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General: Las Ascensiones de Moisés [070]
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De: BARILOCHENSE6999  (Mensagem original) Enviado: 20/11/2011 23:15
Moisés sacó a Israel de Egipto y lo llevó ante su Dios para recibir la Ley a través de las manos del ser que les habló en el Sinaí. Moisés subió a la montaña de Dios seis veces para hablar con el elohim quién posteriormente fuera Jesucristo. Este viaje tiene gran significado para el calendario y para el viaje espiritual de todos los fieles.
 

Las Ascensiones de Moisés [070]

 


Introducción

 

La historia de la salvación del ser humano empieza en microcosmo con el Éxodo de Egipto del pueblo de Israel.

 

Moisés fue hecho un elohim o un dios para Egipto y para Faraón. Él habló por Dios. Aarón fue hecho un profeta para él y fueron enviados para liberar a Israel de Egipto.

 

El Éxodo realmente comienza con la Luna Nueva de Abib donde las luchas de Moisés con Faraón se agravan.

 

Toda la historia de estas luchas se detalla en el artículo Moisés y los Dioses de Egipto [105].

 

Del 15º de Abib, el Primer Mes, Israel fue sacado de Egipto después que el Ángel de la Muerte pasó sobre Israel. Ellos habían esparcido sangre del cordero de Pascua sobre los marcos y dinteles de sus puertas. Este sacrificio señalaba hacia Jesucristo como su Mesías y la salvación de toda la humanidad.

 

El Calendario Verdadero se guarda según las Leyes de Dios. Una vez que el calendario del Islam sea reconciliado, su objetivo y secuencia se harán aclarará. El período de la cuenta del Omer es la secuencia de oración y preparación para recibir el Espíritu Santo en Pentecostés, que es la Fiesta de las Semanas o el Eid el Fitr verdadero. Este sistema de fiesta comienza con la Luna Nueva del Tercer Mes, Sivan, que es una fiesta del Señor. Estos meses comienzan con la conjunción de la Luna y no con una creciente observada.

 

El mismo nombre Ramadán sugiere calor y se refiere a la llegada de los meses de verano con Pentecostés en Sivan.

 

En 30 EC, Cristo fue resucitado al final del Sábado y subió a los cielos a las 09h00 del domingo, como ofrenda de la Gavilla Mecida. Esto sucedió al momento del servicio en el Templo para la Gavilla Mecida de las cosechas de Israel.

 

Esta ascensión en ese día domingo empezó la cuenta del Omer hasta Pentecostés. El período de la cuenta era de cincuenta días que terminaban en domingo, en Sivan, o Tercer Mes. De los relatos en los Evangelios y Hechos, se deduce que Cristo pasó cuarenta días en la tierra antes de volver al trono de Dios y de la Gracia, después de su aceptación, como nuestro sacrificio. Él pasó esos cuarenta días preparando a la Iglesia, de la cual él es la cabeza, para que reciba al Espíritu Santo en Pentecostés. Los cuarenta días comenzaron a partir de la noche de su vuelta, al final del primer día de la semana. En aquel año 30 EC, esto cayó en el 18 de Abib. Quedaban 11 días en Abib y veintinueve días en Iyar. Fueron cuarenta días. Así, su ascensión ocurrió a principios de la Luna Nueva del Tercer mes, que era Sivan, en Judá, o Ramadán, en Ismael. Así, el principio de la Luna Nueva del Tercer Mes marcó la ascensión final de Jesucristo. Los apóstoles usaron este período en el Tercer Mes para rezar y ayunar para recibir el Espíritu Santo en Pentecostés, nueve días más tarde, un día domingo.

 

El período que conduce e incluye a Pentecostés forma la base de la celebración de la Iglesia y significa la entrega de la Ley en Pentecostés. El ayuno de Moisés fue durante cuarenta días y cuarenta noches. Sin embargo, el final del primer período de sus obligaciones fue durante la cuenta del Omer; él no estuvo en la montaña para el período hasta la Luna Nueva de Sivan durante el Tercer mes. Antes de la Cuarta Ascensión de Moisés, y su regreso posterior con las tabletas de Dios, sus obligaciones terminaron con un ayuno mezclado y la entrega de la primera provisión de la Ley en el Sinaí. El primer período de cuarenta días comenzó de la Luna Nueva de Iyar, Zif, o Sha'aban, el Segundo Mes, y procedió hasta el día de Pentecostés. Esta es la base del ayuno del Ramadán en el Islam.

 

El ayuno toma su nombre de la devoción de Moisés y la emulación del comportamiento de Cristo anterior a su ascensión. En el Islam no es un ayuno completo, pues se puede comer cada noche después que oscurezca y antes del alba. La Iglesia de Dios tiene miembros que ayunan durante días y noches completas durante este período y quiénes no lo hacen en absoluto durante otros días. Ambas prácticas son, y siempre han sido, aceptables. El período de oración y dedicación durante la cuenta del Omer hasta Pentecostés comienza con la fiesta de los Panes sin Levadura. Como fue ejemplificado por Moisés, la cuenta del Omer se inicia a partir de la Gavilla Mecida, pero cualquier ayuno no comienza hasta el período después del 21 de Abib o Nisan, en Judá, o Rajab, en Ismael. El período comprende cincuenta días a partir de la Gavilla Mecida hasta Pentecostés. Por lo tanto, el primer período no era de cuarenta días. Si tenemos que tomar el período como terminando en Pentecostés con la ley, entonces se debe contar a partir de la Luna Nueva de Iyar, el primer día del Segundo Mes. Moisés no estaba en la Montaña de Dios porque él tuvo que llevar a Israel y a toda la multitud mezclada, que debía expandirse bajo Cristo para incluir a los elegidos de los Gentiles, fuera de Egipto y a través del desierto para recibir la ley en la Montaña de Dios.

 

En el 1 de Sivan, el último día, la nación llegó hasta la falda de la montaña, luego de recorrer una corta distancia. En los pasos conducentes hacia Pentecostés (ver el artículo Pentecostés en Sinaí [115]), la Guardia de Avance habría llegado al Sinaí mucho antes que la Retaguardia o que el Cuerpo Principal hubiera dejado el campamento anterior. Moisés no ayunó durante todo este período. La confusión radica en la cantidad de ascensiones que hizo y cuando se cumplieron los cuarenta días. Él fue a la montaña por los cuarenta días completos a fines de Sivan o Ramadán. Este cálculo de tiempo probablemente comenzó después que los ancianos habían comido con el elohim Yahovah, quién habló en nombre de Yahovah de los Ejércitos, con los siete días de fuego y humo en el 20º de Sivan.

