María (en árabe: مريم, romanizado: Maryam), la madre de Jesús (Isa), ocupa un lugar singularmente exaltado en el islam como la única mujer nombrada en el Corán, que se refiere a ella setenta veces y la identifica explícitamente como la más grande de todas las mujeres,234 declarando, en referencia a la salutación angélica durante la anunciación: Oh María, Dios te ha escogido y te ha purificado; te ha escogido por encima de todas las mujeres de la creación.5 En el Corán, su historia está relatada en tres capítulos de la Meca (19, 21, 23) y cuatro capítulos de Medina (3, 4, 5, 66), y el decimonoveno capítulo de la Escritura, titulado «María» (Surat Maryam), lleva su nombre. El Corán se refiere a María más a menudo que el Nuevo Testamento.6
Según el Corán, la gracia divina rodeó a María desde su nacimiento y, como mujer joven, recibió un mensaje de Dios a través del arcángel Gabriel de que Dios la había elegido, la había purificado y la había preferido por encima de todas las «mujeres de los mundos».7 Este acontecimiento, según la misma narrativa, fue seguido de la anunciación de un niño que había de ser concebido milagrosamente por ella mediante la intervención del espíritu divino cuando aún era virgen, cuyo nombre sería Jesús (Isa) y que sería el ungido, el Mesías Prometido. Como tal, la creencia islámica ortodoxa ha defendido «el principio del nacimiento virginal de Jesús»,7 y aunque los pensadores islámicos clásicos nunca se detuvieron en la cuestión de la virginidad perpetua de María en gran medida,7 en el islam tradicional se acordó generalmente que María permaneció virgen a lo largo de toda su vida, y la mención del Corán de la purificación de María «del contacto con los hombres» implicaba la virginidad perpetua en las mentes de muchos de los padres islámicos más prominentes.8
El Corán llama a María «la hija de Imran»9 y menciona que la gente la llamaba «hermana de Aarón».10 Su madre, mencionada en el Corán solo como la esposa de Imran, oró por un niño y finalmente concibió.11 Según al-Tabari, la madre de María se llamaba Ana, e Imrán, su marido, murió antes de que el niño naciera.12 Esperando que el niño fuera varón, Ana se comprometió a dedicarlo al aislamiento y al servicio en el Templo.11 Sin embargo, Ana dio a luz a una hija y la llamó María.131415
María es mencionada frecuentemente en el Corán,16 y su narración ocurre consistentemente desde los primeros capítulos, revelados en La Meca, hasta los últimos versículos, revelados en Medina.
El nacimiento de María está narrado en el Corán con referencias tanto a su padre como a su madre. El padre de María se llamaba Imran. Es el equivalente de Joaquín en la tradición cristiana. Su madre, según al-Tabari, se llamaba Hannah,12 que es el mismo nombre que en la tradición cristiana, Santa Ana. La literatura musulmana narra que Imran y su esposa eran viejos y no tenían hijos y que, un día, la visión de un pájaro en un árbol alimentando a sus crías despertó el deseo de Ana de tener un hijo. Rezó a Dios para que cumpliera su deseo17 y juró, si su oración era aceptada, que su hijo se dedicaría al servicio de Dios.
