los Saduceos sostenían lo mismo: si un Gentil no se convertía a su filosofía religiosa, entonces la conversión era considerada invalida. El conflicto religioso entre los Fariseos y los Saduceos concerniente a la interpretación Bíblica y conversión de los Gentiles era como un empate Mexicano. En algún punto parece haber habido alguna mediación entre estos dos grupos extremistas Babilónicos. Finalmente todo fue reducido a la circuncisión y al Fariseísmo cuando los Saduceos se extinguieron después del 70 d.C. Cada una de estas sectas aparentemente aceptaron las conversiones de los Gentiles si la circuncisión era practicada. Ellos intentaron traer de vuelta a los seguidores Mesiánicos de Jesús al templo usando primeramente esta artimaña, más tarde con diseños abordar otros aspectos de la fe ellos tramarían destruirlos.
Parte del antiguo ritual de conversión Talmúdico Fariseo incluía que el convertido entrara a una piscina o recipiente con agua hasta el cuello. Mientras en esta postura bautismal, el Rabino guiaba al candidato por una serie de preguntas todas las cuales tenían que responderse afirmativamente: 1.) ¿Por este acto renuncio a todas las demás religiones y a todos los demás dioses? 2.) ¿Por este acto está usted de acuerdo a estar sujeto a las Leyes, Ordenanzas y Costumbres del pueblo Judío? 3.) ¿Por este acto confiesa como Rut: "tu Dios será mi Dios, y tu pueblo será mi pueblo." Si estas preguntas son respondidas afirmativamente, testificado por otros, la conversión es considerada válida, completa y luego se lleva a cabo una celebración. La pregunta numero uno es considerada como el arrepentimiento, un volverse y apartarse de una vida previa. El arrepentimiento entre los Cristianos incluye la confesión de los pecados. Así, los conversos a las dos ramas del Judaísmo, los Fariseos y los Saduceos, se dice eran conversos al pueblo de Israel y luego de esto eran considerados herederos de las mismas promesas y pactos. Estos Gentiles eran llamados *Judíos por elección.* Ellos no eran considerados más Gentiles y toda la descendencia (niños) que les nacían eran considerados Judíos completos e Israelitas de la nación.
La dificultad viene cuando Jesús llega, cuando él reúne a sus doce Apóstoles, y cuando él comienza a enseñar y traer de los tiempos oscuros de Babilonia las verdaderas interpretaciones de las Escrituras y los Profetas. Los Fariseos y los Saduceos habían sido iniciados por hombres en Babilonia y sus interpretaciones traídas a Israel. Jesús estaba ahora en la escena afirmando tener la verdad e interpretaciones correctas. Sus enseñanzas chocaron con los Fariseos y los Saduceos. Él expuso sus enseñanzas y doctrinas como levadura. Él identifico sus enseñanzas como el veneno de áspides, víboras y serpientes. Él expuso a las tradiciones hechas por hombres de los Ancianos Babilónicos como herejía y que hacían a las Leyes de Moisés nulas (Marcos 7:13). En resumen, él denunció su religión como apostasía y no realmente una representación de lo que había sido dado a Moisés.
Cuando las multitudes de las personas comunes se reunían a oír a Juan el Bautista predicar que el Mesías se aproximaba, la nación murmuraba con excitación. Porque los Judíos Mesiánicos creían que cuando el Mesías viniera, él les enseñaría las correctas interpretaciones de las Leyes de Moisés y las profecías de los Profetas. Él anunciaría el Nuevo Pacto. Y los Rabinos se sentarían con sus bocas cerradas y aprenderían. Todas las leyes y tradiciones hechas por hombres cesarían y la Palabra de Dios saldría de Jerusalén. Los Gentiles oirían esta Palabra de Dios y vendrían a Jerusalén y caerían a los pies del Mesías y se convertirían. El Apóstol Pedro en Hechos 3:23 citó a Moisés, que si alguno rehusaba a oír las palabras del Profeta que el Señor Dios levantaría, él seria destruido de entre el pueblo. Así, los Judíos esperaban que el Mesías librara a la nación de sus enemigos religiosos. Algunos piensan que esto significaba que él libraría a la nación de los imperios Gentiles sobre ellos mientras les permitía ser apostatas que no creían en él para permanecer. Esto es contradictorio.
La batalla sobre la verdad e interpretación se incrementó cuando los Rabinos Fariseos y Saduceos rechazaron a Jesús como el Mesías. Este rechazo les dio la libertad y liberalidad de no tener que cerrar sus bocas y aprender del Mesías. Ellos se convirtieron en enemigos de Jesús y desde ese momento trazaron su muerte. Ellos buscaban cualquier declaración blasfema que Jesús hiciera contra la Ley. Ellos buscaban descubrir si ellos podían probar que él había quebrantado la Ley. Ellos le formulaban preguntas para conseguir que él hiciera algunas declaraciones blasfemas contra Moisés y la Ley. Todos estos métodos fueron preparados para invalidar a Jesús como el Mesías. ¿Cuál era el propósito de este odio, delirio, y fanatismo? Era mantener su religión y falsas interpretaciones a través de sus tradiciones como la religión estatal sobre todo Israel, y sobre cualquier y todos los rituales de conversión de Gentiles. Pero cuando Juan empezó a bautizar, Jesús empezó a bautizar, y los Apóstoles empezaron a bautizar, esto señaló una nueva marca de grupo religioso aparte de los Fariseos y los Saduceos. El nuevo grupo se llamó Mesianos del Reino de Dios (la palabra Mesianos cuando fue traducida al Griego se convirtió en la palabra *Cristianos*). Esto significó que Jesús y sus seguidores estaban intentando crear en Israel un nuevo grupo religioso sobre el cual los Fariseos y los Saduceos no sostendrían autoridad y sus tradiciones Babilónicas hechas por hombre no tendrían poder religioso. Esto representó que incluso los Judíos tenían que pasar por la conversión de su paganismo y creencias religiosas y tradiciones abominables. Ellos también tenían que hacer una nueva confesión de conversión para ser *Judíos Mesiánicos por elección.* Tal nuevo grupo tenía que ser aplastado o por el poder religioso o el poder político de Roma manipulado detrás de las escenas por estos dos cultos del templo. La historia y el Nuevo Testamento nos muestra que ellos no tuvieron éxito aunque la guerra fue intensa y algunos fueron muertos y algunos fueron torturados y abusados. Algunos eran expulsados del Templo o Sinagoga si ellos confesaban a Jesús como el Mesías.
Estas prácticas anti-misioneras fallaron para aplastar y asesinar a los seguidores de Jesús después de la Crucifixión. El nuevo grupo religioso Judío, establecido sobre el fundamento Mesiánico de las profecías de los Profetas, no pudo ser destruido. Verdad a las palabras de Jesús en Mateo 16:18, que él edificaría o establecería su Iglesia (Israel), y las puertas del infierno no prevalecerían contra ella. La asamblea de los conversos de las doce tribus fue llamada la Iglesia, ya que la palabra *iglesia* es la palabra Griega para una asamblea de personas. Pero el término *Iglesia* en la versión Griega del Antiguo Testamento, llamada la *ecclesia,* no identificaba a un nuevo y extraño grupo religioso, sino al verdadero Israel de Dios en asamblea delante del Señor. De manera que el llamar a los seguidores de Jesús cuando ellos se congregaban *la Iglesia,* era identificarlos como el Israel de Dios. Esto frustró a los Fariseos y Saduceos, en que ellos no querían que los seguidores de Jesús fuesen capaces de afirmar que ellos eran el Israel de Dios. Ellos deseaban identificar a los seguidores de Jesús como aquellos que se habían apartado del Judaísmo de los Fariseos y los Saduceos, y demandaban que ellos ya no podían llamarse más Judíos verdaderos a menos que ellos renunciaran a Jesús de Nazaret y retornaran a los dos cultos del Templo. ¡Los Judíos entonces y hoy nos dirán que si hoy un Judío se convierte al Judaísmo Mesiánico de Jesús, que él no es más Judío! ¿Es eso válido? Podríamos decir en cambio que si cualquiera se convierte a los Fariseos y Saduceos él ya no es más Judío, ya que sus tradiciones hechas de hombres, misticismo, y demás doctrinas y enseñanzas erróneas son completamente ajenas a las Leyes de Moisés y la fe original de Abraham, Isaac, y Jacob. No, no haríamos esto. Éstos todavía son Judíos, y Jesús les consideraba Judíos, pero él los consideró Judíos que aún necesitaban salvación de sus pecados. Decir entonces que si alguien se convierte al Judaísmo Mesiánico de Jesús, que él o ella deja de ser Judío, es hacer una falsa declaración y dar un falso testimonio.