 

Todo esto fue para enseñarnos sobre el sacrificio y dedicación que se requiere para alcanzar el Reino de Dios. El período de la cuenta del Omer se observaba en Israel. Jesucristo y la Iglesia también observaron este período. Cristo dio su propia vida para que podamos tener vida eterna en Dios. La Iglesia se preparó para recibir y recibió al Espíritu Santo en Pentecostés.

 

Es un hecho que hoy en día, con nuestro estado físico debilitado, sin alimento ni agua, no seríamos capaces de ayunar por cuarenta días y cuarenta noches; esto era algo imposible para la gran mayoría de gente en la época de Cristo y posteriormente también. Por eso, durante los ayunos de la cuenta del Omer, la gente nunca ayunó durante todo el período. Se convirtió en un asunto de dedicación espiritual personal en cuanto a cuanto tiempo y cuan seguido cada persona ayunaría. La práctica de ayunar durante el día y comer en la noche, también se desarrolló en Judá y en Ismael. Esta es la base del comentario en cuanto a ayunar dos veces por semana. Esta práctica se extendió en la Iglesia. La cuenta del Omer hasta Pentecostés y el ayuno de Moisés fueron plagiados por los Paganos. Se conocieron como los ayunos cuaresmales. Estos ayunos, que se realizaban un mes más temprano, eran dedicados a otros dioses y culminaban en la Festividad pagana de las Pascuas Floridas (ver el artículo Los Orígenes de la Navidad e de las Pascuas Floridas [235]).

 

La gente decidió qué días ayunaría y en cuáles se prepararía para Pentecostés, que era la cosecha de la Iglesia. Esta práctica se propagó a Ismael y a la Iglesia en Arabia. Así, la gente pudo decidir, y lo hizo, qué parte de los cuarenta y tantos días ellos ayunarían o guardarían devoción. El Corán dice que cualquiera de los días que alguien no haya completado, deberá ser completado posteriormente.

 

Recuerden que el período de la Fiesta terminaba después de la cuenta del Omer. Como tal, no se realizó ningún ayuno ni en la fiesta de los Panes sin Levadura, hasta el 22 de Abib (o 22 de Rajab en Ismael), ni durante Pentecostés; esta es la Fiesta de las Semanas y nunca debía ser ayuno, según la Ley de Dios (excepto por la levadura en el pan). La idea general era emular a Moisés y proceder a partir de la Luna Nueva de Iyar y terminar en Pentecostés, que era la Fiesta de las Semanas en Israel o Eid el Fitr en Ismael. Los ayunos de los Siete Sábados de la Cuenta del Omer antecedieron por mucho tiempo a la héjira del 622 EC. La héjira es la huida del grupo del profeta de la Meca a Medina.

 

Después de que Moisés regresó en Pentecostés, en Sivan y hasta el Cuarto Mes del año, Moisés llevó a cabo su segundo ayuno, el de cuarenta días. El fin de los cuarenta días en la montaña y la entrega de las tabletas de la ley habría ocurrido al final del Cuarto Mes, llamado por el nombre del dios Tammuz, o del caldeo Dumuzi.

 

El momento en que se realizaron las ascensiones de Moisés es importante para ver como Dios intervino en los asuntos de Israel. Durante el Decimoquinto día del Segundo Mes, que es la Segunda Pascua, Dios intervino otra vez. Durante el Decimoquinto día del Segundo Mes, los hijos de Israel dejaron Elim y entraron al desierto del Pecado (Sin) entre Elim y Sinaí. Durante este día, la congregación entera de Israel se quejó en contra de Moisés y Aarón (Éxodo 16:1-3). Como consecuencia, Dios les dio el maná para comer y les duró por cuarenta años a partir de esa fecha. El Señor les envió tal cantidad de codornices que muchos murieron de glotonería esa misma tarde. La mañana siguiente del decimosexto día, ellos comenzaron a comer el maná; tenían pan para comer y sabían que su Señor Yahovah era Dios (Éxodo 16:13-16).

 

El 22º día del Segundo Mes, llamado Zif o Iyar, en el año del Éxodo, fue un Sábado. Durante el 21º día del mes de la Segunda Pascua, la cantidad de maná juntada fue el doble, de modo que el Sábado sea guardado santo y el maná no se estropeó. Las codornices habían caído durante la noche después del Sábado, y el Maná comenzó el domingo por la mañana. Así, la Segunda Pascua fue también un período de preparación y separación para el Señor.

 

De este punto, durante el Primer día de la semana, que es el 23º día del Segundo Mes, se movilizaron a Refidim. Debido a que no tenían agua, nuevamente hablaron contra Moisés. A Moisés se le dijo que se quede frente a la Roca en Horeb y fueron alimentados con el agua de la Roca. Todos ellos comieron alimento espiritual y bebieron de la Roca, que era Cristo.

 

En Refidim, a partir del 23º día, después de que se les había dado el agua, fueron atacados por Amalec. Después de una batalla feroz y victoriosa, Moisés erigió el altar de Yahovah-Nissi porque Yaho había jurado que la guerra entre Él y Amalec continuaría de generación a generación (Éxodo 17:15-16).

 

A partir de la colocación de la Roca de Horeb ante la Montaña de Dios, se estableció el Juicio en Israel y los ancianos fueron separados para ser jueces en Israel. Jetro, sacerdote de Madián y suegro de Moisés, ofreció un sacrificio para ellos y los separó para comer pan con Moisés ante Dios (Éxodo 18:11-12).

 

En la última semana del Segundo Mes, los capitanes de las decenas, cincuentenas, centenas, y miles del ejército fueron apartados y el mando en Israel fue establecido. Moisés escuchó los casos demasiado difíciles para todos ellos y Jetro partió hacia Madián (Éxodo 18:24-27).

 

Luego, en la Tercera Luna Nueva, en el mismo día (es decir durante el Primer Día o la Luna Nueva de Sivan) que ellos dejaron Egipto, llegaron al Desierto del Sinaí (Éxodo 19:1-2).

 

 

Éxodo 19:1 En la tercera luna nueva después de que la gente se había ido de la tierra de Egipto, en aquel día entraron en el Desierto del Sinaí. (RSV anotado)

 

Se habían marchado de Refidim y habían entrado en el desierto de Sinaí. Israel se quedó en el desierto frente al Monte de Dios. Durante este período de cincuenta días, ellos fueron sacados de Ramesés en Egipto y traídos al Monte de Dios para recibir la Ley.

 

Moisés había estado preparándose durante este período de la cuenta del Omer. El maná se dio durante este período en la medida de un Omer por hombre cada día. Esta era la medida del alimento Divino dado a Israel en la preparación para la ocupación de la Tierra Prometida.

 

El Día de Pentecostés cayó en domingo 6 de Sivan en el año del Éxodo. El período entre el 10 y 6 de Sivan se dedicó a la preparación de Israel para recibir la Ley de Dios. Moisés subió la Montaña de Dios seis veces.

