Dios no es uno de esos padres excesivamente condescendientes y poco sabios que conspiran con los tontos de la tierra para ocultar la ruina moral de sus hijos imprudentes, y que de esta manera en forma cierta y directa contribuyen a la delincuencia y a la desmoralización temprana de sus propios vástagos.
Libro de Urantia. Pág. 1653
La ira es un sentimiento destructivo y desenfrenado porque es la prima hermana del miedo, si bien la ira toma la delantera en el sentido de enfrentar la situación y eliminar el peligro, el miedo tiende a evitar una situación que se considera peligrosa y crea inseguridad. Ella no siempre se presenta con gritos o actos exteriores, a veces se disfraza como burla, sarcasmo observaciones críticas negativas, muestras de desprecio, desvalorización, acoso moral hacia la otra persona y también en fantasías nocivas o destructivas, al pensar en las agresiones que le haríamos a quien ha procado nuestra ira.
La ira es un sentimiento destructivo, no solamente para quien la recibe, sino principalmente para quién la siente, porque como está tan fuera de su centro emocional, es capaz de cualquier cosa, impulsada por un sentimiento que supera al raciocinio, realmente la ira es "como una piedra arrojada a un nido de avispas."557
En cambio el enojo, es una emoción mucho más baja y es más fácil de controlar con criterio, como una herramienta para enseñar a otros nuestra molestia ante una acción que nos parece inadecuada. Como por ejemplo la reacción que tuvo Jesús ante los mercaderes del templo en donde "se revela la actitud del Maestro hacia la comercialización de las prácticas de la religión, así como también el hecho de que detestaba toda forma de injusticia y aprovechamiento a expensas de los pobres y de los ignorantes. Este episodio también demuestra que Jesús no consideraba con aprobación la actitud de no emplear la fuerza cuando se trataba de proteger a una mayoría de determinado grupo humano contra las prácticas injustas y esclavizantes de una minoría injusta, posiblemente afianzada en el poder político, financiero o eclesiástico. No se debe permitir a los hombres astutos, malvados e intrigantes que se organicen para la explotación y opresión de los que, debido a su idealismo, no están dispuestos a recurrir a la fuerza para protegerse ni para fomentar sus proyectos laudables de vida."1891
En repetidas ocasiones también en tono duro reprochó a los fariseos, diciéndoles: "¿Acaso no comprendéis, hombres necios, que el Dios del cielo ve tanto los motivos íntimos del alma así como vuestras pretensiones exteriores y vuestras manifestaciones de devoción? No creáis que dar limosnas y pagar diezmos os limpia de injusticias y os permite aparecer puros en la presencia del Juez de todos los hombres. ¡Ay de vosotros fariseos que habéis persistido en rechazar la luz de la vida! Sois meticulosos en pagar el diezmo y ostentosos en dar limosna, pero a sabiendas rechazáis la visitación de Dios y negáis la revelación de su amor. Aunque esté bien para vosotros prestar atención a estos deberes menores, no deberíais haber dejado sin hacer esos requisitos más importantes. ¡Ay de los que ignoran la justicia, desdeñan la misericordia y rechazan la verdad! ¡Ay de todos los que desprecian la revelación del Padre mientras buscan los asientos principales en la sinagoga y anhelan el saludo halagador en el mercado!"1826
A veces es más fácil el guardar silencio que el demostrar nuestro enojo, pero esto sólo perjudica nuestra salud, especialmente a la presión y al colón, porque es una emoción que no hemos superado o transmutado sino que hemos reprimido. Es mucho más sano el enojarnos en forma consciente, a sabiendas que debemos manifestar nuestra desaprobación pero haciéndolo de manera mesurada y con el tono de voz adecuado, porque hay palabras que duelen más que el castigo físico.
No denunciar lo que está mal es cobardía y al hacerlo nos hacemos cómplices del mal. Debemos ser mansos pero no mensos como dicen los mexicanos." Jesús exigía que sus seguidores reaccionaran positiva y enérgicamente en toda situación de la vida. El acto de volver la otra mejilla, o lo que esa acción pudiera tipificar, exige iniciativa, requiere una expresión vigorosa, activa y valiente de la personalidad del creyente. El no apoyaba una práctica de sumisión a las indignidades de los que pudieran buscar a sabiendas aprovechar de los que practican la no-resistencia contra el mal, sino más bien, deseaba que sus seguidores fueran sabios y estuvieran alertas para reaccionar rápida y positivamente con el bien frente al mal, con el objeto de conquistar eficazmente el mal con el bien. No olvidéis que el bien verdadero es invariablemente más poderoso que el mal más maligno."1770
La mejor manera de combatir tanto la ira como el enojo es poniendo en práctica la empatía hacia quienes nos provocan esas emociones y sentimientos, porque "una vez que entiendas a tu prójimo, te volverás tolerante y esta tolerancia crecerá en comprensión y madurará en amor"1098
yolanda silva solano