Para los Gentiles, esta batalla entre los Fariseos y Saduceos contra el Judaísmo Mesiánico de Jesús y los Apóstoles toma una realidad de vida o muerte. ¿Si cuando los Gentiles nos convertimos al Judaísmo Mesiánico de Jesús y los Apóstoles, esto quiere decir que estamos condenados para siempre? Los Fariseos Talmúdicos y Saduceos lo creían así. Los Modernos Judíos que no son Mesiánicos lo creen así. ¿Quiere decir esto que no compartimos los mismos sueños y esperanzas que a los Gentiles una vez les fue dicho que ellos podrían disfrutar si ellos se llegaban a ser conversos al Judaísmo Fariseo y Saduceo? Los Fariseos Talmúdicos hoy dicen que los Gentiles que no son verdaderos conversos aun podrían disfrutar una futura bendición si ellos admiten a los Talmudistas como el exclusivo pueblo de Dios. Tres trampas: 1.) Una persona debe negar que Jesús era el Mesías venido en carne (anticristo vea 1 Juan 4:3); 2.) Los Gentiles que quieran convertirse en Judíos oficialmente deben convertirse a través de los cauces del Judaísmo Talmúdico y la Sinagoga o Templo reteniendo las antiguas tradiciones de los Fariseos; 3.) Los Gentiles que no deseen la completa conversión deben guardar y observar las siete leyes Noahide basadas en la Ley para disfrutar cualquier destino futuro de Israel (las leyes Noahide fueron invenciones siglos después de los tiempos del Nuevo Testamento para hacer a los Gentiles quais-conversos sin la necesidad de conversión verdadera). Supuestamente los Gentiles que eran Noahideitas se dice fueron llamados *Temerosos de Dios* o aquellos que temen a Dios. Este es un pervertido y torcido esfuerzo para tomar a los Gentiles que temían a Dios y que se convirtieron al Judaísmo Mesiánico de Jesús, como teniendo alguna salvación previa a través de los cultos del templo, en particular los Fariseos Talmúdicos. ¡Esto es Falso! Es usado en un intento para persuadir a incautos Cristianos para renunciar a Jesús, retractar el Nuevo Pacto, e ir nuevamente bajo la Ley como es interpretada por los Fariseos y sus descendientes.
El propósito del siguiente articulo es refutar los errores y mentiras de los Judíos Talmúdicos, que los Gentiles que se convierten al Judaísmo Mesiánico de Jesús no son conversos al verdadero Israel de Dios. Es para refutar las muchas falsedades que están siendo enseñadas hoy para hacer de la Iglesia una novia Gentil, cuando todo aquel con un fundamento básico de las Escrituras sabe que los Gentiles fueron injertados a una ya existente Iglesia Judía, conformada por creyentes de las doce tribus, que son el verdadero Israel de Dios que entraron al Israel de Dios. Los Gentiles conversos a este Judaísmo son del mismo cuerpo, en el mismo Reino, coherederos del remanente de Israel, e iguales en los mismos meritos de gracia y fe como los Judíos en el cual ellos fueron injertados. La pared intermedia entre Judío y Gentil fue derribada para siempre. Pues todo aquel que dice que los Judíos y Gentiles deben aun estar en diferentes religiones y fe, es reconstruir aquella pared y destruir la obra del Calvario. Los Gentiles conversos ya no son más extraños sino conciudadanos de la Ciudadanía (Reino) de Israel. Ellos ya no son más simplemente Gentiles, sino coherederos de las mismas promesas y pactos (Ef. 3:6). Hay entre estos Judíos que siguieron a Jesús y entre los Gentiles conversos al único redil de Jesús, el único Reino de Dios: Un Señor, Una Fe, y Un Bautismo (Ef. 4:5).
Si a usted le interesa leer el resto de la refutación del Pastor Reckart a los siglos de falsedades entonces de clic debajo. Si usted está temeroso de aprender y leer el idioma aun con la corteza todavía en él, entonces deténgase aquí. No proceda. Lo que usted puede conocer podrá cambiar su forma de pensar por el resto de su vida.
El Reino de Dios es tal Israel Glorioso, que todos los Judíos debían convertirse a éste de todos los demás Judaísmos. Todo aquel que rehusaba hacer así se condenaba (Juan 3:3-5, Marcos 16:16, Hechos 2:38).
Pastor Cohen G. Reckart
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Por El Pastor Cohen G. Reckart
Si usted no ha leído la primera parte de este estudio, por favor vaya y leála primero o lo siguiente le sería díficil para que lo comprenda. De clic aquí y vaya leálo y luego de clic para volver a esta página. _______________________________________________
Un estudio sobre la conversión Gentil al Judaísmo Mesiánico de Jesús Mesías, el Reino de Dios, el Israel del Nuevo Testamento (Iglesia), en oposición a las falsedades y tradiciones de hombres. Hay un ladrido en estas palabras para que no se pueda decir: ¡un perro mudo que no puede ladrar!
Cuando abrimos la Biblia para buscar las Escrituras por verdad somos inmediatamente obligados a aceptar la conclusión que los Gentiles poseen una doble identidad cuando ellos se convierten en conversos nacidos de nuevo al Judaísmo Mesiánico de Jesús. Ahora como nunca antes ha emergido una crisis de identidad entre Cristianos Mesiánicos Gentiles nacidos de nuevo de Hechos 2:38. ¿Quiénes somos nosotros? ¿Debemos ser guardianes de la Ley o guardianes del Nuevo Testamento? ¿Seguimos a los Fariseos o Mesiánicos trinitarios o a los Mesiánicos del Nuevo Testamento? ¿Por qué fuimos salvados? ¿Nos ocuparemos hasta que Jesús venga nuevamente como Gentiles conversos al Judaísmo Mesiánico de Jesús o como algún portador religioso de una credencial de salvación? El tiempo ha llegado para reconocer de nuevo nuestra única identidad separada de Judíos incrédulos y Gentiles incrédulos. Nacimos de nuevo para un propósito. Hechos 2:38 es la revelación de los tiempos del fin que debe alcanzar su restauración total, no sólo como el plan de salvación sino como la identidad de la verdadera Iglesia Mesiánica que predicará el Evangelio del Reino a todo el mundo, y entonces vendrá el fin.
Confesamos que nosotros no somos Judíos incrédulos que aún niegan a Jesús y blasfeman su nombre. Confesamos que no somos más Gentiles paganos incrédulos que también niegan a Jesús y blasfeman su nombre. Nosotros somos llamados *JUDÍOS NACIDOS DE NUEVO* (Juan 1:13). Nuestro primer nacimiento natural fue Gentil pero nuestra conversión nos ha hecho NACER DE NUEVO como Judíos en el Israel de Dios (Ro. 2:29), de allí *Judíos por elección.* No somos más contados como Gentiles sino como conversos a la familia de Jesús Mesías (Ef. 2:19), el único cuerpo del Israel de Dios (Gá. 6:16). Debemos conocer y comprender nuestra doble identidad para que nuestra fe permanezca perseverante y firme en la doctrina de los Apóstoles.
Nosotros somos Gentiles conversos al Judaísmo Mesiánico de Jesús, Judíos por elección, con una doble identidad exactamente como Rut que le dijo a Noemí: Tu Dios será mi Dios y tu pueblo será mi pueblo. Nosotros decimos a los Apostóles y aquellos entre las doce tribus que creyeron que Jesús era el Mesías, ¡tu Dios será mi Dios y tu pueblo será mi pueblo! Esto no nos hace uno con los Judíos apostatas y sus Gentiles conversos que negaron a Jesús y que persiguieron a los primeros Mesianos Judíos (Cristianos). Nos hace uno con aquellos entre las doce tribus de Israel que siguieron a Jesús y sobre los cuales Él reina como Mesías y Señor. Nosotros somos plena y completamente conversos al Judaísmo Mesiánico del Nuevo Pacto según Hechos 2:38. Nosotros no nos andamos con rodeos, no somos conversos a aquellos entre las doce tribus que escogieron rechazar a Jesús como el Mesías y que siguen a los Fariseos Talmúdicos y o las tradiciones de los Ancianos Babilónicos. Éstos odiaron a Jesús, ellos odiaban a Judíos conversos a su Judaísmo Mesiánico, y ellos han odiado a todos los Gentiles que se han convertido al Reino de Dios bajo el trono y reinado de Jesús. Ellos nos niegan como Judíos por elección, pero Jesús nos ha aceptado. Ellos nos maldicen, pero nosotros pedimos la bendición de la revelación sobre sus ojos cegados. De igual manera, muchos Gentiles que odiaron a Jesús, odiaron a los primeros Judíos Mesianos, y odiaron a los Gentiles que se convirtieron al Judaísmo Mesiánico de Jesús. Ellos no querían que los Gentiles compartieran una doble identidad.