 

Las ascensiones y descensos están tomados del Libro de Éxodo:

 

Ascensión / Número / Descenso

 

19:3-6 Primera 19:7-8

 

19:8-13 Segunda 19:14-19

 

19:20-24 Tercera 19:25

 

24:9-32:14 Cuarta 32:15-30

 

32:31-33 Quinta 32:34-34:3

 

34:4-28 Sexta 34:29-35

 

Ascensión Uno, Dos y Tres fueron hechas en los primeros seis días de Sivan, anteriores a la Cuarta Ascensión.

 

La Cuarta ascensión fue hecha después de Pentecostés hacia finales de Sivan y duró por cuarenta días hasta fines de Tammuz.

 

Los dos grupos de tres ascensiones están marcados por dos grandes acontecimientos, que son la Entrega de la Ley y el Establecimiento del Tabernáculo. Bullinger tiene anotaciones referente a Éxodo 19:3 (Companion Bible). La secuencia de la Entrega de la Ley y del Establecimiento del Tabernáculo era para anunciar la entrega del Espíritu Santo a través de las actividades de Cristo y la construcción final del Templo de Dios a partir del Pentecostés 30 EC, Templo que nosotros somos.

 

En esta secuencia Dios separó a Israel como una posesión reservada para Él. Este fue el significado de la expresión un tesoro peculiar usada en el texto en el Éxodo 19:5. La nación de Israel debía hacerse la primera de las naciones traída al Plan de Salvación. Por último, la salvación se daría al mundo entero, como lo predicen las profecías. Desde el Pentecostés 30 EC, esto ha estado ocurriendo en forma progresiva.

 

Primera a Tercera Ascensión

 

Durante los seis primeros días del Tercer Mes, Moisés se dedicó a subir y bajar la Montaña por tres veces. La Cuarta y Sexta subidas están marcadas por la entrega del Primer y Segundo juego de Tabletas de la Ley. Moisés pasó más de cuarenta días y noches ayunando en la Montaña de Dios, pero no fue antes de que se le entregue el primer juego de tabletas. Moisés no estuvo en la montaña exclusivamente durante el Tercer mes, llamado Sivan o Ramadán. Además, el Tercer Mes no pasó en su totalidad antes de que realmente la Ley le fuera entregada. El Segundo juego de la Ley no le fue dado en el Mes de Sivan o Ramadán. Así, el final del Tercer Mes no tiene otro significado más que la llegada de la Luna Nueva del Cuarto Mes.

 

La Cuarta Ascensión durante el Tercer y Cuarto Mes

 

La Cuarta ascensión fue cuando los ancianos de Israel fueron separados ante Dios. La estructura de la ley ya había sido dada en ocasiones anteriores, pero el juego de tabletas en sí no había sido hecho. Moisés subió con los ancianos de Israel y luego el elohim que era el Ángel de la Presencia de Dios se apareció ante los Ancianos y Moisés. Moisés estaba con los Ancianos y luego los dejó bajo la responsabilidad de Aarón y Hur mientras él  y Josué subieron a la montaña. Durante seis días una nube cubrió la Montaña de Dios y luego Dios llamó a Moisés de la nube. Entonces Moisés fue y se quedó en la montaña durante cuarenta días y cuarenta noches. Así podríamos deducir que el período de cuarenta días ocurrió mucho después del Pentecostés. Bullinger data los seis días como Sivan 20 a 25 y el séptimo día de Sivan 26 como que es el Cuarto Sábado (ref. n. al Éxodo 24:16-18). Así, los cuarenta días sobre la Montaña comenzaron al final de Sivan y no al principio. De hecho que no podía haber comenzado antes que el 13º día del Tercer Mes. Ya sea que los seis días fueron parte de los cuarenta o no, los cuarenta días terminaron la ascensión en el vigésimo día de Sivan. La Luna Nueva del quinto mes Ab tiene un título que se deriva de los sistemas de Misterio babilónicos nominado para el dios Tammuz o Dumuzi, asociado también con la idolatría de Israel.

 

Cualquier argumento que Moisés pasó seis días en la montaña en la nube y que los cuarenta días comenzaron a partir del séptimo día depende de una distinción innecesaria en Éxodo 24:15-18.

 

Por consiguiente, las pruebas para Israel siguieron después de la primera revelación de la Ley mientras Moisés esperaba recibir las Tabletas de Piedra y la capacidad para erigir el Tabernáculo. Él rompió el primer juego de tabletas luego de descender mucho después de Pentecostés; esto fue probablemente a principios de la Luna Nueva de Ab. Somos probados continuamente. Moisés ascendió nuevamente y recibió otro juego de tabletas y otro juego de instrucciones. Cada vez Israel fue probado en su espera y obediencia. Así también somos probados como Iglesia de Dios.

 

Todas estas cosas fueron hechas para que nos sirva como ejemplos. El Tabernáculo fue construido como ejemplo de lo que hay en el cielo y lo que vendrá para nosotros cuando nos reunamos como la Ciudad de Dios (ver el artículo La Ciudad de Dios [180]).

 

A Moisés se le dieron las tabletas de piedra sobre las cuales se escribió las Leyes de Dios en la forma de los Diez Mandamientos. Israel fue probado bajo su sacerdocio durante este período. Mientras Moisés estaba lejos con el elohim, quién era el Ángel o el Mensajero de Yahovah de los Ejércitos, Israel cometió pecado; se olvidaron de los Diez Mandamientos básicos que se les había dado dos meses antes. Israel había regresado a la idolatría y se alejó de las leyes de Dios. Ya habían recibido verbalmente la Ley a través de Moisés antes de que él fuera a la montaña para recibir las instrucciones detalladas de todo el sistema de la Ley y los Mandamientos escritos por el dedo de Dios; los ancianos efectivamente se habían sentado y habían comido con el gran Ángel de la Ley, quien era también la roca espiritual que dirigió Israel por el desierto (1Cor. 10:4) (ver el artículo El Angel de JHVH [024]). Aarón, su sumo sacerdote, se quedó a cargo de ellos.

 

Este no fue un encargo poco importante. Se les dio al Sacerdocio y a los ancianos de la nación la responsabilidad clara de velar por el bienestar de Israel en la ausencia de Moisés. Así también, la responsabilidad descansa en la Iglesia y en las naciones en los últimos días. Las leyes de Dios son dejadas en la protección de la Iglesia. Las iglesias y su sacerdocio deben aprender a proteger su entendimiento y implementación. Los labios del sacerdocio deberían conservar el conocimiento (Mal. 2:7).

