MARCOS CAP. 8
Marcos cap. 8: v 1 al v 10.
En esos días estuvo otra vez con muchísima gente, y sin nada que comer; Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
Sus discípulos le contestaron: <¿De dónde podríamos sacar en esta soledad el pan que necesitan?> El les preguntó: <¿Cuántos panes tienen?> Respondieron: . Entonces él mandó a la gente que se sentara en el suelo y, tomando los siete panes, dio gracias, los partió y empezó a darlos a sus discípulos para que los repartieran, y ellos se los sirvieron a la gente. Tenían además unos pescaditos; Jesús pronunció la bendición y mandó que también los repartieran.
Todos comieron hasta saciarse, y de los pedazos que sobraron recogieron siete cestos. Unas cuatro mil personas habían comido. Luego Jesús los despidió. En seguida subió a la barca con sus discípulos y fue a la tierra de Dalmanuta.
ENSAYO
Ahora estamos conociendo que el discernimiento en forma espiritual, es sustancialmente diferente al razonamiento humano tradicional que ve en este evento algo maravilloso porque es un verdadero milagro que con sólo siete panes y algunos pescaditos hayan sido alimentados cuatro mil hombres, y por si eso fuera poco, se recogió un sobrante de siete canastos, lo que habla abundantemente del poder de Dios.
Pero el discernimiento espiritual nos llevará más allá de lo que otros ven. Meditemos: podemos observar que los discípulos de Jesús se olvidaron del primer milagro de la multiplicación de los panes con los que se alimentaron cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y a los niños, y que se recogieron doce canastos de sobrante. Esto se volvió a repetir para reafirmar en nuestra mente, que la encomienda a la que Jesús fue enviado para alimentar con su enseñanza al pueblo judío, es tan abundante y generosa, que ha sobrado lo suficiente para alimentar a todos los pueblos de la tierra, para que todo el que quiera recibir y deleitarse con este alimento, tenga una nueva vida delante de Dios para disfrutar de su Reino en abundancia en este mundo y la vida eterna en el mundo venidero, porque serán liberados de las cadenas que los tiene aprisionados en este mundo material y materialista, por lo que, al ir conociendo la verdadera dimensión espiritual de la enseñanza de Jesús, todos alcanzaremos esa libertad y seremos realmente libres, libres para disfrutar a plenitud del Reino de Dios en este mundo.