A diferencia del concepto católico de la Inmaculada Concepción, el relato coránico del nacimiento de María no afirma una Inmaculada Concepción exclusivamente para María y su nacimiento puro se entiende independientemente de la doctrina del pecado original, o una falta hereditaria en los seres humanos, como se encuentra en el cristianismo ortodoxo. No existe tal doctrina en el islam.1819
El bisnieto de Mahoma, Ya'far al-Sadiq, describe el nacimiento de María en detalle. Según una narración, Alá le informa a Imran que le concederá un niño que curará a los ciegos y leprosos y resucitará a los muertos con el permiso de Alá. Cuando Imran le transmite la información a su esposa, Hannah, ella pensó que iba a concebir un hijo. Cuando dio a luz a María, dijo: ¡Oh, Señor mío! En verdad he dado a luz a una hembra, y el macho no es como la hembra, porque una hembra no será profeta, a lo que Alá respondió: Y Alá sabe mejor lo que ha dado a luz"[3,36]. Cuando le concedió a María a Jesús, se cumplió la promesa a Imran.20
El Corán no señala específicamente el hecho de que María vivió y creció en un templo como la palabra miḥ'rāb en Sura 3:36 en su significado literal se refiere a una cámara privada2122 o una cámara de oración pública/privada.23 La idea definitiva de María de crecer en un templo deriva de la literatura externa (ver la narración a continuación por Ya'far al-Sadiq). Fue puesta bajo el cuidado del profeta Zacarías, esposo de la hermana de Ana y tío materno y cuidador de María.20: 16 Todas las veces que Zacarías entraba en la cámara de oración de María, la encontraba provista de comida24 y le preguntaba de dónde la recibía, a lo cual le respondía que Dios le proporcionaba a quien Él deseaba. Los estudiosos han debatido si esto se refiere a la comida milagrosa que María recibió de Dios o si se trataba de comida normal. Los que están a favor del punto de vista anterior afirman que tenía que ser un alimento milagroso, ya que Zacarías siendo profeta, habría sabido que Dios es el proveedor de todo el sustento y por lo tanto no habría cuestionado a María, si fuera un alimento normal.
El imán Ya'far al-Sadiq narra que cuando Maryam crecía, entraba en el mihrab y se ponía una cubierta para que nadie la viera. Zacarías fue al mihrab y descubrió que tenía fruta de verano en el invierno y fruta de invierno en el verano. Preguntó: «¿De dónde viene esto?» Ella dijo: «Es de Alah. En efecto, Alah provee a quien Él quiere sin tener en cuenta»[3:37]20: 16–17
El nacimiento virginal de Jesús es supremamente importante en el islam, como uno de los milagros más importantes de Dios, la primera mención explícita de una anunciación que presagia el nacimiento de Jesús es en el sura 19 (Maryam), ayah 20 donde María le pregunta a Gabriel (Yibril), cómo será capaz de concebir cuando ningún hombre la haya tocado. La respuesta de Gabriel asegura a María que para Dios todo es fácil y que el nacimiento virginal de Jesús será un signo para la humanidad.25 El nacimiento se menciona más tarde en el sura 66 (At-Tahrim), ayah 12,26 donde el Corán afirma que María permaneció "pura", mientras que Dios permitió que una vida se formara en el vientre de María. Una tercera mención de la anunciación se encuentra en el sura 3 (Al-Imran), ayat 42-43, donde María también recibe la buena nueva de que ha sido elegida sobre todo por las mujeres de la creación.27
Los comentaristas del Corán comentan en el último versículo que María estaba tan cerca de una mujer perfecta como podía estarlo, y que estaba desprovista de casi todos sus defectos.28
Aunque el Islam honra a numerosas mujeres, incluyendo a Séfora, Agar, Sara, Asiya, Jadíyah, Fátimah, Aisha, Hafsa, muchos comentaristas29 siguieron este versículo en el sentido absoluto, y estuvieron de acuerdo en que María era la mujer más grande de todos los tiempos.28
