Es natural que en el Solsticio de junio haga el frío que hace en América del Sur.
En esta época del año allí llega la misma potencia calorífica que al Ártico en el Polo Norte.
La diferencia con diciembre es de 40 grados.
En el caso de la Península Ibérica, durante el solsticio de diciembre
los rayos salen rebotados con un ángulo mucho mayor, casi de refilón.
Y por eso la tierra no inhala el calor y por eso de noche no lo exhala, y hace más frío y hay heladas.