Días atrás inició una de las festividades mas alegres del judaísmo: Purim. En ella celebramos el milagro de la salvación del Pueblo Judío. Esta historia se remonta al siglo V antes de la era cristiana, cuando el pueblo judío fue salvado del decreto planeado por Hamán, quien era el primer Ministro del Rey Ajashverosh (Asuero). Este rey estaba casado con Ester, la más bella joven judía del reino, quien era sobrina de Mordejai, el sabio judío de aquella época. La Torá cuenta que Hamán urdió un plan malvado para asesinar al pueblo judío, pero sin embargo Ester y Mordejai consiguieron frustrar sus intenciones, logrando que él sea ahorcado. Por esta razón Purim representa una oportunidad única de alegrarnos y festejar unidos junto a otros judíos la posibilidad, una vez más, de estar vivos y vitales.
Existe una explicación jasídica muy interesante mas allá de la historia revelada por la Torá, que nos aporta una enseñanza muy valiosa para nuestra vida. Hamán era descendiente de Amalek, el enemigo mortal del pueblo judío. Amalek es considerado la matriz del odio antisemita. A nivel cabalístico, el Tania, un libro sagrado jasídico explica que Amalek es equiparado al “hombre heladera”, aquel que enfría el impulso y acción para crecer y avanzar en nuestra vida. El Tania prosigue diciendo que Amalek representa aquel aspecto en nuestro interior que nos enfría para actuar en dirección a una vida de mayor acercamiento a la Torá y el cumplimiento de los preceptos. Es como si tuviéramos una voz interior que nos susurra continuamente preguntas desalentadoras, que producen un efecto paralizante en nuestra vida.
Visto desde una óptica psicológica más integradora, Amalek es el aspecto de nuestra personalidad con baja autoestima que nos desalienta e invita a quedarnos en lo conocido, aunque ello sea perjudicial para nosotros. Es aquella parte de nuestra psiquis que retrasa nuestro crecimiento y avance en la vida. Muchas personas están solas y frustradas en su área de pareja debido a que su “Amalek interior” les formula preguntas congelantes: “¿Para que vas a conocer a una persona si así estás bien en tu vida?”; “Para que esforzarte si tuviste malas experiencias de pareja...”; “¿Vale la pena acudir a tal lugar a conocer gente nueva si aquí sola estoy cómoda?”; ¿Será que alguna vez encontraré una pareja adecuada para mi?”.
Lidiar con nuestro “Amalek” interno no es fácil. Es una tarea que puede durar toda la vida. Sin embargo podemos prepararnos continuamente para hacerle frente en forma eficaz y evitar “enfriarnos” bajo sus efectos nocivos. Purim es una festividad que nos invita a examinar y desafiar nuestro “Amalek” para liberarnos de su hechizo paralizante y vivir una vida de alegría y potencia….
¿Identificas a tu “Amalek” interior? ¿Cuáles son las preguntas que te formula para enfriarte? ¿En que áreas de tu vida te sentís congelado, y paralizado? ¿Estás dispuesto a comenzar a liberarte de su yugo?
Lic. Pablo Nachtigall – Psicólogo clínico www.elsecreto-curso.blogspot.com |