Otros comentaristas, sin embargo, aunque sostienen que María era la «reina de los santos», interpretaron este versículo en el sentido de que María era la mujer más grande de aquel tiempo y que Fátima, Jadíyah y Asiya eran igualmente grandes.2830 Según la exégesis y la literatura, Gabriel se le apareció a María, que aún era joven, en forma de hombre bien hecho y con un «rostro resplandeciente» y le anunció el nacimiento de Jesús. Los detalles de la concepción no se discuten durante estas visitas angélicas, sino que en otras partes del Corán se afirma (sura 21, (Al-Anbiya), ayah 9131 y 66:1226) que Dios sopló «Su Espíritu» en María mientras ella permaneció virgen.3233
María agitando la palmera para las fechas, una leyenda derivada del Evangelio de Pseudo-Mateo.34
Según el Corán, María fue elegida dos veces por el Señor: ¡Oh María! Alah te ha elegido a ti y purificado y te ha elegido a ti por encima de las mujeres de los mundos[3:42]; y la primera elección fue su selección con las buenas nuevas dadas a Imran. La segunda fue que quedó embarazada sin un hombre, por lo que a este respecto, fue elegida por encima de todas las demás mujeres del mundo.20: 16
El Corán narra el nacimiento virginal de Jesús en numerosas ocasiones. En el sura 19 (Maryam), ayat 17-21,35 se da la anunciación, seguida del nacimiento de la virgen a su debido tiempo. En el islam, Jesús es llamado el "espíritu de Dios" porque fue a través de la acción del espíritu, pero esa creencia no incluye la doctrina de su preexistencia, como en el cristianismo.36 La sura 3, ayat 47 también apoya la virginidad de María, revelando que "ningún hombre la ha tocado".37 La sura 66:1226 afirma que Jesús nació cuando el espíritu de Dios sopló sobre María, cuyo cuerpo era casto.38
Según el Corán, la siguiente conversación tuvo lugar entre el ángel Gabriel y María cuando se le apareció en forma de hombre:
Y menciona, [O Muhammad], en el Libro [la historia de] María, cuando se retiró de su familia a un lugar hacia el este. Y ella tomó, en aislamiento de ellos, una pantalla. Entonces Nosotros, le enviamos a Nuestro Ángel, y él se representó a sí mismo ante ella como un hombre bien proporcionado. Ella dijo: "De cierto, me refugio en el Misericordioso de vosotros, si es que teméis a Alah". Él dijo: "Yo solo soy el mensajero de tu Señor para darte la noticia de un niño puro". Ella dijo: "¿Cómo voy a tener un hijo si nadie me ha tocado y yo no he sido descortés? Él dijo: "Así será; tu Señor dice: 'Me es fácil, y le haremos señal al pueblo y misericordia de nosotros'". Y es un asunto [ya] decretado."[19:16-21]
Cuando nació Jesús, Alá mantuvo su nacimiento en secreto y lo escondió: Y ella, [Maryam], lo concibió, y se retiró con él a un lugar remoto[19:22]. Zacarías y su tía vinieron a buscarla hasta que se encontraron con ella después de que ella lo liberara, le dijeron: Ojalá yo hubiera muerto antes de esto, y hubiera sido olvidado en el olvido (19:23), pero entonces Alá permitió que Jesús hablara y perdonara a su madre y manifestara su autoridad.20: 18
La narrativa del Corán sobre el nacimiento virginal es algo diferente de la del Nuevo Testamento. El Corán dice que cuando los dolores del parto llegaron a María, ella se agarró a una palmera cercana, en cuyo momento una voz vino de «debajo de la (palmera)» o «debajo de ella», que decía: No te apesadumbres, porque tu Señor te ha provisto de un riachuelo debajo de ti; "Y sacude hacia ti el tronco de la palmera.39 El Corán continúa describiendo que María prometió no hablar con ningún hombre ese día,40 como Dios hizo que Jesús, quien los musulmanes creen que habló en la cuna, realizara su primer milagro. El Corán continúa diciendo que María trajo a Jesús al templo, donde inmediatamente comenzó a ser burlada por todos los hombres, excluyendo a Zacarías, quien creía en el nacimiento de la virgen. Los israelitas le preguntaron a María cómo llegó a estar encinta cuando no estaba casada, y María le señaló al niño Jesús. Fue entonces cuando, según el Corán, el niño Jesús comenzó a hablar en la cuna y habló de su profecía por primera vez.41