Nosotros Gentiles con una doble identidad ahora tenemos y compartimos causa común con aquellos de las doce tribus que están en el Reino de Dios, la ecclesia del Nuevo Pacto de Jesús. Como conversos nacidos de nuevo nosotros compartimos un destino común con aquellos Judíos justos que siguieron a Jesús y los Apostóles como los primeros creyentes Mesiánicos del Reino de Dios. Así, nosotros Gentiles que nos convertimos al Judaísmo Mesiánico según Hechos 2:38 somos llamados Judíos por Elección. Al nacer de nuevo no de simiente corruptible sino del Espíritu de Dios, podemos afirmar para nosotros mismos sobre la autoridad del bautismo del Espíritu que nosotros somos el pueblo de Dios (Gá. 3:14). Se ha profetizado de nosotros Judíos Mesiánicos y Gentiles convertidos: "Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia" (1 Pedro 2:9-10). Nosotros Gentiles conversos compartimos una doble identidad. ¡Hallelujeh nosotros somos el pueblo de Dios! ¡Hallelujeh nosotros somos la nación santa! ¡Hallelujeh nosotros somos ahora parte de la generación escogida y elegida! Nosotros somos Judíos por Elección, Gentiles que han renunciado a todo su paganismo y costumbres y prácticas religiosas para mostrar las alabanzas de Jesús nuestro Señor y Mesías, nuestro Rey que reina sobre el Reino de Dios. "Pues no es Judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es Judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra, la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios" (Romanos 2:28-29).
Un Judío Mesiánico de nacimiento natural es uno nacido de ambos una madre Judía y un padre Judío y que cree que Jesús es el Mesías, el Rey, ...de Zacarías 9:9. Los Judíos Mesiánicos Trinitarios son realmente Católicos ellos no son verdaderos Judíos Mesiánicos del Único Dios. Si Jesús es el Mesías realmente entonces él debe ser Dios manifestado en carne según su juramento al Rey David: "En verdad juró el SEÑOR a David, Y no se retractará de ello: De tu descendencia pondré sobre tu trono" (Salmos 132:11). Todos los verdaderos Judíos Mesiánicos que creen que Jesús era el Mesías debieron creer que él es el Dios del Antiguo Testamento revelado y manifestado en carne. ¡Jesús no es Jehová o Yahvé junior! ¡Él no es la segunda persona en una tríada Babilónica o Griega! ¡Él no es alguna supuesta copia de Mitrás o algún otro dios pagano! Él no es sólo un hombre. Él no es sólo un supuesto Rabino. Él no es sólo un Profeta que fue reemplazado más tarde por Mahoma. ¡Él es el Dios de Israel nacido de la simiente de David y él es el único y sólo Mesías! Nosotros que somos verdaderos Judíos Mesiánicos creyentes en Jesús somos Monarquianos y estamos orgullosos de esa herencia. Nosotros creemos que Dios estaba en Jesús reconciliando consigo al mundo (2 Co. 5:19). Nosotros creemos que la Palabra era Dios y la Palabra se hizo carne (Sn. Juan 1:1, 14). Los Gentiles que escogen ser Judíos Mesiánicos por Elección no necesitan la aprobación de un Rabino Talmúdico, un minyan de Sinagoga, una corte Judía, o alguna otra autoridad Judía. El Gentil converso necesita solamente venir bajo el reinado del Señor Jesús Mesías según Hechos 2:38 y testificado por al menos otros dos uno de los cuales sea un verdadero Ministro del Evangelio. Nadie podrá entonces después de allí negar a éstos su igualdad en el Israel de Dios sobre el cual Jesús Mesías gobierna y reina como Señor.
Los Gentiles que somos Judíos por elección y por ende legítimos conversos nacidos de nuevo al Judaísmo Mesiánico de Jesús, sostenemos una doble identidad. Los Judíos incrédulos nos negarán, afirmando que Jesús era un fraude y no el Mesías y ningún Gentil puede ser un Judío por elección por la conversión a su Judaísmo Mesiánico. Ellos afirmarán que Jesús era un falso profeta. Ellos afirmarán que él no cumplió su lista de requisitos. Ellos alegarán que él no tenía derecho para establecer una sociedad religiosa Israelita no controlada por el culto Talmúdico del Templo. Ellos afirmarán que Jesús era un bastardo nacido de fornicación, y su sangre bastarda no puede salvar a un perro mucho menos a Judíos y Gentiles. Pero nosotros entendemos esta rabia. Nosotros entendemos este odio. Nosotros entendemos que ellos no desean que sus tradiciones Babilonizadas, Helenizadas, Misticas, y hechas por hombre sean desafiadas. Nosotros sabemos la fuente y razón para los ataques anti-misioneros contra el Judaísmo Mesiánico de Jesús. Nosotros realmente no somos movidos en absoluto. Nuestra fe está firme y resuelta. Jesús nos advirtió que si ellos le persiguieron ellos nos perseguirían. Los Gentiles que puedan ser intimidados y que puedan ser engañados para negar su doble identidad podrán derrumbarse en estas presiones y amenazas, pero los escogidos no se retractarán. Cuando nosotros decimos que creemos en el Señor Jesús para salvación, es un eterno compromiso, no solamente una confesión Dominical motivada por un deseo de membresía en la Iglesia. Nosotros no negaremos nuestra doble identidad. Nosotros sabemos quienes somos y no negaremos nuestra fe.
Los Gentiles conversos al Judaísmo Mesíanico de Jesús reconcemos a los Judíos incrédulos como nuestros hermanos y nuestras hermanas, pero al mismo tiempo como anticristos debido a su espíritu y odio. Ellos nos niegan pero nosotros no los negamos. Ellos niegan a Jesús el derecho de establecer su propia comunidad religiosa y enseñar su exclusividad como el depositario de la Verdad Divina, no obstante los Judíos dan este mismo derecho a hombres como Hillel y Shammai, ambos novatos Babilónicos y quasi-fundadores del Fariseísmo y Saduceísmo respectivamente. Ellos también le darán este derecho al venidero anticristo de quien ellos creen hará milagros para probar que él es el cumplimiento de la esperanza Mesiánica. Pero Jesús ya ha cumplido esta y cientos de profecías. Todos los tres sistemas Judíos (Fariseo, Saduceo, y Anticristos) son tan diferentes a la religión de Moisés y la esperanza Mesiánica de los Israelitas antiguos como la luz lo es de la oscuridad. De hecho Jesús identificó esta comparación de la luz y oscuridad enseñando abiertamente que estos grupos estaban en oscuridad siguiendo al príncipe de la oscuridad pero que él era la luz que alumbra a todos los hombres en el conocimiento de la salvación. Pero los Rabinos no mantuvieron su boca cerrada. Ellos no aceptaron sus milagros como una señal que él era el Mesiás. Ellos rechazaron su interpretación de las Escrituras. Ellos rehusaron su introducción al Nuevo Pacto. Cuando él reprendió su tradiciones hechas por hombres como el veneno de áspides, serpientes, y víboras, ellos hicieron complot para asesinarle. Ellos continuaron en sus torcidas tradiciones hechas por hombres (Cabbalah). Los Gentiles que conocen de su doble identidad también saben estas cosas y ellos no caminarán en oscuridad o jugarán en el agujero (guarida o habitads) de áspides, serpientes, o víboras.
Los conversos al Judaísmo Mesiánico de Jesús establecimos hace mucho tiempo que no nos importa lo que los Fariseos o los Saduceos piensen o digan. ¿Cuándo murió Dios y los dejó en acusación? ¡Ellos nunca han tenido un testimonio de la llama de fuego de Dios en sus Templos o Sinagogas! ¡Ellos nunca han tenido llama de fuego que caiga del cielo sobre un sacrificio! ¡Ellos nunca han tenido la gloria de Dios detrás del velo del Templo sobre el Arca del Pacto! Ichabod fue escrito sobre el Monte del Templo. Y como Bet-el y Siloh, cuando Dios se retira una vez de un lugar profano él no regresa. El Monte Moriah es una viuda y ella se sienta solitaria (Lm. 1:1), desolada sin un marido (Señor). Pero desde el Monte Sion, la cima exacta de la ciudad de David y donde él erigió un tienda temporal para el Arca del Testimonio, hubo puesta por fundamento una piedra, una preciosa piedra ángular (1 Pedro 2:6; Ef. 2:20). Y sobre ese fundamento, en el aposento alto en el día de Pentecostés en Hechos capítulo dos, el testimonio del Espíritu de Dios y eso con el fuego de su gloria, descendió sobre los hijos e hijas de las doce tribus del verdadero Israel de Dios. De todas las doce tribus alli habían, hombres y mujeres, alrededor de 120 en totalidad, y ellos testifican la transferencia de la nación bajo el reinado de Jesús Mesías en el Reino de Dios. Como Gentiles y como conversos a este Judaísmo Mesiánico de Jesús, nosotros orgullosamente rechazamos el Monte Moriah por lo que se edificó sobre el Monte Sion.