 

Durante la última semana a fines del mes de Tammuz, Moisés volvió de la montaña con Josué y las Tabletas de la Ley. Fueron recibidos por ruido. El elohim, que ahora conocemos como Jesucristo, dijo a Moisés después de que él se había forjado las leyes de Dios en tabletas de piedra: "Ve, baja que tu gente se ha corrompido." Josué dijo que él pensó que había un ruido de guerra en el campo, pero Moisés reconoció qué cosa era. El ruido era una celebración pues la gente se había hecho un Ternero de Oro (ver el artículo El Becerro de Oro [222]). Ellos se deshicieron de las Leyes de Dios y adoraban un sistema falso. Aarón, cuando se le preguntó, simplemente dijo, "Sólo puse el oro en el fuego y salió este ternero."

 

Los ministros falsos a menudo enseñan que las Leyes de Dios han sido abolidas con tal razonamiento. Ellos enseñan que la Ley ha sido suprimida ya que Cristo vino para predicar la venida del Espíritu Santo. ¿Por qué daría Cristo un juego de las Leyes a Moisés, mataría a la gente que no las obedezca, y luego permitiría a su Iglesia ignorarlas cuándo él vino para entregar el Espíritu Santo a la humanidad? Nos enseñan que el Espíritu Santo es necesario para guardar exactamente la Ley. Sin el Espíritu Santo, nosotros no podemos guardar correctamente ni entender la Ley.

 

La Biblia es muy clara en que el pecado es la transgresión de la Ley (1Juan 3:4) y que debemos obedecer los Mandamientos de Dios (1 Juan 5:2-3).

 

Durante esta tarde al final de Tammuz y principio de la Luna Nueva de Ab, Moisés volvió y encontró a Israel en el pecado y rompió las tabletas de la Ley; los sacerdotes tenían que ser los responsables. Él tomó a varios Levitas y luego comenzó a matar a las cabecillas de la herejía. Él mató a 3,000 idólatras y luego volvió encima a la montaña para recibir otro juego de tabletas que no habían sido corruptas por los pecados de la congregación, como ocurrió en el Cuarto mes de Tammuz.

 

Dios trata a menudo con las acciones de Su Iglesia a medida que coincide con el momento de la caída de Israel en el Sinaí debido a su idolatría. El período del Ternero de Oro y la destrucción de las tabletas de la Ley ocurrieron en la última semana del Cuarto Mes; la culminación fue durante el Primer día del Quinto Mes o la Luna Nueva de Ab. De esta manera, Él nos lleva hacia el arrepentimiento.

 

La Quinta y Sexta Ascensión del Quinto y Sexto Mes y su Significado Espiritual

 

La Quinta Ascensión es cubierta en el Éxodo 32:31-33 y el descenso en Éxodo 32:34-34:3.

 

La Sexta Ascensión es cubierta en el Éxodo 34:4-28 y el descenso desde 34:29-35.

 

Durante este Quinto y Sexto mes, Moisés nuevamente fue a la montaña en Sinaí con el Ángel de la Presencia. Moisés recibió los detalles de la Ley que debía dirigir Israel y el mundo entero durante los venideros. Esta Ley finalmente controlará y dirigirá el mundo bajo el reinado milenario de Cristo y los elegidos hasta que lleguen al final de la existencia física de la humanidad. El hombre será convertido en espiritual y se le concederá la vida eterna y así, la inmortalidad. Seremos hechos dioses como Dios le concedió a Cristo esta gloria y vida eterna antes que nosotros (ref. Zacarías 12:8 y el artículo Los Elegidos como Elohim [001]).

 

Recuerden, Moisés bajó a fines del cuarto mes, encontró a Israel en pecado y rompió las tabletas de la Ley. Él mató a los líderes infieles y aproximadamente a una cantidad de tres mil personas antes de regresar a la montaña otra vez para hablar con Cristo. En la cima de la montaña, él recibió un nuevo juego de tabletas y toda la explicación de la Ley de Dios en su totalidad de la boca del mismo Jesucristo.

 

Fue el contacto con la glorificación dada a Cristo en poder, como representante de Dios frente a los seres humanos, lo que iluminó a Moisés y lo hizo brillar con un resplandor visible para todos a su vuelta de hablar con Cristo. Esta fue la razón que Gedeón dijo al Ángel del Señor: "Ay Oh Señor Dios (Adonai Yahovah) ya que he visto a un ángel del Señor cara a cara." Y el Señor le dijo, "Paz sea contigo; no temas que no morirás." Gedeón sabía que durante la glorificación plena un hombre podía morir frente a una exposición similar; muchos habían muerto al estar frente a tal ser en poder. Gedeón construyó un altar allí y lo llamó, “Yahovah shalom” que significa, “el Señor da la paz”. El ser visto tanto por Moisés como por Gedeón es conocido como el Príncipe de la Paz; este es el ser que habla de parte de Yahovah Shalom, quién es Yahovah de los Ejércitos y el Único Dios Verdadero.

 

Purgando a Israel del Pecado y la Restauración

 

El Quinto Mes o el Mes de Ab tradicionalmente es un mes de desastres en Israel.

 

Los problemas que surgieron por el fracaso de los Levitas bajo Aarón en el Sinaí y con los ancianos de Israel se permitieron para que pudiéramos entender que la herejía de la Iglesia está con nosotros, hasta en los niveles más altos, durante la ausencia de Cristo, y debe ser purgada de nosotros. Las iglesias principales que se llaman Cristianas, de hecho, han adoptado el mismísimo sistema de los cultos del Sol rindiendo culto en domingos y guardando la Navidad y las Pascuas Floridas a un Dios Trino (ver el artículo Los Orígenes de la Navidad e de las Pascuas Floridas [235]).

 

Moisés purgó el liderazgo y volvió a Cristo durante Ab y Elul por cuarenta días. Así también el Espíritu purga a la iglesia constantemente.

 

En el mes de Ab, Dios se ocupó de Israel a menudo. La destrucción del Templo ocurrió durante este mes bajo los babilonios. El Templo fue destruido e Israel fue enviado al cautiverio porque ellos no habían guardado las Leyes de Dios de manera correcta; la tierra tuvo que ser dada sus Sábados conforme a la Ley.

 

Recuerden que durante el Mes de Ab y en el Sexto Mes, Moisés estaba en la montaña otra vez con Cristo recibiendo instrucciones detalladas sobre cómo guardar la Ley derivada de los Diez Mandamientos y subdivida en los dos Grandes Mandamientos. Sobre estos dos Grandes Mandamientos pende toda la Ley y los profetas. La escritura no puede ser quebrantada y Dios no permitirá ninguna disminución de la Ley en Su Iglesia bajo Jesucristo.