Según el Imán Ya'far al-Sadiq, Jesús, el hijo de María, solía llorar intensamente cuando era niño, de modo que María estaba en estado de alerta con respecto a su profuso llanto. Él le dijo: "Toma un poco de la corteza de ese árbol, haz un tónico y dame de comer con él". Cuando lo bebió, lloró intensamente. María le dijo: ¿Qué clase de receta me diste? Él dijo: ¡Oh, madre mía! Conocimiento de la profecía y debilidad de la infancia.20: 23
María es una de las figuras más honradas de la teología islámica, la mayoría de los musulmanes la ven como una de las mujeres más justas que han vivido, y una minoría la ven como una verdadera profeta.42 Las mujeres musulmanas la ven como un ejemplo y se sabe que visitan tanto santuarios musulmanes como cristianos. La tradición musulmana, al igual que la cristiana, honra su memoria en Matariyyah, cerca de El Cairo, y en Jerusalén. Los musulmanes también visitan el Baño de María en Jerusalén, donde la tradición musulmana cuenta que María una vez se bañó, y este lugar fue visitado a veces por mujeres que buscaban una cura para la esterilidad.43 Algunas plantas también han recibido el nombre de María, como Maryammiah, que, como cuenta la tradición, adquirió su dulce aroma cuando María se limpió la frente con sus hojas. Otra planta es Kaff Maryam, Anastatica hierochuntica, que fue utilizada por algunas mujeres musulmanas para ayudar en el embarazo, y el agua de esta planta fue dada a las mujeres para beber mientras rezan.
La literatura islámica no cuenta muchos casos de la vida posterior de María, y su asunción no está presente en ningún registro islámico. Sin embargo, algunos eruditos musulmanes contemporáneos, como Martin Lings, aceptaron la asunción como un acontecimiento histórico de la vida de María.44 Uno de los acontecimientos menos conocidos que se registran en la literatura musulmana es el de María visitando Roma con Juan y Judas Tadeo, los discípulos (al-Hawāriyūn) de Jesús, durante el reinado de Nerón.45
Qānitah: María se llama así en sura 66:12.26 El término árabe implica el significado, no solo de la sumisión constante a Dios, sino también de la absorción en la oración y la invocación, significados que coinciden con la imagen de María pasando su infancia en el templo de la oración. De esta manera, María personifica la oración y la contemplación en el islam.
Siddiqah: La que confirma la verdad o la que tiene fe. María es llamada Siddiqah dos veces en el Corán (sura 5 (Al-Ma'ida), ayat 73-75 y 66:12)2646 El término también ha sido traducido, Ella que cree sinceramente completamente.
Sāŷidah La que se postra ante Dios en la adoración. El Corán dice: "¡Oh, María! Adorad piadosamente a vuestro Señor: postraos".47 Mientras estáis en Sujud, un musulmán debe alabar a Dios y glorificarle. En esta moción, que los musulmanes creen que deriva de la naturaleza mariana, las manos, las rodillas y la frente tocan juntos el suelo.
Rāki'ah: La que se inclina ante Dios en la adoración. El Corán dice: "¡Oh, María! Inclínate en oración con esos hombres, que se inclinan." El mandato fue repetido por los ángeles solo a María, según la opinión musulmana. Ruku' en la oración musulmana durante la oración se ha derivado de la práctica de María.
Mustafia: La elegida. El Corán dice: "¡Oh, María! Dios te ha escogido y purificado y te ha escogido sobre todas las mujeres de todas las naciones del mundo".48
Sa'imah: La que ayuna. Se dice que María ayuna medio año en algunas tradiciones musulmanas.
Muchos otros nombres de María se pueden encontrar en otros libros y colecciones religiosas. En Hadith, se la ha referido con nombres como Batul, Adhraa, Virgen Ascética, y Marhumah, Envuelta en la Misericordia de Dios.49
Se cree que María fue enterrada en la iglesia del Sepulcro de María, en el valle de Cedrón, al pie del Monte de los Olivos de Jerusalén. La iglesia cristiana del lugar ha sido destruida varias veces, pero la cripta ha permanecido intacta. El sitio está dirigido por la Iglesia Ortodoxa Griega de Jerusalén, que lo comparte con la Iglesia Apostólica Armenia. Se construyó un mihrab en el lugar para ayudar a los peregrinos musulmanes en la oración.