Los Judíos de las doce tribus que fueron conversos al Judaísmo Mesiánico de Jesús no fueron los culpables por la destrucción de Jerusalén y rechazo de Dios del Monte Moriah. En realidad, mire la historia profana durante 150 años (120a.C.-30d.C.) de los regímenes Saduceo y Faríseo, y verá lo que ellos hicieron para profanar la verdad y práctica religiosa en Jerusalén e Israel, que causó a Dios permitir la destrucción y desolación en el 70 d.C. Este horror no fue traido sobre Israel y Jerusalén por los seguidores Mesiánicos de Jesús. Ellos en cambio intentaron alejarlo, volver la maldad de la puerta, y pedir el arrepentimiento nacional. Sobre todo esto se abalanzaron y rechazaron como antisemitismo (contra la nación). ¡Se promulgaron leyes *Anti-misioneras,* diseñadas para detener la presente predicación de los Apostóles, todo para proteger el sistema religioso del Culto del Templo! Cuando a las personas se les da la verdad ellas en su mayoría usualmente la aceptan contra el error. ¡Pero para conservar religiosamente el error, la verdad debe permanecer en el andamio o la Cruz! El juicio fue impuesto por Dios por las abominaciones cometidas sobre el Monte Moriah por los Fariseos Talmúdicos y los Saduceos; ...la simonía de los ascensos de la jerarquía eclesiástica, comprando asientos en el Sanedrín, la compra del oficio de Sumo Sacerdote, los asesinatos y extorsión, la banda secreta iscarri de asesinos (De la cual vino Iscariote), la injusticia hacia el pobre, y la aristocracia Greconizada entre quienes el adulterio, fornicación, homosexualidad, y abominación era un modo de vida. La paja final fue rota en el 67 d.C. cuando el culto del Templo capturó a Esteban, el medio hermano de Jesús mientras él estaba en el Templo, y lo lanzó por una pared de doscientos pies aplastando su cráneo y rompiendo casi todo hueso en su cuerpo. Esa sangre manchó las piedras ahora utilizadas en el muro de las lamentaciones y trajo la maldición inmediata de la destrucción de Jerusalén. Jerusalén fue sitiada en cuestión de días. Los conversos Gentiles y Judíos huyeron de Jerusalén por temor de sus vidas. Ni uno pereció en la consumación de la iniquidad que fue quemada con fuego.
Los conversos Gentiles al Judaísmo Mesiánico de Jesús han estado sujetos a un amplio rango de odio, discurso rimbombante, y acusaciones. En generaciones pasadas ellos eran vendidos como esclavos. Cuando muchos intentaron regresar al Judaísmo Mesiánico del primer siglo por la separación del Catolicismo ellos fueron atacados y sacrificados. Muchos grupos que se apartaron del Catolicismo desearon restaurar la Cristiandad a su fe original. Ellos debieron abandonar mucha religión y filosofía hecha por hombre y muchos no pudieron hacer la conversión completa porque no había Biblias disponibles que les asistieran para completar el viaje. Ellos sabían que esto no se podía obtener hasta que las Escrituras fueran sacadas de la esclavitud Judía y Católica y puestas a disposición al común del pueblo en sus idiomas. Estos traductores de la Biblia fueron perseguidos, asesinados, quemados en la estaca, y sus posesiones confiscadas. Otros apretaron el paso y tomaron el desafío y con la Escritura fueron hacia atrás en la historia rechazando concilios, credos, dogmas, tradiciones, decretos papales, llegando al Judaísmo Mesiánico de Jerusalén en Jerusalén fundado entre el 26 d.C. y el 30 d.C. Ellos establecieron que esta Cristiandad del Nuevo Testamento era la Iglesia original y únicamente los escritos de los Apostóles como nuestra única autoridad para fe, práctica, y doctrina. Éstos fueron perseguidos con venganza. Muchos millones sufrieron el martírio. La inquisición bajo los Jesuitas y otras ordenes secretas Católicas que fueron infiltradas por Judíos Talmúdicos que también asistieron para detener esta petición para volver y restaurar el Judaísmo Mesiánico original de Jesús (El estudio de Ignacio Loyola y los juramentos secretos de los Jesuitas, se dice eran lo mismo que la orden secreta de los Hijos de Jacob).
Finalmente, en el siglo diecinueve, la plena restauración de las bases del primer siglo de la fe de salvación fue descubierta y restaurada y Hechos 2:38 se convirtió en la clave del avivamiento del Judaísmo Mesiánico de Jesús. Este descubrimiento Pentecostal ha llevado a la revelación y plena restauración del Judaísmo Mesiánico del primer siglo. No se vio más la fe de los Cristianos Mesiánicos Apostólicos como una religión Gentil, una novia Gentil de Cristo, o una apostasía Gentil del Judaísmo Faríseo, o incluso una hija de Roma. No, nosotros hemos descubierto totalmente lo contrario, que los Apostóles y todos los primeros conversos a Jesús de Nazaret eran Judíos Mesiánicos. Para el tiempo de Hechos 10 y el inicio del evangelismo Gentil había alrededor de 100,000 creyentes Judíos Mesiánicos en Jesús de todas las doce tribus. Hubo muchos Judíos convertidos del antiguo Israel de todas las doce tribus de Israel, los Gentiles fueron admitidos como conversos y fueron garantizados según la profecía y las enseñanzas de Jesús para compartir todas las promesas hechas al Israel de Dios (Juan 10:16; Ef. 2:12-17). Este Israel de las doce tribus era el Israel sobre el cual Jesús reina como Señor y Mesías. Los demás podrán rechazar su reinado pero él reina en el cielo y en los corazones de su pueblo en la tierra. Él reina en cada hogar y en cada Iglesia que ha regresado a su Judaísmo Mesiánico como se encuentra en Hechos 2:38. Aunque él no reina sobre la tierra de los incrédulos ciudadanos privados o sobre tierras del gobierno, él reina sobre la tierra adquirida por su Reino. Su Reino es un Reino visible aunque muchos lo nieguen para continuar predicando la doctrina Católica de un Reino invisible y espiritual solamente. ¡Desde el día de Pentecostés en Hechos capítulo 2, el Reino está aquí y éste es ahora! ¿Por qué el Apóstol Pedro tendría las llaves para un Reino si éste no estaba aquí (Mt. 16:19)? ¿Por qué se le diría a Nicodemos que él debía nacer del agua y el Espíritu para entrar al Reino, si el Reino no vino en el día de Pentecostés? El Reino del Señor es la Iglesia y continuará pasado el rapto y el fin al final del milenio.
Mientras un falso Sionismo centrado en el Monte Moriah se estaba avivando en Europa y en Israel (1900-1918), el verdadero Sionismo del Israel de Jesús el Mesías estaba siendo restaurado al fundamento de Hechos 2:38 desde 1900-1914 por la mediación del Espíritu Santo, viniendo a fructificación en Hot Springs, Arkansas. Mientras Israel se convertía en una nación en 1948, tres años antes, la Iglesia Pentecostal Unida nacía la cual ha sido instrumento al llevar el plan de salvación de Hechos 2:38 a muchas naciones. El mismo año de 1945, y más tarde de una Iglesia PU vino el Pastor Reckart ungido de Dios para ayudar a restaurar la revelación del verdadero Israel de Dios. El avivamiento Mesiánico Apostólico ha comenzado y culminará en la plena restauración de la completa revelación del Judaísmo Mesiánico de Jesús de Hechos 2:38. Este Evangelio del Reino será predicado en todo el mundo y entonces vendrá el fin. Lo que está sucediendo en el lado natural del Israel incrédulo está sucediendo en el lado espiritual en el Reino de Dios. Cuando el anticristo venga y piense establecer su reinado terrenal, Jesús aparecerá, aplastará al anticristo, quitará la maldad de Israel, y establecerá su Reinado para gobernar el milenio.
