EL DEBER DE TRABAJAR
Por Erick Vivanco
©Dabár Qodesh. La Palabra Pura de YHWH
Volviendo a la senda antigua...
Nota: En este estudió la palabra “Elohim” que es “El Poderoso”, reemplaza a la palabra “Dios”
En la torah podemos leer que en uno de los mandamientos mas importantes que Yisrael recibió del Eterno, que hace destacar a la cultura hebrea de las demás culturas del mundo, una razón importantísima acerca del de deber de trabajar. Sí, porque al comenzar el mandamiento del “Shabbát” (reposo), podemos ver como es que antes del reposo el Creador manda y ordena al pueblo suyo, a trabajar seis días y a descansar uno (en el día de reposo “shabbát”). Veamos:
“Seis días trabajarás, y harás toda tu obra” (Shemot/Exo. 20:9)
Tal cual podemos apreciar, la instrucción de Eterno es trabajar seis días, tal cual él trabajo seis días cuando hizo los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, mas al séptimo día (Shabbát) descanso. (Shemot/Éxodo 20:10-11).
Nos gustaría centrarnos no en el mandamiento del “Shabbát” (reposo), sino que en el mandamiento que se contrapone el descanso, y sin el cual el reposo no seria una realidad y menos un mandamiento, nos referimos a la orden del Creador de “Abád” (Trabajar).
La palabra hebrea para “trabajar” es “Abád” y esta denota en entre muchas cosas, algunas de las mas importantes como; “servir, arar, cultivar, (caus.) desempeñar, ejercer, labrar, ministrar, prestar, servidumbre, servir, siervo, sujetar, trabajador, trabajar”. Su significado es amplio, pero tiene mas relación con la de trabajar y servir o desempeñar alguna actividad, por lo cual, el mandamiento de Shemot (Éxodo) 20:9, es de exclusividad enfocado a trabajar, no ha dejar de hacerlo.
En el principio el Eterno dio labores al Adam (hombre) que había creado, el texto de la torah nos dice;
“Tomó, pues, YHWH Elohim al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase” (Bereshit/Gen 2:15)
Quienes dicen que el trabajo es una maldición de Elohim al ser humano, se equivocan rotundamente, pues él dispuso desde el principio una ocupación para el hombre. El no hizo un hombre flojo, mal acostumbrado, relajado y acomodado, sino que uno que tenia obligaciones, tareas, ocupaciones, y que al igual que él descanso en el séptimo día (Shabbát), así también él Adam (hombre) que el había creado descansaría en el séptimo día de sus obras.
La historia bíblica capítulos mas adelante nos comenta como es que por la desobediencia del primer hombre, habría un especie de castigo sobre el trabajo de este en la tierra que YHWH le había ordenado a labrar. Veamos:
“Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás” (Bereshit/Gen 3:17-19)
Tal cual podemos leer la maldición no es sobre el trabajo en sí, pues el mismo Creador dispuso de una ocupación para el hombre, la maldición no es que el hombre tenga que trabajar, pues anterior a la caída ya le había dado un trabajo, sino que la maldición seria sobre la tierra que él labraria, la fuente del trabajo de aquellos días. Note que la maldición va dirigida a la tierra, la expresiones; “Maldita será la tierra por tu causa”, “Espinos y cardos te producirá” “Con sudor de tu rostro comerás el pan”. Por lo cual , ¿Qué nos quieren decir esas expresiones? Pues que el Adam (Hombre) fue obligado a ganarse la vida labrando la tierra; pero no como antes (Bereshit/Gen. 2:15) ya que lo que antes de la caída hacía con facilidad y placer, ahora no había de conseguirse después sin esfuerzos penosos y perseverantes. Por lo cual ¿Es el trabajo una maldición? Por su puesto que no ya lo hemos comprobado.
El trabajo es un mandamiento del Creador, y sus mandamientos se destacan no por se penosos, ni inalcanzables, (Debarim/Dt. 30:11) es mas, él pueblo que desea obedecerlos dice sin ningún tipo de cuestionamiento al dador de los preceptos; “Todo lo que YHWH ha dicho, haremos”. (Shemot/Éxodo 19:8). Por lo cual, los que hoy formamos parte de ese pueblo, asamblea, congregación o como usted le quiera llamar, debemos obedecer sin cuestionar sus mandamientos.