La Mezquita-Catedral de Córdoba,123 conocida eclesiásticamente como Catedral de Nuestra Señora de la Asunción4 y de forma popular como la Mezquita, es un edificio monumental religioso e histórico de la ciudad de Córdoba (España).
Se construyó como mezquita aljama en el año 784. La historia tradicional, ya mencionada por los cronistas musulmanes, sostenía que el edificio ocupaba el sitio de la basílica hispanorromana de San Vicente Mártir. Según este relato, los conquistadores musulmanes habían reclamado la basílica para su culto, reformándola y reutilizando algunos de sus materiales.5 Estudios arqueológicos posteriores6 ponen en duda esta historia tradicional que, sin embargo, es aceptada por otros arqueólogos.789
La mezquita fue objeto de ampliaciones durante el Emirato y el Califato de Córdoba. Llegó a cubrir un área de 23 400 metros cuadrados, con lo cual quedó como la segunda mezquita más grande del mundo en superficie, por detrás de la de La Meca, y solo superada en el siglo xvi por la Mezquita Azul (1588). El muro de la qibla no fue orientado hacia La Meca, sino 51.º grados hacia el sur, práctica habitual en las mezquitas de al-Ándalus.
Aunque el edificio funciona exclusivamente como templo cristiano, el nombre usado por el cabildo catedralicio y por el ayuntamiento de la ciudad es «Mezquita-Catedral de Córdoba».116 Esta anteposición de la palabra mezquita se debe a que es con mucho, el nombre más conocido del edificio, que suele ser mencionado como «Mezquita de Córdoba» o, especialmente para los cordobeses, sencillamente «La Mezquita». Además en otros idiomas también es conocida por la palabra española «Mezquita» sin traducir.17
A nivel más técnico, está inscrita en el registro de la propiedad como «Santa Iglesia Catedral de Córdoba».18 Debido a que en época islámica era la mezquita más grande de la ciudad (y la segunda del mundo) también es conocida como «Mezquita Aljama de Córdoba» o «Gran Mezquita de Córdoba»,19 en la que la expresión mezquita aljama se refiere a la función de mezquita principal que servía como punto de reunión de la ciudad andalusí.
On Mount Nightingale, near the ruins of Ephesus, is an old stone house. This single-story house is a shrine, called Meryemana Evi, translated as “the House of Mother Mary” in Turkish. It’s widely believed that this house is where St. John had cared for the Mother of God during her final years on Earth, that the Assumption took place there.
There is a fountain, and a wishing wall, just outside and below the house. Visitors commonly take water from the fountain, and leave their written petitions in one of the many crevices of the wishing wall (a pre-Islamic Turkish tradition). And yes, the nearby souvenir stand does take Visa.
I recently had the privilege of visiting Turkey.
Turkey is itself a very peculiar country, culturally far too European to be fully considered Middle Eastern, and far too Middle Eastern to be considered European, having lands that span both. Tattoos, considered to be haram (forbidden) in Islam, were a surprisingly common sight. The dress commonly found on the streets of more conservative cities, such as Konya, leave just as much to the imagination of any would-be gawkers as it would in countries such as neighboring Iran.
The adhan (Muslim call to prayer) blasts through the speakers of Istanbul’s beautiful mosques five times each day. Bars are easily spotted just around the corners, or down the streets, from a good number of those mosques. Popular beers such as Efes (which is quite decent) are indigenously brewed there. Raki, which I’d only recommend to someone who enjoys the taste of licorice, is Turkey’s national spirit. A mere glance at the laws and culture regarding booze reveals much about any Muslim country.