Si, hay muchos millones que no desean que Jesús reine sobre ellos, sus hogares, o sus Iglesias. Ellos perseguirán a aquellos que vendrán predicando el Evangelio del Reino Mesiánico de Hechos 2:38. Éstos se perderán y como su recompensa por rechazar el Reino del cielo tendrán su parte en el lago de fuego. El que rechaza el Evangelio del Reino rechaza al Dios del Reino. Ellos serán condenados por este pecado antes de que sean condenados por adulterio, fornicación, homosexualidad, lesbianismo, asesinato, robo, dar falsos testimonios, etc. Rechazar el Reino y no entrar en él es cierta condenación (Marcos 16.16). ¡Jesús advirtió a los incrédulos de las doce tribus que ellos verían a Abraham, Isaac, Jacob, y a todos los Profetas en el Reino de Dios (el Israel Mesiánico), y ellos mismos EXCLUIDOS (Lucas 13:28)! Así que, vemos que Jesús enseñó que su Judaísmo Mesiánico reemplazaría a todos aquellos de las doce tribus que no entraran en el Reino de Dios. Este Reino tiene como su lugar de reunión el hogar, la Iglesia, o donde dos o tres estén congregados juntos en el nombre del Mesías (Mt. 18:20). La Iglesia reemplaza la Sinagoga como el lugar de reunión del Judaísmo Mesiánico de Jesús. Las Sinagogas Talmúdicas son los lugares de reunión para las doce tribus incrédulas de Israel. En el primer siglo, cuando las Sinagogas insertaron odio y condenación en sus oraciones contra el Reino de Judíos y Gentiles conversos, ocurrió una división que ha permanecido desde entonces. Los Judíos del Judaísmo Mesiánico de Jesús no podían repetir aquellas oraciones o benedicciones. Hoy, la plena restauración del Evangelio del Reino se ha alcanzado. Nuestra identidad ha sido recuperada. Si defendemos nuestra fe y identificamos a nuestros acusadores somos llamados vendedores de odio. Sin embargo, los Judíos Mesiánicos y Gentiles conversos aman a Jesús de Nazaret y estos hombres y mujeres son las verdaderas doce tribus, el Israel de Dios, que juntos somos el Reino de Dios.
Los Gentiles conversos siempre han sentido un amor afín por los Judíos que creyeron que Jesús era el Mesías. Nosotros somos un cuerpo, una fe, un rédil, y el verdadero Judaísmo de Dios. Al mismo tiempo los Gentiles llegaron a tener antipatía y en algunos casos sentir disgusto amargo por los Judíos que tramaron la crucifixión de Jesús y sus hijos que continuaron la implacable guerra de odio contra Jesús, los escritos Apostólicos, y el Nuevo Testamento. Es verdad que aquellos Gentiles de la Iglesia Católica utilizaron odio Judío contra Cristianos como justificación para retaliación sobre los Judíos en cada oportunidad disponible. La guerra del primer siglo del Judaísmo Faríseo Talmúdico contra el Judaísmo Mesiánico de Jesús continua, velada detras de las escenas hoy, pero es mucho más viva y en avanzado movimiento ambas dentro de Israel y entre religiones Católico-Protestantes. Los Gentiles conversos al Judaísmo Mesiánico de Jesús están atrapados en la mitad. Nosotros debemos declarar nuestra única fe y devota confesión de Jesús como el Mesías, oponernos al continuo odio que viene del Judaísmo Faríseo Talmúdico, salir y apartarnos del Catolicismo/Protestantismo, y estos nos coloca en las cabellos de la cruz de los tiradores emboscados de aquellos grupos que nos quieren exterminados y borrados de la tierra. Si en realidad nosotros estamos yendo detrás de un arcoiris y nuestra fe es inválida, entonces merecemos ser aplastados. ¡Pero si nosotros somos la generación escogida para declarar el Evangelio del Reino de Dios en los tiempos del fin, no nos toquen, no nos persigan, no nos ataquen, porque nosotros somos el verdadero Israel de Dios!
Los Gentiles conversos al Judaísmo Mesiánico de Jesús podrán sufrir los trucos aprendidos de engaño de los siglos. Nosotros podremos ser las nuevas víctimas de un holocausto público sancionado. Si, como conversos al Judaísmo Mesiánico de Jesús nosotros somos tanto como aquellos Gentiles que se convirtieron al Judaísmo Faríseo en el reino Khazariah en el 720 d.C. y del cual vino la mayoría de Judíos Alemánes del holocausto de la II Guerra Mundial. Afirmamos nuestra identidad sobre la autoridad de Jesús Mesías y sobre el cetro de su Reino, somos sus ciudadanos y sus sujetos. Sabemos que esto se encontrará con amarga retaliación y con ridiculización, pero anunciamos al mundo el Reino de Dios en la persona del Señor Jesús y nadie puede prevalecer contra éste (Mt. 16:18). Nosotros esperamos persecución exactamente como fue fabricada contra Jesús, los Apostóles, y los primeros creyentes Mesiánicos. Esperamos que los seguidores del Judaísmo Faríseo Talmúdico y sus agentes dentro del Catolicismo y Protestantismo, e incluso las ordenes secretas de la Francmasonería, Rosicrucianos, y colaboradores, se levanten como una cabeza de serpiente y golpeen terror contra nosotros. ¿Si los precursores de estos modernos exterminadores persiguieron y mataron otros Judíos y Gentiles Conversos de Jesús con impunidad diplomática, teniendo el permiso de Roma y demás naciones Gentiles, no esperaríamos esto nuevamente en los tiempos del fin cuando el mismo Evangelio del Reino sea predicado a todas las naciones nuevamente?
El ser un Gentil con doble identidad no es una fe fácil. ¡Vemos a Judíos odiando Judíos Mesiánicos! ¡Vemos a Judíos odiando a Gentiles que se convierten al Judaísmo Mesiánico de Jesús! Vemos a Gentiles que voluntariamente son utilizados para llevar a cabo estas atrocidades que también odian a Jesús y Gentiles conversos. Hemos visto toda clase de infamia y sútiles complots formados contra el carácter y vidas de creyentes en Jesús como el Mesías. Vemos y detestamos los ataques que se hacen contra el Apóstol Pablo como si él fuera el fundador de la Cristiandad, cuando ni siquiera un niño de Escuela Dominical sabe que el fundador era Jesús nuestro Señor, él reina desde el madero. Si, por casi 2,000 años, Gentiles conversos con una doble identidad han visto todo esto, y algunos perseverarán hasta la final gran tribulación, y vencerán al anticristo, y verán la misma aparición de Jesús su Señor (Mt. 24:29).
Jesus predijo la destrucción del Monte Moriah en Mateo 24 y quién estaba a cargo del Templo entonces? ¿Por qué mal fue predicha esta desolación? No fue debido a los supuestos pecados de los seguidores de Jesús. ¡No fue debido a los Romanos, eso es ilógico! Los Romanos fueron sino víctimas de Dios usados para castigar a Israel por sus caminos caídos. ¡Culpe a los Romanos si quiere, pero la verdad permanece, Dios o permitió esta ocupación en guarnición o la ordenó! El problema fue que el culto del Templo no se corrigió con Dios y escogió en cambio monar una implacable guerra contra los seguidores Mesianos de Jesús y también montó un desafío contra Roma, la cual terminó en Israel solamente cuando su falso mesías, ...Bar Kochba fue derrotado. Si, incluso su derrota se culpa sobre los Judíos y Gentiles conversos al Judaísmo Mesiánico de Jesús porque éstos no confesaron que Bar Kochba era el mesías, siguieron su hexagrama estrella de seis puntos, o se unieron a la lucha de la liberación del Templo o apoyaron al culto del Templo y los Fariseos que los odiaban. En realidad, ¿qué haría a los Mesianos querer pelear junto a los mismos hombres que habían estado asaltando sus casas e Iglesias y llevando prisioneros hombres, mujeres, y niños; algunos de los cuales fueron abusados, perseguidos, y condenados a muerte? Los Gentiles que comparten una doble identidad siempre han estado sujetos a intimidación y rídiculo por aquellos Judíos anticristos que son nuestros hermanos y hermanas. Pero, nosotros no somos responsables por la destrucción de Jerusalén y su sistema religioso. Ellos realmente necesitan hablar con Dios sobre esto y aceptar la responsabilidad de sus propias abominaciones las cuales demandaron a Dios limpiar esta montaña y derrumbar esa apostasía
La destrucción de Jerusalén y la causa de la diáspora puede ser llevada a los pies del Mesías rechazando Judíos y sus propios Gentiles coversos. Esta calamidad fue debido al culto apostata que había capturado el templo, Jerusalén, e Israel, y que no se arrepintieron y dieron los frutos de justicia. ¿Así que, por qué deberían los Gentiles seguir a aquellos que eran enemigos de Dios y que habían probado que no eran fieles a la justicia de Dios? Lo que no vimos en los cultos del templo lo vimos en Jesús, los Apostóles, y aquellos entre las doce tribus que conformaron el nuevo Reino, el verdadero Israel de Dios. Así que, Judíos incrédulos y sus propios Gentiles conversos nos niegan y afirman que nosotros que somos convertidos al Judaísmo Mesiánico no tenemos conversión en absoluto. Ellos niegan nuestra doble identidad. Pero, nosotros no tenemos nuestra fe en su odio y negaciones sino en las mismas palabras de Jesús y los Apostóles. Y así que para nosotros, el Nuevo Testamento se convierte en nuestra única autoridad para fe religiosa, práctica, e instrucción. Los Gentiles incrédulos nos niegan porque no seguimos sus costumbres paganas, vivimos una vida de pecado, y seguimos sus libros de autoridad profana. Si, nosotros Gentiles que tenemos una doble identidad somos odiados en todos lados por causa del nombre de Jesús. Pero este odio solamente causa que nuestra fe y resolución se haga más fuerte y nuestra doble identidad incluso más profunda.
