“Yo no Soy de Este Mundo”:
En Juan 8:23 Jesús dice: “Vosotros sois de abajo, Yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo”. Al leer este texto, cualquiera opinaría que Cristo vino de otro lugar, como un extraterreno. Los Trinitarios piensan que Cristo vino literalmente del cielo a la tierra, encarnándose en la virgen María. Pero lo sorprendente del caso es que también los cristianos ¡No son de este mundo! Jesús, al orar al Padre dice: “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo” (Juan 17:15,16). ¿Concluiremos, entonces, que como cristianos hemos bajado literalmente del cielo? Pues bien: ¿Qué significa que los cristianos no son de este mundo? ¿Acaso que los cristianos están de paso en este planeta y que después de morir irán al cielo para vivir con Dios y Cristo? ¡No! La respuesta la da San Juan en 1 Juan 4.4-6. Estos versículos dicen: “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. Ellos son del mundo, por eso hablan del mundo, y el mundo los oye. Nosotros somos de Dios...”.
Concluimos, luego, que cuando Jesús decía “no ser del mundo”, lo que estaba diciendo era que ‘era de Dios’---¡Le pertenecía! Igual ocurre con los cristianos. Ellos no son de este mundo porque sencillamente ¡son de Dios!, ¡Le pertenecen!.
“Salido de Dios”:
En Juan 16:28 Jesús dice: “Salí del Padre, y he venido al mundo...”. Sin embargo, los falsos profetas que hay en la tierra también han “salido al mundo” (1 Juan 4:1) y no por ello vamos a creer que ellos estuvieron fuera del planeta antes de su manifestación pública.