“Desde los Días de la Eternidad”:
Miqueas 5:2 dice de Jesús lo siguiente: “...y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad”. Este texto es usado por los Trinitarios para “demostrar” que Cristo es “eterno”. La palabra “eterno” viene de “olam”, que es una palabra hebrea (el idioma con el cual se escribió este pasaje). Así, la Versión Valera (1960) vierte la palabra “olam” como eternidad. Igualmente ocurre con la Versión de las Américas, y otras más. Sin embargo, la palabra “olam” no significa siempre eternidad y es usada también para cosas que tienen una duración indefinida, pero no eterna. Así, la Versión Moderna vierte este pasaje así: “cuya procedencia es de tiempo antiguo (no ‘eterno’)”. Incluso la Versión de Jerusalén (Católica) lo vierte así: “y cuyos orígenes son de la antigüedad, desde los días de antaño”.
En el Nuevo Testamento el equivalente “eterno” no siempre significa sin principio ni fin de días. En 2 Pedro 1:11 se habla del “reino eterno” de Cristo. No obstante, sabemos que Cristo reinará exactamente mil años, y no eternamente. Sabemos que después de ese periodo de tiempo Jesús le entregará su reino al Padre, para que Él Sea todo en todos (1 Corintios 15:24,28). Igual sucede en Hebreos 9:12 donde se habla de la “redención eterna”, aunque dicha redención fue hecha hace dos milenios, una vez y para siempre.
Ésta no es diaria y por la eternidad. Dios no nos redime todos los días, pues Jesús, repito, murió una sola vez y para siempre.
Concluimos que Jesús es “desde los días de antaño”, porque estuvo “presente” dentro de los planes de Dios desde el principio del mundo (Apocalipsis 13:8). Esto, por cierto, sólo fue un plan anticipado de un Hijo aún no existente. Y, ¿Cuándo empezó a existir el Hijo?¿Acaso fue eterno?. Sorpréndase al leer Lucas 1:35: “...por lo cual el Santo Ser que nacerá será llamado Hijo del Altísimo”. ¿Cuándo, entonces, comenzó a existir el Hijo de Dios como tal? ¿En la eternidad? ¡No! Sino cuando aparece como el Mesías, el enviado de Dios. Sí, María dio a luz a quien sería llamado “El Hijo de Dios”.
“Será llamado” implica un momento en que Jesús no era llamado Hijo, pues no existía. Es interesante lo que Pedro dice en el sentido que Dios tiene “Su determinado consejo y anticipado conocimiento” (Hechos 2:23). También dice de Jesús: “Ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor a vosotros.” (1 Pedro 1:20).