Alguien podría decir; ¿Pero como no será una maldición el gran esfuerzo que hace al trabajar, llevar cargas pesadas, destrozarse las manos, agotarse y entregar las fuerzas a una función laboral, quien podría llamar a eso una bendición? Quizás a usted le parezca o le suene extraño, pero los mandamientos de Elohim, son buenos, justos, rectos y santos (Romanos 7:12). Por lo cual he aquí el porque el trabajo es una dicha que YHWH ha dado al ser humano, y cuanto mas al que es su pueblo Yisrael.
“Bienaventurado todo aquel que teme a YHWH, Que anda en sus caminos. Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te irá bien. Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa” (Tehilím/Salmos 128:1-3)
“No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno, porque mi corazón gozó de todo mi trabajo; y esta fue mi parte de toda mi faena” (Koheleth/Ecc. 2:10)
Para aquel que teme al Eterno y guarda su Instrucción (Torah) le es una hermosa bendición el trabajo, ¿Pues acaso no ha pensado usted en lo lindo que es, cuando llega de su trabajo con su salario y puede compartir con sus hijos, su esposa, su familia toda un alimento y dar gracias al Creador por ello? ¿Cómo se ha sentido usted, cuando después de todo el esfuerzo y el cansancio recibe el justo pago de su labor? Tal cual dice en los Salmos (Tehilím) la mujer de aquel es como una vid que lleva fruto, sus hijos como plantas de olivo alrededor de su casa, ¡si, por que es una dicha disfrutar de las cosas de la vida, cuando tememos a YHWH, y sabemos que él nos ha dado las bendiciones a raíz del trabajo!.
Por otra parte, como dice el pasaje de Eclesiastés (Koheleth), ¿No ha gozado usted de su trabajo, dándose los placeres que ha querido darse, y cuando su ojo a deseado tener? Sí, pues dentro lo deseable y agradable al Eterno, nos hemos dado placeres que él nos ha permitido, por eso y mucho mas el trabajo al ser un mandamiento de Elohim, no puede ser una maldición sino que una hermosa bendición.
Ahora que ya sabemos que el trabajo al ser un mandamiento del Eterno, no puede ser una maldición si no que una bendición, (Podría ser una maldición para el que no lo hace, como veremos mas adelante) veamos como es que la escritura nos dice muchas cosas acerca del trabajo:
Es ahora cuando vera usted que el corto mandamiento de Trabajar de Shemot (Éxodo) 20:9, tiene un fuerte repercutir en todas las escrituras, comenzado por la torah, las enseñanzas de Yehoshua, los Tehilím (salmos), Mishlé (proverbios), y los escritos de los emisarios quien hablaron en base a la torah y demás escrituras santas. Todo esto a raíz del mandamiento del Eterno; "Seis días trabajaras y harás toda tu obra" (Shemot/Ex. 20:9).
Los trabajadores aumentaran sus riquezas de a poco a poco, mas la fortuna rápida y vanidosa para los ilusorios disminuirá:
“Las riquezas de vanidad disminuirán; Pero el que recoge con mano laboriosa las aumenta” (Mishlé/Pro 13:11)
“Fortuna rápida, vendrá a menos, quien junta poco a poco, irá en aumento” (Mishlé/Pro 13:11) (Biblia de Jerusalén).
Todo Trabajo produce fruto mas los charlatanes, quienes no se ocupan en el trabajo empobrecerán:
“En toda labor hay fruto; Mas las vanas palabras de los labios empobrecen” (Mishlé/Pro 14:23)
Todo trabajo produce abundancia, la charlatanería sólo indigencia” (Mishlé/Pro 14:23) Biblia de Jerusalén.
YHWH da las oportunidades, nosotros debemos administrarlas laboriosamente y con sabiduría:
“Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría” (Koheleth/Ecc 9:10)
“Cualquier cosa que esté a tu alcance el hacerla, hazla según tus fuerzas, porque no existirá obra ni razones ni ciencia ni sabiduría en el seol a donde te encaminas” (Koheleth/Ecc 9:10) Biblia de Jerusalén.