 

Las tradiciones judías consideran mucho el 9 de Ab y dicen que muchos acontecimientos ocurrieron en este día, lo que en realidad no fue así. Algunos dicen que los espías regresaron y rechazaron la Tierra Prometida en este día; Bullinger probablemente en forma más cierta coloca este acontecimiento en Elul y de hecho afirma que ocurrió al final de Elul (ref. Companion Bible, n. al Números 13:25). Así, visto a partir del Séptimo Mes, si hubiéramos aceptado al Mesías cuando él murió cuarenta jubileos antes, habríamos heredado el sistema milenario del Mesías en una fecha más temprana. El Templo de Salomón cayó ante los babilonios en este día en Av y algunos asumen equivocadamente que el segundo Templo también cayó en este día. Este realmente cayó en la Expiación en el año 70 EC y el templo en Heliopolis, o Gosén antiguo, en Egipto, fue cerrado a inicios del 71 EC por orden del Emperador Vespasiano. El templo en Egipto fue el último lugar continuo de sacrificio en todo el mundo para Judá.

 

La importancia del mes de Ab era que este siguió a la adoración del dios falso Tammuz o Dumuzi; la adoración falsa del Ternero de Oro es conmemorada en el nombre usado para ese mes. La transición a Ab (palabra raíz para padre) es realmente la transición a la adoración del Padre solo. Por eso la Luna Nueva de Ab es el tiempo para arrepentimiento y cambio. De la Luna Nueva hasta el noveno día dura el período de finalización. En el día Décimo de Ab, el ciclo de cambio llega a su final. Muchas personas que no cambian para esa fecha son retiradas. Igualmente, debido a que Judá no se arrepintió, los babilonios destruyeron el templo del Rey Salomón; fueron retirados y el templo antiguo fue destruido por completo. El templo quedó en ruinas por más de un siglo hasta el reinado de Darío II cuando fue reconstruido a partir del 419 AEC (ver el artículo La Señal de Jonás y la Historia de la Reconstrucción del Templo [013]). Varios grupos religiosos Cristianos ubican de forma equivocada la reconstrucción del templo en el reinado de Darío I, que es todo lo contrario a lo que dice la secuencia bíblica en Esdras.

 

Todos estos acontecimientos se nos dieron como ejemplos. Dios nos enviará al profeta Elías en los últimos días antes del Día del Señor. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que Dios venga y castigue la tierra con maldición (Mal. 4:5-6).

 

Fue en este mes que Esdras y Nehemías terminaron la construcción de la muralla en Jerusalén. Ellos comenzaron el trabajo en el Quinto Mes, durante el segundo o tercer día del mes. El trabajo fue completado en cincuenta y dos días, en el día Veinticinco del Sexto Mes, Elul. En otras palabras, fue construido a partir de los días luego de la Luna Nueva de Ab al final del mes de Elul y a tiempo para la Luna Nueva del Día de Trompetas. La secuencia de fechas se examina en el artículo La Lectura de la Ley con Esdras y Nehemías [250].


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De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 20/11/2011 23:16

Moisés había vuelto al final de Elul para guardar los días Santos del Séptimo Mes junto con Israel, que culminaron en la Fiesta de los Tabernáculos y el Último Gran Día. A partir de ese momento, Israel comenzó a construir el Tabernáculo. Fue erigido en el Primer Día del Primer Mes del año siguiente. Este simbolismo debía ser reflejado otra vez en la Restauración bajo Esdras y Nehemías.

 

La Fiesta de las Tiendas, o Tabernáculos, fue guardada durante la lectura de la Ley en la restauración de Esdras y Nehemías. Fue la primera vez que se llevó a cabo en viviendas temporales desde que fue observada por Josué, el hijo de Nun, en la conquista de Canaán.

 

Al principio aparece como una simple afirmación sin ninguna consecuencia real; pero ¿es así? ¿Qué es lo que realmente significa? Significa con inferencia directa que la fiesta nunca fue guardada en casetas hechas de ramas durante el período de los Tabernáculos desde Josué. Por consiguiente, tampoco fue guardada en Siloh y Hebrón bajo los Jueces o bajo los reyes Saúl y David. Tampoco fue observada durante todo el período del Primer Templo bajo Salomón y todos los reyes de Judá hasta la destrucción del templo bajo los babilonios.

 

Este es un hecho muy importante. Posteriormente no fue guardada de esa forma bajo Judá, ni tampoco fue guardada de esa manera por la Iglesia durante dos mil años. Sólo se guardó durante la restauración de Esdras y Nehemías y sólo por un año en la Lectura de la Ley para el Jubileo.

 

¿Qué es lo que esto significa o señala en el plan de salvación?  Significa que la restauración es a todo la amplitud de la Ley y que el Jubileo de Esdras comenzó un sistema o una cuenta regresiva hacia la restauración próxima bajo el Mesías. El Día de Expiación en el 2026 comenzará el Jubileo, que se terminará en la Expiación del 2027. Las tierras de todo el planeta serán restauradas y las plantaciones comenzarán para las cosechas del Primer Año del sistema milenario; este comenzará con la Cosecha de Cebada en la Ofrenda de la Gavilla Mecida en Abib del 2028.

 

El Jubileo, que comienza a partir de la restauración bajo Esdras y Nehemías, fue el primero de cuarenta y nueve jubileos que conducen a la restauración bajo el Mesías. Jesucristo, como el Mesías, nació en el Noveno Jubileo después de la Restauración. A partir del momento de la lectura del rollo de Isaías en el Noveno Jubileo en el año 27 EC, se declaró el año Aceptable del Señor o el Jubileo. Juan fue encarcelado después de la Pascua del 28 EC, del cual momento él comenzó a enseñar. En otras palabras, su ministerio comenzó de la restauración bajo Esdras y Nehemías a principios del Décimo Jubileo. Los cuarenta jubileos en el desierto comenzaron a partir de esta fecha y terminarán en el Jubileo del 2027. El sistema Milenario y la restauración comienzan a partir de aquel tiempo. El quincuagésimo Jubileo es el Jubileo de los Jubileos de la restauración de Dios. Comienza en el 2028 y se termina en el Jubileo del 2077 con la restauración de la tierra a un estado productivo. Entre ahora y 2027, la tierra casi será destruida. Gente que no se arrepienta ni obedezca a Dios, pero que siga las doctrinas de demonios la llevará cerca de la desolación total. ¿Suena algo exagerado? Sin embargo, esto sucederá.