Officially, the Republic of Turkey is a secular state, ruling over a Muslim-majority population. Imams there are considered civil servants, educated and hired by the Directorate of Religious Affairs (called the Diyanet), which does much to curb potential radicalization of the population. Mustafa Kemal Ataturk, a military hero and founder the republic, who could hardly be considered any kind of religious figure, still retains demigod status throughout the land. And yet active leaders, from time to time, do resort to measures asserting Islamic identity, as illustrated by President Erdogan’s decision to revert the Hagia Sophia back into a mosque (Istanbul alone already had roughly 3,000 mosques!) in 2020, thus testing the bounds of the republic’s secular status.
The history of the land is very impressive, and also with a fair share of troubling episodes. The Christian heritage of Asia Minor, where several Apostles themselves had set foot, and of Constantinople, the historic center of Eastern Christianity, is very much astounding. Cappadocia, where volcanic rock formations reach up like hands trying to grasp the heavens, contains caves in which countless monks had sought seclusion throughout the ages.
Hardly any Christian monks, and only a small token population of Christians, live in Turkey today. Policies of forced repatriation, conversion, exile and also massacres, which occurred during the years of the Ottoman Empire’s collapse and the republic’s birth, finalized what remains the demographic situation today. The Christian heritage of Turkey today is largely the domain of curious archaeologists, historians, tourists and pilgrims.
For two weeks, I myself was numbered among the tourists, having had glimpses of life there. The people I’d met there were friendly, as were the stray dogs and cats that were kind enough to pose for many of the pictures I’d taken there. I’d gathered from seeing so many bald heads covered with blood-red dots, fresh hair plugs that is, that medical tourism thrives in Istanbul. But most importantly, my trip included a visit to the House of the Virgin Mary.
My tour group stayed for a night in Selçuk, the town containing the ruins of the Basilica of St. John, built over the traditional burial site of the Apostle himself. We’d gotten into the bus in the morning hours, and rode to Meryemana Evi. We were instructed along the way to remain respectfully silent while at the site. A large statue of Our Lady, crowned and with open hands, greeted us near the entrance.
We poured out of the bus and followed Dilek, our tour guide, along the stone path that led to the ancient house. As we stood there before the house, each with an earpiece so that Dilek wouldn’t need to raise her voice, she told us the very strange tale of Blessed Anne Catherine Emmerich and the finding of the house.
Emmerich, an invalid and stigmatist German nun, was said to have had many visions during the early 19th Century. These visions included glimpses of the Virgin Mary’s life on Earth. Emmerich claimed that St. John had taken Our Lady to live in a house near Ephesus, with descriptions even including the surrounding area’s topography, although she herself had never been to Asia Minor. These purported visions were written down by Clemens Brentano, a man who’d interviewed her, and published after Emmerich’s death in 1824. The Life of the Blessed Virgin Mary (1852) was among the books published.
In 1881 a French priest, having read The Life of the Blessed Virgin Mary, put Emmerich’s visions to the test. Father Julien Gouyet found a house which conformed to the descriptions, and obviously was in a state of disrepair, having used the book as a guide. Most people didn’t believe him. Most people have tremendous difficulty believing that our world can be as strange as it truly is.
A decade later Servant of God Marie de Mandat-Grancey, a French nun, had been working at a hospital relatively nearby in the city of Smyrna (now Izmir). She urged two Lazarist missionaries, Fathers Eugène Poulin and Henri Jung, to help her find that very same house. They did so in 1891, having used the same book as Gouyet for their guide.
Sister Marie, who’d come from a noble family, secured the purchase of the house. She also made sure that the mountain on which the house stood was purchased as well. For a Catholic nun to have done so in the Ottoman Empire was no easy task, but she was practical, as well as persistent. As Foundress of Mary’s House, a position given to her by the Church, she took up the task of restoring and preserving the site.
The House of the Virgin Mary remains under the Church’s care to this very day. Pope Leo XIII gave his blessing upon the house in 1896, and Pope St. John XXIII granted plenary indulgences upon it in 1961. Popes Paul VI (1967), St. John Paul II (1979) and Benedict XVI (2006) have each paid visits in the years since.