Los solícitos en el trabajo alcanzaran honra ante personas de relevancia:
¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; No estará delante de los de baja condición” (Mishlé/Pro 22:29)
“¿Has visto un hombre hábil en su oficio? Se colocará al servicio de los reyes. No quedará al servicio de gentes oscuras” (Mishlé/Pro 22:29)
El trabajo se hace cuando corresponde, el trabajo es para trabajar:
“Si fueres flojo en el día de trabajo, Tu fuerza será reducida” (Mishlé/Pro 24:10)
Cuidado con el Afán, el mandato es trabajar, pero Mashiaj y la torah nos previenen de no afanarnos y de poner a otro Elohim sobre nuestros corazones, nos referimos; “al dinero”:
“¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?” (Koheleth/Ecc 1:3)
“No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Elohim y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Matiyahu/Mateo 6:31-33)
La Torah nos señala que si centramos nuestra vida solo en el trabajo, eso también es vanidad:
“Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol” (Koheleth/Ecc 2:11)
“Asimismo aborrecí todo mi trabajo que había hecho debajo del sol, el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí” (Koheleth/Ecc 2:18)
El predicador aconseja sobre el cuidado que debemos tener con la ambición, tal cual el Mashiaj también señalo:
“Todo el trabajo del hombre es para su boca, y con todo eso su deseo no se sacia” (Koheleth/Ecc 6:7)
“Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?” (Matiyahu/Mateo 16:26)
Las escrituras inspiradas nos señala que los trabajadores descansaran. Mashiaj es el gran descanso para los trabajados y la promesa del mundo venidero será el descanso junto a YHWH:
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Matiyahu/Mat 11:28)
“Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen” (Rev. 14:13)
¿Por qué se da luz al trabajado, Y vida a los de ánimo amargado? (Iyov/Job 3:20)
Los escritos de los emisarios nos aconsejan muchas cosas sobre el trabajo, dichos comentarios tienen base no solo en sus propios dichos, sino mas bien en la instrucción (torah) del Eterno, pues no podemos tomar a la ligera lo que primeramente dice YHWH en su santa instrucción y luego los emisarios en su (halája) interpretación de la torah que viene a constituir ley en la asamblea de Yeshua. Veamos cuales son todas instrucciones en la torah y en los escritos de los emisarios, comenzando por la torah:
Los deberes de los Señores, hoy llamados y conocidos como Empleadores:
Pago puntual en los salarios:
“No oprimirás al jornalero pobre y menesteroso, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros que habitan en tu tierra dentro de tus ciudades. En su día le darás su jornal, y no se pondrá el sol sin dárselo; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti a YHWH, y sea en ti pecado” (Debarim/Deum. 24:14-15)
Consideración por los empleados:
“Si hubiera tenido en poco el derecho de mi siervo y de mi sierva, Cuando ellos contendían conmigo, ¿Qué haría yo cuando Elohim se levantase? Y cuando él preguntara, ¿qué le respondería yo? (Iyov/Job 31:13-14)
Refrenarse de amenazas:
“Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas” (Efesios 6:9)
Dar Trato justo:
“Amos, haced lo que es justo y recto con vuestros siervos, sabiendo que también vosotros tenéis un Amo en los cielos” (Col 4:1)
La torah y los emisarios nos hablan del pecado respecto a la tardanza o no pago del salario:
La tardanza en el pago:
“No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás. No retendrás el salario del jornalero en tu casa hasta la mañana” (Vayiqrá/Lev 19:13)
El pecado de exigir trabajo sin pagarlo:
“¡Ay del que edifica su casa sin justicia, y sus salas sin equidad, sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de su trabajo!” (Yermeyahu/Jer. 22:13)
“Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice YHWH de los ejércitos” (Malaakhí/Mal 3:5).