 

¿Qué significa entonces la muralla y el período de reconstrucción en el Quinto Mes de Ab y el Sexto Mes de Elul? La construcción de la muralla simboliza la preparación y la defensa de la gente de Dios durante el período que lleva del Pentecostés a los Tabernáculos y el sistema milenario de Dios. ¿Qué muralla construimos? La Ciudad de nuestro Dios se construye con un plan. Grupos enviados a realizar diversas tareas en diferentes sitios se les asigna secciones para construir. De esta manera, se avanza mucho en el período implicado y es difícil parar el trabajo. Este período es el período representado por Moisés sobre la montaña con Cristo. Esto de por sí debía mostrarnos que trabajaríamos en el Templo y en la Ciudad de Dios mientras Cristo estaba con Dios y no físicamente con nosotros en Jerusalén. Del mismo modo, Esdras podría estar en Babilonia con Artajerjes II y todavía acreditársele el trabajo en el Templo de Dios; esto ocurrió aunque él estaba sujeto a un rey extranjero el cual Dios permitió que reine sobre Judá, como Él permite que Satanás gobierne el mundo mientras los elegidos son traídos al nacimiento. Incluso Artajerjes jugó parte en el aprovisionamiento del Templo de Dios.

 

Ciro, quién era el ungido por el Señor, ordenó el Templo a pesar del hecho que él no fue considerado uno de Israel. El edificio comenzó bajo Darío Histaspes, pero la construcción del Templo fue parada por Artajerjes I; la construcción permaneció parada hasta el reinado de Darío II, llamado Darío, el Persa, en el capítulo 4 de Esdras. Esta secuencia de la construcción es muy importante para entender el plan de Dios. Por eso la secuencia y las profecías han sido falsificadas y deformadas por el supuesto Cristianismo. Incluso algunos en la Iglesia de Dios enseñan doctrinas falsas sobre esta materia que es contraria a la palabra de Dios, copiando a los Trinitarios en este error. Daniel 9:25 deliberadamente ha sido mal traducido y se le ha puesto fechas equivocadas, de modo que no se pueda entender todo el significado de la profecía. Tanto el Judaísmo como el Cristianismo son cómplices en el engaño para la auto-justificación. Véase el artículo La Señal de Jonás y la Historia de la Reconstrucción del Templo [013].  La Señal de Jonás es el único signo dado del ministerio de Cristo a la Iglesia. Como resultado, es mejor que entendamos muy bien esa secuencia pues no tendremos ninguno otro signo.

 

La orden de construir el Templo de Dios fue dada por Ciro cincuenta y dos jubileos antes del Milenio. La construcción fue iniciada de manera relajada bajo Histaspes y como consiguiente, los judíos no vivieron en Jerusalén. Artajerjes I paró la construcción debido a las guerras de rebelión y la construcción permaneció parada hasta Darío (II), el Persa, en el ca 419. Los decretos de aprovisionamiento fueron hechos bajo Artajerjes II cuando Nehemías fue nombrado gobernador de Judea. Al final de cincuenta y dos días, las murallas de la Ciudad de Dios se terminaron. Esto fue desde el tiempo de Pentecostés, que simboliza el comienzo de la cosecha de los elegidos hasta el período antes del sistema milenario; también describe la cosecha del mundo como es simbolizada por el Séptimo Mes de Tishri.

 

El tiempo de Satanás está limitado al final de los 120 jubileos de la tierra maldita. Este tiempo es interrumpido. Sigue como la noche al día que el marco de tiempo para los 120 Jubileos termina en el 2027; así, el tiempo que debe ser interrumpido es el tiempo de los días de fin justo antes del 2027. En este momento no sabemos exactamente en que año es que los testigos estarán en Jerusalén, pero sí sabemos que ellos atestiguarán por 1260 días y luego por 3.5 días (ver el artículo Los Testigos [135]).  Así, el Mesías no volverá hasta por lo menos 1263.5 días después de que los testigos tomen su lugar en Jerusalén, vestidos en tela áspera. Una vez que ellos comienzan realmente, seremos capaces de indicar exactamente el advenimiento.

 

Todo el simbolismo del período del 1 de Abib hasta el 21 de Tishri debería ahora ser obvio por el simbolismo visto en las actividades de Moisés, las cuales reflejan la obra de Cristo con nosotros en el Plan de Salvación.

 

El período entre el Quinto y el Sexto Mes constituye la mayor cantidad de actividad y arrepentimiento. Una vez que somos bautizados, ahí no termina. Acaba de comenzar. Por eso los bautismos por lo general ocurren en el período de Pascua o el período de Tabernáculos. De los Tabernáculos, comenzamos el proceso de preparación para la Pascua y luego el despliegue del Plan en la secuencia de las tres fiestas. Las actividades de Moisés nos muestran lo que debe de hacerse y lo que se espera de nosotros. El Éxodo no terminó en la Pascua; comenzó con el proceso de santificación y testigo para Faraón y Egipto; la secuencia se despliega hasta el Último Gran día del 21 del Séptimo Mes.

 

A partir de este momento en el sistema original, Israel entonces empezó a construir el Tabernáculo de Dios. Somos los bloques constructivos del Tabernáculo, construido con nuestros propios ofrecimientos de libre albedrío.

 

Fue a partir del final del período de la Fiesta hasta el Próximo Año Nuevo en 1 de Abib que el Tabernáculo se construyó y se erigió en esa fecha (Éxodo 40:2). Esta fecha es el inicio del proceso de la construcción y santificación del Templo de Dios de forma continua (ver el artículo Santificación del Templo de Dios [241]). El Año Nuevo es una asamblea solemne del Templo de Dios y comienza el proceso continuo de la construcción del Templo.

 

El plan de Dios es reflejado en las fiestas anuales y las ascensiones de Moisés muestran que somos capaces de comprometernos en una relación de glorificación con Dios por Cristo. Nosotros que somos predestinados, somos elegidos y llamados. Somos entonces justificados y luego glorificados por Cristo.

 

Debemos guardar los Sábados, Lunas Nuevas y Fiestas del Señor de modo que recordemos lo que hemos sido llamados a hacer. ¿Si Dios está con nosotros, quién podrá estar contra nosotros?

 

 

 

 

 

La salvación comenzó con el Éxodo en la Luna Nueva de Abib. El día 15°, Israel fue sacado de Egipto después que el Ángel de la Muerte pasó por encima de la sangre sobre los dinteles de sus puertas. La sangre del cordero nos indica que Jesucristo es nuestro Cordero, el Mesías, para la salvación de toda la humanidad.

 

 

 

Las Seis Ascensiones de Moisés

 

 

Todo este ejercicio sirve para enseñarnos sobre los sacrificios y la dedicación que se requiere para alcanzar el Reino de Dios.

 

 

Las tres primeras ascensiones sirvieron como preparación para la entrega de la ley.

 

 

 

Luna Nueva del Tercer Mes

o Sivan 1

Éxodo 19:3 – 6

Éxodo 19:7 - 8

 

Ascenso 1°

 

Moisés subió para estar con Dios y el Señor le dijo a él. “Así dirás a los hijos de Israel: "Vosotros visteis lo que hice con los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águila… si dais oído a mi voz y guardáis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos... Vosotros me seréis un reino de sacerdotes y gente santa. Éstas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.” Moisés hizo todo lo que el Señor le ordenó. 