Nosotros Gentiles que hemos llegado a ser conversos Mesiánicos para Jesús somos un pueblo único. Nosotros somos adoptados conversos en el Israel de Dios de un lado y somos Gentiles según la carne por el otro. Aun así, un Gentil que se convierte al Fariseísmo o Talmudismo moderno de cualquier rama, es un Judío por Elección de esa secta y todavía un Gentil según la carne. Nosotros Gentiles que somos prosélitos a Jesús y su Judaísmo Mesiánico no permitiremos que nuestro estatus de una doble identidad sea desafíado o negado. No buscamos el permiso de un Rabino o Sinagoga para creer en Jesús como el Mesías y no les permitiremos controlar nuestra fe por falsas acusaciones o por querer que nosotros le permítamos reinterpretar las Escrituras o nuestras enseñanzas religiosas. No nos importa lo que ellos escriban o digan sobre nosotros en sus libros, películas, medios de comunicación, y otras propagandas. Ellos nos podrán llamar fundamentalistas, extremistas, fanáticos de franja de derecha, antisemitas, y un montón de otros insultos incendiarios despectivos, pero nosotros permanecemos Gentiles con una doble identidad que creen en Jesús como el Mesías y nuestra fe no está en las obras de los hombres sino en la salvación por gracia por medio de la fe.
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Debido al sectarianismo Judío, Católico, y Protestante, existen falsas enseñanzas que niegan la realidad que Gentiles que hemos abrazado el Judaísmo Mesiánico de Jesús tenemos una doble identidad. Ellos niegan a Hechos 2:38 como el plan de la salvación de fe donde los Gentiles se convierten en Judíos por elección en el Reino del Mesías. Ellos nos ponen petril y blasfeman contra nosotros porque creemos que Jesús es Dios y no hay otro nombre de salvación (Hechos 4:12). Porque nosotros rechazamos la doctrina de la trinidad y nos rehúsamos a creer que hay tres Dioses, no somos consideramos Cristiandad de la *corriente principal* y por lo tanto catalogados un culto. Pero que los hijos e hijas de Dios no sean intimidados. No acepten esta intimidación. No se derrumben en la filosofía Griega y Babilónica modificada mediante el sincretismo en un nuevo Evangelio que no es el Evangelio envíado a todo el mundo por Jesús. No permita a los manipuladores crear pluralismo religioso, el propósito del cual es sintetizar un tesís dialéctica deformada en una antítesis la cual ellos afirman será una verdad superior a la que fue enseñada por Jesús y sus Apostóles. ¡Nosotros Gentiles que somos Judíos por Elección por medio del Evangelio Mesiánico de Jesús podrá ser negado por los hombres, pero el cielo nos aprueba! Nosotros no podemos hacer de la cubierta de sus revistas donde rameras y puteros son decorados como el epítome de la cultura y conducta social; Podremos incluso tener la pérdida de la familia y amigos debido a la falsedad contra nosotros; Pero recuerde una cosa, el Señor Jesús ha camimado este camino antes que nosotros y él ha prometido ir con nosotros hasta el fin del mundo. ¡Cuando el mundo esté en fuego nosotros tendremos un Salvador y ellos tendrán un juez! ¿Puede su templo, sinagoga, iglesia, revista, películas, periódicos, u otro discurso rimbombante salvarlos en aquella hora? La actitud de negación de nuestra doble identidad saldrá más en imprentas y más en televisión y otras propagandas cuando nos acerquemos más a la venida del Señor. Leyes anti-misioneras de todos los tipos serán obligadas en la sociedad desde los salones de gobierno, a la escuela primaria, a los colegios y universidades, a las esquinas de las calles, y finalmente dentro de nuestros lugares de asamblea. Ellos levantarán supuestos miembros que serán de sus ordenes y cultos secretos contra nosotros. Líderes de organizaciones serán usados por ellos para controlar la literatura religiosa y para dejar la comunión de todo aquel que está alerta a la Verdad. Entonces cada hogar se convertirá en una Iglesia y cada mesa de cocina un altar del Divino Sacramento de nuestra Pascua del Señor y Palabra. Nuestra doble identidad no se desvanecerá y crecerá en más brillo cuando el día del Señor se acerque más en los cielos.
El pensamiento del mundo será alterado contra nosotros. ¿Cambiaremos nuestra confesión y profesíon de fe por coacción, fuerza, amenazas, abuso, cárcel, o muerte? Porque, cada alma que muere en esta fe sella la condenación y perdición de aquellas personas o sectas que causaron o fueron parte de la injuría o muerte. ¡Y solamente los muertos pueden perdonar! ¡Si, allí debe surgir del interior del Judaísmo anticristo, Catolicismo, Protestantismo, Islam, y otros Covens y Cultos, una negación de nuestra fe y nuestra conversión, pero nosotros venceremos este reverso antisemitismo! Habrá Gentiles que se convertirán que son negros, blancos, morenos, amarillos, y todos los colores entre estos. De todas las naciones, tribus, y lenguas saldrán en los postreros días. Los Ministros del Evangelio del Reino saldrán por la Palabra del SEÑOR y hablarán a la tierra: "ENTREGÜENSE MIS HIJOS Y MIS HIJAS" y las naciones de la tierra tendrán avivamiento y grande salvación será vista por toda la tierra desde un extremo del cielo al otro. Saldremos de gran tribulación y lavaremos nuestros vestidos y los emblanqueceremos en la sangre del Cordero (Isaías 43:6; Hechos 2.38; Ap. 7:14). ¡Venceremos porque más grande es él que está dentro de nosotros, que el que está dentro del mundo! ¡Como Gentiles con doble identidad, debemos salir a todo el mundo y predicar el Evangelio del Reino de Dios, y ENTONCES VENDRÁ EL FIN!
Nosotros que somos legitimos Gentiles conversos debemos descubrir nuevamente quiénes somos y cuál es nuestro papel en el plan de Dios. Creer Hechos 2:38, la Unicidad de Dios, Santidad, y separación del mundo no es la culminación del hombre perfecto o la plena perfección de los Santos. Necesitamos la plena restauración de la Iglesia Apostólica, el Israel Mesiánico de Dios. ¡Necesitamos saber que no somos simplemente LO QUE SOMOS! Nosotros de todas las sectas y religiones se nos ha sido dada la revelación del Dios Fuerte En Cristo. Ese es nuestro mandato, que es nuestro protócolo de autoridad para terminar la obra del Reino de Dios. El Señor Jesús se está presentando al mundo Gentil con el Nuevo Pacto Mesiánico una vez más y qué harán ellos de éste? ¿Qué harán los Reyes y gobernantes? ¿Qué harán los hombres y mujeres en autoridad del gobierno? ¿Qué harán los Ministros? ¿Lo negaremos porque Judíos incrédulos y Gentiles apostatas quieren que creamos *su* interpretación de nuestra esperanzas y promesas del Nuevo Testamento? ¿Les permitiremos reinterpretar NUESTRO LIBRO? ¿Si ellos no están en la verdadera Fe Mesiánica de Jesús y los Apostóles qué derecho tienen ellos siquiera para dar una opinión sobre NUESTRO LIBRO? ¿Correremos a una biblioteca Bíblica nos lo creeremos todo, toda sus filosofías e ilógicas enseñanzas falsas? ¿O permitiremos que el Nuevo Pacto sea nuestra única regla de autoridad? Como Gentiles con doble identidad siempre somos el blanco de nuestros enemigos y el lugar más grande de ataque es nuestra fe Mesiáncia Judaística como el Israel de Dios. ¿Recibiremos sus zalamerías y reinterpretaciones del Nuevo Pacto diferente de la manera que Jesús y los Apostóles la enseñaron? Es tiempo de leer el Nuevo Pacto nuevamente y traer de vuelta al primer plano los tópicos de nuestra redención y adopción en el Israel de Dios. Es tiempo de decir a aquellos que son convertidos y salvos: "ustedes son el Israel de Dios" y a aquellos que rechazan a Jesús como el Mesías: "ustedes no son el pueblo de Dios."
