Romanos 1:4, dice “…y Jesús fue declarado ser Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de los muertos” (KJV)
Note que Jesús es declarado ser el Hijo de Dios, no Dios, por su resurrección. Los autores intentan igualar los dos pero ellos no son lo mismo. Los ángeles (Job 38:7), los hacedores de paz (Mt 5:9) y los cristianos (Gál. 3:26) son también llamados Hijos de Dios pero esto ciertamente no los hace Dios tampoco. ¿Y si resucitar de entre los muertos hace a Jesús Dios, entonces por qué no los otros que han sido resucitados, como Lázaro? Claramente, ser resucitado no es prueba de que uno es Dios Todopoderoso – de hecho lo contrario es cierto. Para ser resucitado un primero debe estar muerto. Si uno ha muerto uno no puede ser Dios porque Dios no puede morir. (Sal. 90:2; 1 Tim. 6:16).
Los autores citan a Juan 2:19, 21 como la prueba de que Jesús se resucitó de la muerte, y así él es Dios: “Destruid este templo, y en tres días yo lo levantaré … pero él hablaba del templo de su cuerpo” (KJV). Las Escrituras demuestran que fue Padre el que levantó a Jesús de la tumba (Gál. 1:1, Col 2:12, 1Ped. 1:21). Los trinitarios tienen por entendido que Jesús y el Padre no son la misma persona – son supuestamente dos “personas” en una “divinidad”. Así es que cuando la Escritura dice que fue el Padre que levantó a Jesús, quiere decir el Padre, no el Hijo. Comprender esta Escritura como Jesús resucitando su cuerpo físico de la tumba es una contradicción en términos. Si él se levantó a sí mismo de la tumba, entonces él no estaba muerto. Si él no estaba muerto, entonces no hubo sacrificio realizado por nuestros pecados. Fue el Padre el que levantó a Jesús de la tumba, como las Escrituras enseñan. ¿Pero cómo debemos comprender este dicho de Jesús? ¿Cuál es este ‘templo’, este ‘cuerpo’ que Jesús debió levantar en tres días si no el suyo? ¿Cómo define la Biblia el “templo de su cuerpo”?
¿No saben ustedes (Cristianos) que son el templo de Dios y que el Espíritu de Dios mora en ustedes? (1 Cor 3:16, NASB)
… Cristo Jesús Mismo siendo la piedra angular, en quién el edificio completo, siendo ensamblado, está creciendo en un templo santo en el Señor, en quién ustedes también están siendo construidos juntos en una morada de Dios en el Espíritu. (Efe. 2:20-22)
… entonces nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo en Cristo, e individualmente miembros unos de otros (Ro 12:15)
Ahora ustedes son el cuerpo de Cristo, e individualmente miembros de él. (1 Cor 12:27)
Debería ser claro de la Escritura, entonces, que Jesús se refería a su cuerpo espiritual – su Iglesia – cuando él dijo que después de tres días él lo levantaría.” Y de seguro, éste fue su objetivo primario después de su resurrección – el levantamiento de los cristianos en su cuerpo espiritual, que comprendería el templo de Dios, y en quién el Espíritu Santo moraría. Llevarían adelante su trabajo en el futuro, hasta nuestro día. Ciertamente, en la misma tarde de su resurrección, precisamente e inmediatamente después de los tres días de muerte, él se aparece ante sus discípulos, les comisiona, y sopla en ellos diciendo, “reciban el Espíritu Santo.” (Jn 20:19-22). Él así empieza el levantamiento de su cuerpo como él lo profetizó. Sin embargo, hay otro grupo de creyentes que cree que Jesús estaba profetizando la resurrección de su iglesia al tercer dia profético, es decir, al comenzar el tercer milenio o durante el tercer milenio.
Tomando estas opiniones nos permiten comprender la Escritura sin imponer contradicciones derivadas de las tradiciones de la Iglesia. Dios es un Dios de razón, y deberíamos acudir a las explicaciones razonables en vez de “los misterios”que los líderes de la iglesia nos dicen debemos aceptar si bien la Escritura los contradice.