Dios ofreció Su promesa de alianza.

 

Entre Sivan 1 – 6

 

Éxodo 19:8 – 13

Éxodo 19:14 - 19

Ascenso 2°

 

Moisés regresó y dijo al pueblo las palabras del Señor. Dijeron que ellos obedecerían todo lo que el Señor les había ordenado. El Señor dijo a Moisés: “Baja y santifica al pueblo. Bajaré donde ellos, estén preparados para el tercer día, laven sus vestimentas, pon los límites para que ellos no crucen y mueran… Al tercer día, el Señor bajó al Sinaí en una nube con fuego y una resonar de trompetas que se ponía cada vez más fuerte y más. Moisés habló y el Señor le contestó con una voz. Así Dios dio las bases de la Ley de forma verbal a Moisés y el Pacto fue aceptado por el Pueblo cuando se le dijo cuál era.

 

Entre Sivan 1 - 6

 

Éxodo 19:20 – 25

Éxodo 19:25

Éxodo 20:1-23:33

 

Ascenso 3°

 

El Señor llamó de la cima de la montaña, "Sube Moisés". Moisés subió, y el Señor dijo, "Baja y dile a la gente, que si traspasan los límites, ellos perecerán".  Nuevamente, el Señor dijo a Moisés, baja, y luego tú y Aarón vuelvan a subir, pero dile a los sacerdotes y al pueblo que se queden. El Señor le entregó los Diez Mandamientos y le dio los juicios y ordenanzas a Moisés. La gente oyó el tronar y el sonido de las trompetas. Vieron los relámpagos, se mantuvieron de pie muy lejos, y tuvieron miedo.

Moisés entonces descendió y dijo a la gente que no tenga miedo pues esto había sido hecho para que teman y no pequen. Los primeros elementos de la ley fueron puestos por escrito en este momento.

 

 

 

 

 

Ascenso en el 20 de Sivan

Descenso al principio de Tammuz

 

 

Éxodo 24:9 hasta

Éxodo 32:14

Éxodo 32:15 – 30

Deuteronomio 24:6

 

Ascenso 4°

 

El Señor dijo a Moisés que suba con Nadab y Abihu y con los setenta ancianos y que adoren guardando cierta distancia. Sólo Moisés podría acercarse al Señor. Moisés entonces redujo más los elementos de la ley que él había puesto por escrito en ese momento. Luego construyó el altar del Señor y designó los doce pilares, según las tribus de Israel; también seleccionó a los hombres jóvenes de las doce tribus para ofrecer el sacrificio. Moisés, Aarón y los otros setenta y dos ancianos de Israel subieron, vieron, comieron y bebieron con el Señor, el Elohim de Israel (ref. Deut. 32:8). Yahovah entonces dijo, “Moisés sube. Te entregaré tablas de piedra, y la ley y los mandamientos que he escrito de modo que puedas enseñarlos” (Ex. 24:12). Una nube cubrió el monte por seis días; durante el séptimo día, Yahovah llamó a Moisés desde la Nube, que era como un fuego devorador para la gente de Israel. Durante 40 días y noches sobre la montaña, Yahovah de Israel habló sobre muchos detalles de quién y cómo ungir, sobre la conducta de los sacrificios, sobre los Sábados y dio órdenes exactas de cómo construir el tabernáculo y el arca y su cubierta, cómo hacer la vestimenta sacerdotal, y muchos otros detalles. Pero la gente se cansó de esperar y pecaron. Obligaron a que Aarón hiciera el Becerro de Oro y se comportaron según sus ritos lujuriosos. Cuando Moisés bajó de la montaña, estaba tan enojado por el Becerro de Oro que rompió las tablas de piedra.

Moisés había ayunado durante 40 días, sin embargo, el pueblo violó la ley. Entonces Moisés rompió las tablas, simbolizando el rompimiento del pacto. Entonces se paró a la entrada y dijo quienquiera que es del Señor que venga conmigo y mató a 3000 de los rebeldes. El becerro fue reducido a polvo, que fue esparcido sobre el agua.

 

 

Ascenso 5° probablemente en el Quinto Mes llamado Tammuz

 

 

Éxodo 32:31 - 33

Éxodo 32:34 -

Éxodo 34:3

 

Ascenso 5°

 

Moisés volvió a la Montaña para pedir por el perdón del pecado de idolatría al Becerro de Oro. Moisés pidió a Dios que los perdone o sino que lo saque del Libro. Moisés bajó y condujo a la gente donde Dios le dijo. Hubo una plaga debido al becerro. El tabernáculo fue colocado fuera del campamento. El Señor descendió y le habló a Moisés. Le dijo a Moisés que la gente debía ser separada. Dios había dicho que Él mostraría “mi presencia” quien lo dirigiría a él y a la gente de Israel a sus posesiones. Él dijo a Moisés que esculpa otro juego de tablas, y que venga solo a la Montaña. Nadie más (ni sus bandadas) debía estar en el Monte.

 

 

Mes de

Ab & Elul

 

Éxodo 34:4 – 28

Éxodo 34:29 - 35

 

Ascenso 6°

 

Moisés llevó el segundo juego de tablas a la Montaña. Allí, alabó y pidió perdón a Dios por la gente. El Señor dijo a Moisés que no haga ninguna alianza con otras naciones; o sino serían atrapados por ellas y estarían implicados con estas naciones que creen en otros dioses. Los Días Santos se dan y se detallan en esta visita. Durante este segundo período de 40 días, a Moisés se le dio más sobre la ley. Él también tuvo una visión parcial de la Gloria del Señor. El Yahovah de la Presencia no podía ser visto en la plenitud de su estado glorificado pues sino esa persona moriría. A Moisés se le dijo que escribiera estas palabras de la ley que se le dio, pero los Diez Mandamientos fueron escritos con el dedo de Yahovah sobre las tablas de piedra. Sin embargo, toda la ley de la alianza fue dada por Yahovah de Israel a Moisés. Después, Moisés bajó de la Montaña y su cara brillaba por la exposición a la Gloria del Señor.

 

 

 

La Séptima y Fase Final

 

Finalización

Moisés fue capaz, con los seis ascensos, de prepararse y preparar a la gente de Israel para guardar las fiestas del Señor en el Séptimo Mes. Las Fiestas representan la reconciliación final de la humanidad con Dios.

 

 

 


Resposta  Mensagem 3 de 4 no assunto 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 21/11/2011 18:58

Mensaje del Rabino Ginsburgh
El Mes de Tamuz

Mensaje de Torá del
Rabino
ItzjakGinsburgh

La Aparición de Moisés En Cada Generación

El Zohar enseña que nuestro Maestro Moisés "aparece" en cada generación, y en cada una de ellas hay un único individuo que es su encarnación. El espíritu de Moisés emana a todo hombre sabio de la generación, y de él a todos los que viven en su época, iluminando el alma judía con la luz de las partes internas y ocultas de la Torá ("el 'alma' de la Torá"), confiriéndoles el poder del Conocimiento Supremo, el poder que le permite a uno conocer y aferrarse al que "Da la Torá", Di-s, Bendito Sea.