Our Church has documented countless miracles throughout the ages. A knowledgeable Catholic is easily familiar with cases of Marian apparitions, visions, stigmata, exorcisms, incorruptibility and a host of other anomalous occurrences that have been confirmed in the Church’s investigations. What impressed me the most about Dilek’s telling us of how Emmerich’s visions led to the House of the Virgin Mary’s finding was how matter-of-factly Dilek herself, a Muslim, had spoken it.
Her own conviction was enough to make me wonder: What role do the saints, and above all Our Lady, have in drawing Muslims closer to the Son of God?
The Mother of God is the true Ark, and also a bridge. She’s so many marvelous things all at once.
My time inside of the house itself was rather brief. The house has only three rooms. The Queen of Heaven would never have asked for a palace. A statue of Our Lady of Lourdes stands above an altar in the larger room. An atmosphere of peace permeates the very air.
After stepping out of the house, I briefly chatted with a Franciscan friar whom I’d found lingering outside, and mentioned to him that I myself was a Third Order Franciscan. Dilek overheard this. “Wait, you’re a priest?” she asked me.
I grinned while the friar kindly explained to her about Lay Orders.
I filled an empty bottle with the water from the fountain just below the house. I wrote down a petition on a piece of paper, and placed it in one of the wishing wall’s crevices. After that, I went on to purchase an icon and a scented rosary at the souvenir stand, which fortunately took Visa.
Dilek told us yet another story as we were leaving. In 2006 a fire destroyed nearly 3,000 acres of forest in the surrounding area. It continued to spread, until three sides of the Meryemana Evi were surrounded, and a burning tree had fallen on the roof. The house’s destruction appeared to be imminent. The flames had gotten to within a meter of the house, and then somehow ceased to go any nearer, as if being barred by Providence. The House of the Virgin Mary was spared from the destruction.
My tour group boarded the bus, and left to visit the nearby ruins of Ephesus. Included among them are the ruins of the Church of Mary, considered to be further circumstantial evidence (along with the Basilica of St. John’s ruins) that Our Lady had indeed resided in or around Ephesus during her final earthly years, rather than in Jerusalem.
Were the visions of Blessed Anne Catherine Emmerich true?
It’s alleged that Clemens Brentano himself took many liberties while editing the books reporting her visions. It’s rather difficult to discern which words were indeed Emmerich’s visions and which of them were his fabrications. Brentano’s questionable character and methods had even led to the delay (in 1928) of Emmerich’s cause for several decades (re-opened in 1973). Pope St. John Paul II ultimately beatified her in 2004, the same year that Mel Gibson’s The Passion of the Christ (which was heavily influenced by the works attributed to her) was released. Her beatification had been based upon her piety, rather than any writings associated with her.
Still, the rather strange circumstances which had led to this house’s finding are far too peculiar for anyone to just blithely dismiss as being among Brentano’s many fabrications. There are many fraudsters in the world, and yet miracles do still occur.
Whether Meryemana Evi is indeed the house in which Our Lady had lived has neither been declared, nor denied, by the Church. The Church, in her prudence, requires much evidence before declaring that any miracle took place, or that any person is indeed a saint, or that any site is indeed a holy place. Such a process protects us from taking the word of any Joe Schmo, who claims to have performed some miracle, more seriously than we ought to. And it’s because our Church’s prudence that we can know for certain that any recognized miracle, any canonized saint, and any recognized holy place, is indeed the real deal.
We may very well have to wait for several decades, or even centuries, until any formal declaration, either way, gets made. But in the meantime, the House of the Virgin Mary is visited by millions of Christian pilgrims, as well as many Muslims, each year. The facts and the rumors are still being sorted out. But a rumor alone, that the Mother of God may have set foot anywhere, is still enough to draw the faithful from all over the world. God fully knows the intentions of any pilgrim’s heart. And we know that no land which Our Lady has ever touched will ever escape her loving embrace.
A pilgrim places her prayer petition on the “wishing wall” at the House of the Virgin Mary in Turkey(Photo: GrooveZ)Copyright (c) 2018 GrooveZ/Shutterstock. No use without permission.