¿Entonces cuál es la relación entre el Gentile y su identidad como un converso al Judaísmo Mesiánico de Jesús? Es una realidad que el Gentil en cada uno de nosotros debe ser vencido por la fe Mesiánica de Jesús. La vida Gentil debe ser sepultada en las aguas del bautismo y debemos nacer de nuevo (Juan 3:3-5) y nuestra fe debe vivir por seguridad de Jesús como se encuentra en Marcos 16:16 y en Hechos 2:38. Esa fe debe reemplazar todas las demás fe religiosas. Debemos renunciar a todas las demás religiones, Judío así como también Gentil, para ser un seguidor de Jesús. Usted no puede traer el bagaje de cualquier grupo consigo a su nueva vida como converso. Debe dejar todas las nociones, ideas, teorías preconcebidas, y heredadas creencias en las aguas del bautismo. Debe levantarse una nueva creación con una nueva mente fresca, un alma lista para el bautismo del Espíritu, y un cuerpo para hacer la voluntad del Señor. Todo su pasado debe ser desechado y usted debe venir como una nueva piedra viva, una joya recogida por Jesús Mesías, su Señor (Mal. 3:7; 1 P. 2:5). Aun así usted no trajo nada a este mundo al nacer sino una mente fresca lista para ser enseñada y aprender, así saldréis vosotros de vuestras aguas del bautismo por gracia por medio de la fe con una mente fresca lista para ser enseñado y aprender la vida de un Mesiánico convertido. Si usted desea ser un Judío Mesiánico por elección, usted debe estar preparado para sepultar su vida Gentil y mundo de pecado para siempre. Usted debe venir a un nuevo estilo de vida. Si usted no se ha comprometido con esto, entonces usted no está preparado para ser un converso y cualquier otro ritual religioso por el que usted pueda pasar para ser llamado Cristiano será sólo eso, ...un ritual religioso de obras pero sin conversión verdadera. ¡Éste no significará nada para el Señor Jesús! Porque usted todavía no es un Mesiánico convertido. La relación de un Gentil con su conversión Mesiánica será la que nosotros tenemos una doble identidad. Entonces, podemos afirmar que nos hemos convertido plenamente cuando hemos muerto para el mundo Gentil para que podamos vivir y reinar con Jesús en su Israel de Dios, su Reino.
Nuestra doble identidad tiene raíz en la compasión. Estamos unidos a la familia Mesiánica de Israel por la Cruz del Calvario. Nuestro Señor Jesús Mesías nos amó aún cuando nosotros éramos pecadores él murió por nosotros. Jesús se puso en pie en el templo y en los salosnes de una corte canguro y oyó por sí ser llamado con todo tipo de nombres blasfemos. Él escuchó a los mentirosos. Él observó los ojos de serpiente del sacerdocio cuando ellos hicieron arte y manipularon testigos contra él. Él oyo sus gritos por su muerte. Él sabía que ellos estaban haciendo esto por odio y envidia. Sin embargo su compasión por el Judío y Gentil le causó beber de esta copa amarga. Aunque muchos quieran decir que los Judíos no fueron culpables de la crucifixión y traten de culpar a los Romanos, Jesús le dijo a Pilato: "El que a ti me entrega, mayor pecado tiene" (Juan 19:11). ¡Los Judíos que se reunieron aquel y que negaron a Jesús dijeron: "fuera con él" (Juan 19:15), que quiere decir MATÉNLE! Ellos sabían esto y dijeron que su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos (Mt. 27:25). Mientras los Judíos anticristos estaban mostrando odio hacia su Rey, un Gentil cargó la Cruz al Calvario. ¡Los Judíos ciertamente no harían que uno de los suyos llevara la cruz de un criminal convicto! Este Gentil fue probablemente un hombre negro. La Escritura dice que su nombre era Simón de Cirene. Cirene es una nación Africana conocida en estos tiempos por ser establecida por una raza de negros Africanos. Los Judíos Mesiánicos Negros de la fe de Jesús se enorgüllecen que sean relacionados con la raza del hombre que cargó la Cruz. Las demás etnias Gentiles tienen un lugar en la Cruz y más seguramente aquellos con piel negra. Todos podemos compartir una doble identidad Gentil como el único pueblo de Dios.
¿Por qué es que los Judíos que odian a Jesús quieren que los Negros odien a Jesús hoy? ¡Ellos quieren que los Negros crean que Jesús y los Cristianos iniciaron la esclavitud! Ellos quieren que los Negros piensen que los amos de esclavos obenían su atoridad para el maltrato de esclavos del Nuevo Testamento, cuando en realidad el maltrato vino del Antiguo Testamento cuando era practicado por Judíos sobre Gentiles. En el Antiguo Testamento el asesinato de un esclavo no era considerado al mismo nivel que matar a otro Judío. Los esclavos eran considerados bestias de carga y se les podía abusar a la voluntad del dueño del esclavo, utilizados como objetos sexuales, y solamente en el caso de herida ellos podían tener derecho a la libertad inmediata. No tenemos absolutamente registro cómo fueron guardadas estas provisiones. Cualquiera puede mirar las frescoes, pinturas, etc para ver que muchos negros fueron esclavos en estos días. Me alegra mucho que muchos Negros no caerán por la decepción que Jesús y sus seguidores Mesiánicos fueron los creadores de la esclavitud. Los conversos Mesiánicos Negros aman a Jesús con el mismo fervor que otras etnias Gentiles y si fuere necesario, se levantarían nuevamente para llevar la Cruz del odiado. Los Negros también comparten la causa común de una doble identidad Gentil así como también ser un converso al Judaísmo Mesiánico de Jesús. La compasión de Jesús por Gentiles de cualquier origen étnico no puede ser negado por ninguna persona que tenga cerebro.
La doble identidad de un Gentil como converso al Judaísmo está descrita en Rut, la ancestra femenina de Jesús mediante el Rey David y su bisabuelo Boz. La bisabuela de David era Rut una negra Gentil Moabita que se convirtió al Judaísmo piadoso (No el Fariseísmo o Talmudismo ella nunca conoció estas perversiones). Entonces en la línea de simiente de Jesús estaba ambos Judío y Gentil,. quizá una sombra de blanco y negro. Es una realidad que en el Calvario, Jesús se convirtió en salvación para su propia ancestra Gentil Rut cuando él ofreció una mano para el primer clavo. Luego él permitió que los Judíos y los Romanos extendieran su segunda mano para el clavo por los Judíos que creerían por fe para salvación. En las dos manos de Jesús traspasadas por los clavos en el Calvario hubo y hay compasión para Judío y Gentil igualmente, ...sin prejuicio y sin disimulo. Así que en la compasión de Jesús sobre el Calvario la conversión de Gentiles y su salvación fue sellada por la sangra de la redención. La copa de la redención de la Pascua del Señor significa mucho tanto para el Gentil convertido como para el Judío convertido al Judaísmo Mesiánico de Jesús. Somos una familia en la Mesa del Señor. Porque en la Copa de la Redención el amor de Dios y la compasión de salvación para los Gentiles y Judíos es compartida por todos los que beben. La Ley de Moisés no podía hacer esto y de hecho no lo hizo. Las tradicinoes de los Ancianos Babilónicos no podían hacerlo. Las supuestas Leyes Noahide fabricadas para apartar a los Gentiles del Judaísmo Mesiánico al Fariseísmo Talmúdico no podían hacerlo. El Templo no podía hacerlo. El Sacerdocio no podía hacerlo. Se necesitaba la sangre del Cordero sacrificado. Los Gentiles se unen alrededor de la mesa de la Pascua del Señor en la Pascua para celebrar esta maravillosa unidad de una doble identidad de Judío y Gentil como el Israel de Dios. ¡Ponemos el pecado bajo la sangre de Jesús y dejamos la Mesa en paz y unidad, diciendo en nuestros corazones para la segunda venida del Mesías, ...PRÓXIMO AÑO JERUSALÉN!