“He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos” (Yaaqóv/Stg. 5:4)
Tal cual los Señores tienen deberes, así también en la torah y en los escritos de los emisarios hayamos un fiel testimonio de los deberes y obligaciones de los empleados o siervos, veamos:
La torah y Mashiaj nos hablan de siervos fieles a sus amos, de sus bendiciones y recompensas:
“Y si el siervo dijere: Yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos, no saldré libre” (Shemot/Ex. 21:5)
“He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, Y como los ojos de la sierva a la mano de su señora, Así nuestros ojos miran a YHWH nuestro Elohim, Hasta que tenga misericordia de nosotros” (Tehilím/Sal.123:2)
“El siervo prudente se enseñoreará del hijo que deshonra, Y con los hermanos compartirá la herencia” (Mishlé/Pro 17:2)
“Como frío de nieve en tiempo de la siega, Así es el mensajero fiel a los que lo envían, Pues al alma de su señor da refrigerio” (Mishlé/Pro 25:13)
“Quien cuida la higuera comerá su fruto, Y el que mira por los intereses de su señor, tendrá honra” (Mishlé/Pro 27:18)
“¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá” (Matiyahu/Mt. 24:47)
Debemos trabajar como para el Señor el Mashiaj (Mesías):
Con Fidelidad:
“Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Elohim. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque al Mesías el Señor servís” (Qolasiyim/Colosenses 3:22-24)
Con respeto a los Amos:
“Todos los que están bajo el yugo de esclavitud, tengan a sus amos por dignos de todo honor, para que no sea blasfemado el nombre de Elohim y la doctrina. Y los que tienen amos creyentes, no los tengan en menos por ser hermanos, sino sírvanles mejor, por cuanto son creyentes y amados los que se benefician de su buen servicio. Esto enseña y exhorta” (1Tomoteo/1Timoteo 6:1-2)
Con deseo de agradar:
“Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones; no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Elohim nuestro Salvador” (Tito 2:9-10)
Con paciencia en situaciones difíciles:
Criados, Estad. sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar. (Kefa/1Pe 2:18)
Con obediencia:
“Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como al Mesías; no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Mesías, de corazón haciendo la voluntad de Elohim; sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre” (Efesios 6:5-8)
Comparaciones en el tanaj entre un necio vagabundo y un sabio trabajador
Los diligentes comparados con los perezosos:
"Ve a la hormiga, oh perezoso, Mira sus caminos, y sé sabio; La cual no teniendo capitán, Ni gobernador, ni señor, Prepara en el verano su comida, Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento. Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar, Y cruzar por un poco las manos para reposo; Así vendrá tu necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre armado" (Mishlé/Pro 6:6-11)
"La mano negligente empobrece; Mas la mano de los diligentes enriquece. El que recoge en el verano es hombre entendido; El que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza.” (Mishlé/Pro 10:4-5)
"Como el vinagre a los dientes, y como el humo a los ojos, Así es el perezoso a los que lo envían" (Mishlé/Pro 10:26)
"El que labra su tierra se saciará de pan; Mas el que sigue a los vagabundos es falto de entendimiento" (Mishlé/Pro 12:11)
"La mano de los diligentes señoreará; Mas la negligencia será tributaria" (Mishlé/Pro 12:24)
“El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el alma de los diligentes será prosperada” (Mishlé/Pro 13:4)
"La pereza hace caer en profundo sueño, Y el alma negligente padecerá hambre" (Mishlé/Pro 19:15)
"El perezoso no ara a causa del invierno; Pedirá, pues, en la siega, y no hallará" (Mishlé/Pro 20:4)
"No ames el sueño, para que no te empobrezcas; Abre tus ojos, y te saciarás de pan" (Mishlé/Pro 20:13)
"El deseo del perezoso le mata, Porque sus manos no quieren trabajar" (Mishlé/Pro 21:25)
"Pasé junto al campo del hombre perezoso, Y junto a la viña del hombre falto de entendimiento; Y he aquí que por toda ella habían crecido los espinos, Ortigas habían ya cubierto su faz, Y su cerca de piedra estaba ya destruida. Miré, y lo puse en mi corazón; Lo vi, y tomé consejo. Un poco de sueño, cabeceando otro poco, Poniendo mano sobre mano otro poco para dormir; Así vendrá como caminante tu necesidad, Y tu pobreza como hombre armado" (Mishlé/Pro. 24:30-34)
"Como la puerta gira sobre sus quicios, Así el perezoso se vuelve en su cama. Mete el perezoso su mano en el plato; Se cansa de llevarla a su boca. En su propia opinión el perezoso es más sabio Que siete que sepan aconsejar" (Mishlé/Pro. 26:14-16)
"Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa" (Koheleth/Ecc 10:18)
Ejemplos de hombres de YHWH que con su trabajo hallaron gracia y fueron considerados fieles:
Iosef (José) el hijo de Yaakob (Jacob):
"Y dejó todo lo que tenía en mano de Iosef (José), y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía. Y era Iosef (José) de hermoso semblante y bella presencia" (Bereshit/Gn. 39:6)
El Profeta Daniyél (Daniel):
"Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él" (Daniyél/Dn. 6:4)
Al Igual que a los empleadores la torah y los escritos de los emisarios demandan santidad en su proceder, así también a los siervos y personas que no son empleadores les demanda orden y el cumplimiento del deber de trabajar, veamos:
El que no trabaja anda desordenadamente, el deber de señalarlo y reprenderlo:
“Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Yeshua el Mesías, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros. Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros, ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros; no porque no tuviésemos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis. Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Yeshua el Mesías, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan. Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien. Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence. Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano” (2 Tesalonicenses 3:6-15)
El que no trabaja es peor que un incrédulo y ha negado la fe:
“Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo” (1Ti 5:8)