Zubair Simonson Zubair Simonson, O.F.S., is a convert who was raised Muslim. He grew up in Raleigh, North Carolina, and has also lived in New York. He received his B.A. at the University of Michigan, majoring in Political Science. He is a professed member of the Secular Franciscan Order. He is a contributing author for the website the Catholic Gentleman. The story of his conversion was included in the book My Name is Lazarus, published by the American Chesterton Society. He has several books available on Kindle, including The Rose: A Meditation, a narrative guide through the mysteries of the Rosary, and Stars and Stooges: A Christmas Tale, a humorous take on the three wise men. His website is zubairsimonson.com. Follow on Twitter at @ZubairSimonson.
In a vigesimal place system, twenty individual numerals (or digit symbols) are used, ten more than in the decimal system. One modern method of finding the extra needed symbols is to write ten as the letter A, or A20 , where the 20 means base20, to write nineteen as J20, and the numbers between with the corresponding letters of the alphabet. This is similar to the common computer-science practice of writing hexadecimal numerals over 9 with the letters "A–F". Another less common method skips over the letter "I", in order to avoid confusion between I20 as eighteen and one, so that the number eighteen is written as J20, and nineteen is written as K20. The number twenty is written as 1020.
10020 is equivalent to four hundred in decimal = (1 × 202) + (0 × 201) + (0 × 200).
In the rest of this article below, numbers are expressed in decimal notation, unless specified otherwise. For example, 10 means ten, 20 means twenty. Numbers in vigesimal notation use the convention that I means eighteen and J means nineteen.
The prime factorization of twenty is 22 × 5, so it is not a perfect power. However, its squarefree part, 5, is congruent to 1 (mod 4). Thus, according to Artin's conjecture on primitive roots, vigesimal has infinitely many cyclic primes, but the fraction of primes that are cyclic is not necessarily ~37.395%. An UnrealScript program that computes the lengths of recurring periods of various fractions in a given set of bases found that, of the first 15,456 primes, ~39.344% are cyclic in vigesimal.
In several European languages like French and Danish, 20 is used as a base, at least with respect to the linguistic structure of the names of certain numbers (though a thoroughgoing consistent vigesimal system, based on the powers 20, 400, 8000 etc., is not generally used).
Many cultures that use a vigesimal system count in fives to twenty, then count twenties similarly. Such a system is referred to as quinary-vigesimal by linguists. Examples include Greenlandic, Iñupiaq, Kaktovik, Maya, Nunivak Cupʼig, and Yupʼik numerals.[1][2][3]
Vigesimal systems are common in Africa, for example in Yoruba.[4] While the Yoruba number system may be regarded as a vigesimal system, it is complex.[further explanation needed]
Twenty is a base in the Maya and Aztec number systems. The Maya use the following names for the powers of twenty: kal (20), bak (202 = 400), pic (203 = 8,000), calab (204 = 160,000), kinchil (205 = 3,200,000) and alau (206 = 64,000,000). See Maya numerals and Maya calendar, Nahuatl language.
The Inuit-Yupik-Unangax languages have base-20 number systems. In 1994, Inuit students in Kaktovik, Alaska, came up with the base-20 Kaktovik numerals to better represent their language. Before this invention led to a revival, the Inuit numerals had been falling out of use.[5] The Kaktovik numerals are:
Read and listen to Surah Maryam. The Surah was revealed in Mecca, ordered 19 in the Quran. The Surah title means "Mary" in English and consists of 98 ...
(19:16) (O Muhammad), recite in the Book the account of Mary,13 when she withdrew from her people to a place towards the east; · (19:17) and drew a curtain, ...
"And Salm (peace) be upon me the day I was born, and the day I die, and the day I shall be raised alive!" 34. Such is 'Iesa (Jesus), son of Maryam (Mary). (it ...
She said, "Indeed, I seek refuge in the Most Merciful from you, [so leave me], if you should be fearing of Allah ." 19:19. to top. 19:19. Sahih International.