Luego de la entrega de la Torá, en el principio del mes de Sivan, Moisés ascendió al monte Sinaí, donde permaneció por "cuarenta días y cuarenta noches", hasta el diecisiete (tov - "bien" = 17) de Tamuz ( "no hay otro "bien" que la Torá" - Pirkei Abot 6:3).

Si no fuera por el pecado del becerro de oro (que se produjo como resultado de la decepción al imaginar que Moshé había muerto - Talmud Bavli, Shabbat 89a), hubiéramos sido meritorios de poder ver concretamente la esencial "benevolencia" de Di-s cada día (como es sabido que "Di-s es la esencia del 'bien'", "y por naturaleza, alguien que es bueno siempre desea hacer el bien").

Ese mismo día se dió testimonio de la consumación de la entrega del verdadero "bien" al pueblo "bueno", o como afirman los sabios: "Deja que el "bueno" (Moisés) venga y reciba el "bien" (Torá) de parte de "El Bueno" (Di-s), para el pueblo "bueno" (Israel), Talmud Bavli, Menajot 53b).

 

La Cadena de Transmisión de la Torá

Esos 40 días que Moisés permaneció en el monte (en un estado que trasciende el tiempo tal como es conocido en este plano terrenal... "Él no comió pan ni tomó agua" - Exodo 34:28), comparable a las 40 generaciones de la transmisión de la Torá desde Moisés, nuestro Maestro, (quien recibió la Torá Escrita [en forma completa, y también la revelación inicial de la Torá Oral]), hasta Rav Ashi (en cuya generación y a través suyo fue plasmada la Torá Oral) como fue aclarado por Maimonides en la Introducción de su gran tratado legal Mishné Torá.

Moisés, nuestro Maestro, vivió en la 26o generación desde la Creación. 26 es también el equivalente numérico del Nombre de Di-s Havaiá, asociado con la Torá Escrita (el secreto de la sefirá de tiferet - "belleza", como está argumentado en Cabalá). Rav Ashi es la 65o generación (26 hasta Moisés incluido, más 39 generaciones hasta Rav Ashi). 65 es el equivalente numérico de otro Nombre central de Di-s: Adnut, el nombre asociado con la Torá Oral (el secreto de la sefirá de maljut, "reinado", "maljut es la boca, también llamada la Torá Oral" [Pataj Eliahu]). En lo concierniente a la unidad esencial de estos dos Nombres, le fue declarado a Moisés cuando Di-s Se reveló en la sarsa ardiente: Este es Mi Nombre (Havaiá, tal como se escribe, comparado con la Torá Escrita) por siempre, y este es Mi recuerdo (Adnut, tal como se pronuncia, comparado con la Torá Oral) de generación en generación" (Exodo 3:15).

Es enseñado en la cabalá: "El final está comprendido en el principio" (Sefer Ietzirá 1:6). Por cierto, Rav Ashi está insinuado en el principio de la Torá Escrita, la Torá de Moisés: las primeras cinco letras de la Torá, de la palabra Bereshit), son la permutación del nombre de Rav Ashi!

 

Evolución, Investir, Morar

La cadena generacional en la transmisión de la Torá, no debe ser vista como que se produce sólo a nivel de "desarrollo" y "evolución" (descripciones usadas para entender el "desencadenamiento de los mundos" durante el proceso de Creación). En todo proceso de desarrollo y evolución, el "final" del "nivel superior" está incluido en la "cabeza" o "principio" del "nivel inferior" (como la sucesión de eslabones en una cadena). El "final" del que influencia (el maestro), puede revelar enseñanzas (en forma oral) al receptor. Esta instrucción entra y es aprehendida por la "cabeza" del que recibe.

Sin embargo, la transmisión generacional de la Torá es mucho más que un simple proceso de desarrollo y evolución. Más exacto es verlo como que el maestro se "inviste" dentro del estudiante-receptor, algo similar al alma que se "inviste" dentro del cuerpo, con el fin de traerlo a la vida y darle continua existencia. No sólo el conocimiento revelado del maestro pasa al estudiante de una manera evolutiva, sino que también el alma del maestro "impregnada" en el estudiante, causa el despertar del poder intelectual de este, que luego fluye como un "inagotable manantial".

Más aún, y más esencial por cierto: desde una perspectiva más profunda, el Rebe (el Moisés de cada generación) y el discípulo son verdaderamente "uno" completamente unificados. Este nivel de revelación es el secreto del "morar" Divino a través de la aceptación de la Torá en cada generación. El nombre hebreo Moisés, es un acrónimo de "lo que fue, es lo que será" (Eclesiastes 1:9). "Moisés es Verdad y su Torá es Verdad" (Midrash Tanjuma, Koraj 11), y como es sabido, la Verdad es una cualidad eterna e indestructible. Cuando Di-s llama: "Moisés Moisés" (Exodo 3:4), notamos que no hay ninguna nota de entonación que indique un corte o pausa entre los dos "Moisés". Ambos, Moisés y la Torá, participan de lo eterno, de lo inquebrantable, porque ambos reflejan la Verdad.

Durante los 40 Días desde la entrega de la Torá hasta el diecisiete (tov) de Tamuz, Moisés (y a través de él toda alma judía) recibió iluminación desde la Morada Divina. Esta inspiración Divina fue otorgada en la entrega de la Torá a Moisés, y por eso -y en cada generación hasta la llegada del Mashiaj- "Moisés es el primer redentor, y es el redentor final". El pecado del becerro de oro, fue causado por una falta de conciencia de este secreto. El avanzado nivel de percepción de Moisés en la montaña (behar es similar a la palabra behirut, denotando un entendimiento claro y cristalino) no trajo al pueblo judío a un nivel similar de conciencia Divina. Por eso, después del pecado, le es dicho a Moisés: "Ve abajo (de la montaña)", para conducir al pueblo judío hacia una percepción conciente de que en su interior mora algo Divino.

Para aquel que alcanza esta percepción Divina (y consecuentemente rectifica el pecado del becerro de oro, la falsa ilusión de que "Moisés murió" como fue dicho arriba), Moisés vive eternamente -un alma dentro del cuerpo- "Porque la tierra (el cuerpo) estará llena del conocimiento de Di-s (el alma de Moisés) como las aguas ("Yo lo saqué de las aguas" - Exodo 2:10) cubren el lecho del mar" (Isaias 11:9).


Resposta  Mensagem 4 de 4 no assunto 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 13/12/2011 20:15


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