Hechos 5:3,4: “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de tu heredad?...no has mentido a los hombres sino a Dios.”
Los Trinitarios suelen utilizar este texto bíblico para “demostrar” que el Espíritu Santo es Dios. Ellos dicen que Ananías había mentido al Espíritu Santo, y poquito después le dice que había mentido a Dios. Aparentemente alguno podría deducir que el mismo Espíritu Santo es Dios, pero: ¿Es valedera esa deducción?¿No hay otra explicación plausible?
En nuestro país tenemos al “Edecán” del Presidente de la República. Cuando el Presidente no puede asistir a una reunión importante, manda a su Edecán para que asista por él. Pero ¿qué pasaría si el “Edecán” no recibiera las atenciones debidas a un Representante del Presidente?¿Acaso es al Edecán a quién se le está despreciando? NO---¡Sino al mismo Presidente! Igual ocurre con Ananías. Ananías no estaba engañando al Espíritu Santo DE DIOS, sino a Dios Padre, quien da Su Espíritu a sus hijos. Recordemos que Dios envió Su Espíritu Santo para darnos sus frutos. Si rechazamos o nos oponemos a Su Espíritu, nos oponemos a Él. No que el Espíritu sea el Padre Mismo, sino que es Su poder que nos ilumina, guía, y fortalece.
En Juan 13:20 Jesús dice que quien recibe a su enviado, le recibe a él. Por ejemplo, Jesús dijo que enviaría al Consolador, el Espíritu de Verdad (Juan 16:8). Si recibimos al Espíritu Santo estamos recibiendo a Jesús. ¿Acaso concluiremos que Jesús es el Espíritu Santo? También Jesús dijo que quien le recibe a él le recibe a Su Padre (el Enviador). ¿Es entonces Jesús el Padre?¡Por cierto que no! Lo que Cristo dice que quien le rechaza a él realmente está rechazando a Su Padre, quien es la fuente de nuestra vida. Si rechazamos al Espíritu Santo, estamos rechazando a Dios, quien es el Dador de Su Espíritu Santo.
Recordemos que el Espíritu Santo es de Dios, no ‘Dios Espíritu Santo’ como sostienen los Trinitarios. Aparte de este discutido versículo de Hechos 5:3,4 NO hay ningún otro versículo que se pudiera usar para demostrar la supuesta Deidad del Espíritu Santo. No obstante, la mayoría de versículos que hablan del Espíritu Santo no se dice que sea Adon, Adonai, o Kyrios , los cuales significan “Señor”.
Los Trinitarios luego usan 1 Corintios 3:16 para demostrar que el Espíritu Santo es Dios. Notaremos que se habla del “templo de Dios” y luego que el “Espíritu Santo mora en el creyente”. Deducen por esto que el Espíritu Santo es Dios. Pero lo que dice el texto es que los santos son el templo de Dios, porque Su Espíritu mora en ellos; pero eso no prueba que el Espíritu Santo sea DIOS mismo. Además notemos que el texto no puede contradecirse, pues allí dice que es el Espíritu de Dios que debe morar en el creyente. No dice que el ‘Dios Espíritu Santo’ debe morar en el creyente, cosa que esperaríamos que dijera si verdaderamente el Espíritu Santo fuera Dios mismo. ¡El Espíritu Santo DE DIOS no puede ser DIOS MISMO!