Jeremías 17:10/Apocalipsis 2:23: “Yo Jehová, que escudriño el corazón, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras”(Jer. 17:10). “y sabrán que yo (El Hijo de Dios) soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras.” (Apo. 2:23).
Los Trinitarios sostienen que Cristo es el Jehová del Antiguo Testamento. Ellos dicen que ambos textos se refieren a la misma persona: Jehová-Cristo. Y si Jehová es Dios, luego Cristo es Dios. Pero hay otros pasajes bíblicos que nos indican que Cristo NO es Jehová. Estos son: Génesis 12:7 y Gálatas 3:16. En Génesis 12:7 JEHOVÁ le dice a Abraham que le daría a su DESCENDENCIA (la de Abraham), la tierra prometida. En Gálatas 3:16 leemos que esa DESCENDENCIA de Abraham es precisamente CRISTO. Si Cristo es Jehová, entonces Jehová se daría a Sí mismo la tierra prometida, y eso no tiene sentido. Además, Jehová sería la descendencia de Abraham, ¡y esto es un imposible! Dios no desciende de un hombre.
Según Mateo 1:1 Jesús es descendiente de David. Es decir, David vivió unos MIL años antes que Cristo existiese. Ahora bien, en 1 Crónicas 17:16 leemos que David estuvo delante e Jehová, y habló con él. Si Jehová es Cristo, entonces David habló con Cristo, lo cual es imposible. Históricamente Jesús nació diez siglos después de David, es decir, no pudo ser su contemporáneo. Pero David sí habló con Jehová, el Dios Altísimo, el Padre de Jesucristo. En el Salmo 2:7 se profetiza del reinado del Mesías, el Hijo de Jehová. Sí, Jehová se dirige al Mesías como “MI HIJO”.
Lo cierto es que Jehová Dios le pronunció a Abraham LA PROMESA de que Cristo (su descendiente según la carne), poseería la tierra prometida en un futuro lejano. Jehová hablaba de Su Hijo, y del hijo de Abraham. Hablaba de Jesucristo, el Mesías Rey. Queda claro que Jehová no es Jesucristo, aunque éste ejercerá la autoridad que Su Padre le ha dado, como es el de juzgar a los hombres en el día del juicio, en función a sus obras (Hechos 10:42; Mateo 16:27). Dios ha hecho de Jesús su escudriñador de corazones y mentes a fin de que pueda recompensar justamente (Mateo 28:18).
Algo más es necesario añadir. En 1 Corintios 2:10 el apóstol Pablo dice “Pero Dios nos la reveló a nosotros por el Espíritu; porque el ESPÍRITU LO ESCUDRIÑA, AUN LO PROFUNDO DE DIOS.” Notemos que es por el Espíritu de Dios que se puede escudriñar todo, aún lo más profundo de Dios. Según las Escrituras, Jesús estaba (y está) LLENO DEL ESPÍRITU DE DIOS (Lucas 1:15; 4:1), por tanto no es de extrañar que él haya tenido la facilidad de escudriñar todo, aun lo más profundo de Dios, y lo de los hombres. Notemos que Jesús estaba lleno del Espíritu de Dios (Lucas 4:1). Esto significa que él tenía TODOS los dones del Espíritu, como son: palabra de sabiduría, palabra de ciencia, fe, sanidades, obras milagrosas, DISCERNIMIENTO DE ESPÍRITUS, lenguas, interpretación de lenguas.
Y para finalizar, no creo que el Hijo de Dios haya tenido la intención de decirnos en Apocalipsis 2:23 que él es el Jehová del Antiguo Testamento, el mismo que habló con Moisés en el Sinaí. En Deuteronomio 18:15,17,18 leemos que Jehová le dice a Moisés: “Profeta en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis. Y Jehová me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho. Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.” Aquí claramente Jehová está hablando de levantar un profeta como Moisés. Y, ¿Quién es ese profeta como Moisés? Pedro lo responde claramente: ¡Cristo! (Hechos 3:22-26). Es claro nuevamente que Jehová no se levantó a si mismo, ni puso sus palabras sobre su boca, sino sobre su Hijo, el Mesías. Jesús fue el Mensajero de Dios, quien trajo Sus Buenas Noticias. Concluimos, por tanto, que Cristo no es el mismo Jehová del Antiguo Testamento. Relacionar Jeremías 17:10 con Apocalipsis 2:23 sería temerario si pretendiéramos sostener que Cristo es el mismo Jehová.
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