Jesús tenía amor por los Gentiles aunque su primera prioridad era para la casa de Israel. Mateo registra lo siguiente: "He aquí mi siervo, a quien he escogido; Mi Amado, en quien se agrada mi alma; Pondré mi Espíritu sobre él, y a los Gentiles anunciará juicio" (Mt. 12:18). Esto se clarifica en el verso 21: "Y en su nombre esperarán los Gentiles." Este verso es tomado de Isaías 11:10--"Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendín a los pueblos, será buscada por las gentes(Gentiles); y su habitación será gloriosa." No puede haber error aquí, cuando el Reino Mesiánico viniera, los Gentiles volarían a él por la conversión. Todas las conversiones anteriores de cualquier Gentil en el Judaísmo del Antiguo Testamento fue predicha sobre el voto de aceptar la esperanza Mesiánica cuando ésta se realizara (sucediera). Toda conversión al Judaísmo que no tiene por esperanza eterna el Reino del Mesías es una conversión de conveniencia y no una conversión de alma y corazón. ¡Ésta no es válida! Estrellas de películas y otros que se convierten por éxito financiero no es válida. Las conversiones sólo por matrimonio y criar hijos no son válidas. La conversión está expresada en el destino de Israel y ese destino está enfocado en y halla su cumplimiento en el Reino Mesiánico de Jesús. Cualquier práctica de cualquier Judaísmo que no sea la fe Mesiánica de los Patriarcas y los Profetas hacia este destino no es válida. Ésta es una falsa práctica y cualquier conversión a estas falsedades no tienen absolutamente meritos ni siquiera si mil de los mejores Rabinos del mundo sancionan las ceremonias, los baños rituales, y firmen los papeles de conversión. Cualquier Gentil que se convierte y desea ser un Judío por elección debe tener primero en mente el destino de la esperanza Mesiánica y el Dios de los Pactos o él o ella no es un válido convertido. Y, cuando el Mesías viniere, cualquier Gentil convertido que le negare, junto con todos los Judíos que le niegan, no son de ningún Pacto en absoluto, ni siquiera el pacto de Abraham. Cuando el Mesías viniera él iba a interpretar la Ley correctamente y todos los Rabinos mantendrían sus bocas cerradas. Él iba a traer el Nuevo Pacto y todos los Rabinos dirían nada contra éste. Él iba a abolir el talmud y todas las demás opiniones religiosas y enseñar el conocimiento del Señor, y la palabra del Señor saldrá de Jerusalén, y el mundo se sentaría en silencio. Los Gentiles traerían la gloria de sus naciones al Reino del Mesías o ellos serían maldecidos. Se profetizó:
"Diré al norte: Da acá; y al sur: No detengas; trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de la tierra, todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice. Sacad al pueblo ciego que tiene ojos, y a los sordos que tienen oídos. Congréguense a una todas las naciones, y júntense todos los pueblos. ¿Quién de ellos que nos dé nuevas de esto, y que nos haga oír las cosas primeras? Presenten sus testigos, y justifíquense; oigan, y digan: Verdad es" (Isaías 43:6-9).
Esta reunión de los verdaderos escogidos de Dios que consiste de Judíos y Gentiles convertidos al Judaísmo Mesiánico de Jesús, se menciona en Mateo 24:31--"Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro." ¡La cosa maravillosa aquí es que el nombre por el cual éstos son reunidos no es el nombre Israel, o el nombre Judío, o incluso el tetragrámaton YHVH, sino el NOMBRE DEL SEÑOR! Y así que, entendemos que el nombre sería Jesús el cual es el nombre del SEÑOR y el nombre del Mesías (Señor Jesús Cristo). El nombre *JESÚS* quiere decir Dios se ha convertido en nuestra salvación. Y con razón, no hay otro nombre de salvación dado bajo el cielo (Juan 3:18; Hechos 4:12). Es cuando un Gentil toma este nombre de familia Judía de Jesús en las aguas del bautismo que la doble identidad de ser un converso al Judaísmo Mesiánico de Jesús, comienza. Las aguas del bautismo tienen su autoridad en la Cruz del Calvario y en la celebración anual de la Pascua de ese evento. Es en las aguas del bautismo que la sangre de Jesús, por gracia por medio de la fe, limpia todo pecado y mancha de una vida pecaminosa y profana. La compasión de Jesús se convierte en el amor de Dios para todo el mundo, es la misma bendición sobre nuestra doble identidad.
Para cumplir este ministerio de la compasión a los Gentiles, Jesús envió a sus Apostóles a todo el mundo a todas las naciones a predicar el Evangelio del Reino. En poco tiempo las doce tribus y Gentiles que eran conversos conocieron lo que la palabra *EVANGELIO* significaba. Significaba ser invitados a llegar a ser conversos al Israel de Dios, el Reino del Mesías. Pero algunos, no conociendo esta verdad han predicado otro Evangelio invitado a las personas a ser miembros de una congregación, una religión, o una organización. Ellos han perdido el principal fundamento de las *Buenas Nuevas* que el Judío y Gentil compartirán en el Judaísmo Mesiánico de Jesús como coherederos y del mismo cuerpo.
El tiempo de la exclusividad del incrédulo culto del Templo como el pueblo elegido o escogido finalizó en el Calvario. Ahora, ambos Judío y Gentil serían iguales a los pies de la Cruz para que él pueda tener misericordia sobre todos (Ro. 11:30-32). Ahora, no hay diferencia entre Judíos y Gentiles (Ro. 10:12). Todos ellos deben convertirse al Judaísmo Mesiánico de Jesús y los Apostóles. Jesús dijo así: "Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado" (Marcos 16:15-16). Esta salvación o condenación es para todos, al Judío primeramente. Si los Judíos no creen, todos los Rabinos en todo el mundo no pueden salvarlos de ser condenados. Si los Gentiles no creen, todos sus rituales religiosos y credos no pueden salvarlos de ser condenados. Ellos deben venir a la conversión y en las aguas del bautismo ser sepultados por gracia por medio de la fe en el nombre de Jesús Cristo y convertirse. Si ellos no lo hacen, ...ellos no pueden ser salvos. Los Gentiles que han tomado esto en sus corazones para convertirse al Judaísmo Mesiánico de Jesús estarán entre aquellos hijos e hijas a quiénes el Señor llamará desde lejos y dirá a la tierra: ¡DA ACÁ!
Es cosa difícil para los Gentiles acabar su doble identidad. Por un lado somos convertidos y por el otro nuestras familias Gentiles que no son convertidas son constantes recuerdos que nuestras conversiones son por elección. Mientras permanezcamos Gentiles según carne y sangre, sin embargo somos el Israel de Dios y convertidos y llegamos a ser Judíos Mesiánicos según religión. Nunca debemos permitir que alguien nos convenza que nuestras conversiones no son legítimas. El bautismo del Espíritu Santo es nuestra prueba que son legítimas. Porque por un Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo. Ese cuerpo es identificado en 1 Co. 12:13 y Ef. 3:6. No puede ser ningún otro que el cuerpo de Judíos que heredaron las promesas de los Pactos por venir al Reino de Dios bajo el trono y reinado de Jesús Mesías. ¡Eso resuelve el problema! ¡Que los negadores se sienten en un tachuela! Nuestras conversiones son una realidad de la Palabra de Dios y nada cambiará esto. Nosotros estamos sellados por el Espíritu Santo de la promesa para esta herencia (2 Co. 1:22; Ef. 1:13). Este sello es un acto de Dios sobre el cual un hombre no tiene control o potestad. El anticristo podrá invocar fuego del cielo sobre el Monte Moriah sobre sacrificios animales para engañar a los escogidos si es posible, pero él no puede dar el bautismo del Espíritu Santo a una sola alma a menos que él predique a Jesús para salvación. ¡Esa es nuestra señal, no fuego del cielo sin esta predicación!
Cuando el Apóstol Pedro vio que los Gentiles habían recibido el Espíritu Santo en Hechos 10 después que él había predicado salvación por medio de Jesús, él razonó que Dios había concedido a los Gentiles arrepentimiento para vida y los había sellado él mismo como hijos e hijas. ¿Cómo él iba a argüir con Dios, dijo, en el concilio en Jerusalén (Hechos 11:18)? Él vio a los Gentiles como conversos. Él entonces supo que los conversos tenían que ser sellados en las aguas del bautismo para que ellos fuesen sacados por el nombre del Señor según Isaías 43:6-9. Así que, él les mandó que se bautizaran en el nombre del Señor Jesús para cumplir la conversión Mesiánica de Hechos 2:38. Esta conversión de los Gentiles al Judaísmo del Nuevo Testamento abrió la puerta al evangelismo de todas las demás naciones Gentiles. Así en la casa de Co |
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