Sandra Ann Lauer (Saarbrücken, 18 de mayo de 1962), conocida simplemente por el nombre artístico de Sandra, es una cantante pop alemana que dominó las listas europeas con dieciocho éxitos en el top 20 durante la segunda mitad de la década de 1980 y comienzos de la de 1990, y que lo hizo con la ayuda de su compañero musical y después marido Michael Cretu. Durante su breve cumbre de popularidad, vendió incluso más que Madonna en una serie de países de todo el mundo.
A comienzos de su carrera, de 1979 a 1984, era la vocalista principal del trío femenino de música disco Arabesque, con la que tuvo un seguimiento masivo en Japón y Rusia. Posteriormente, y como artista en solitario, tuvo su primer éxito internacional con el sencillo «(I'll Never Be) Maria Magdalena», en 1985, seguido por «In the Heat of the Night» ese mismo año. En 1986 lo fue con «Hi! Hi! Hi!», luego «Everlasting Love» en 1987, «Heaven Can Wait» en 1988 e «Hiroshima» en 1990. Sus álbumes más reconocidos fueron los de 1988 Into a Secret Land y 1992 Close to Seven.
Entre 1990 y 2001 prestó su voz en álbumes publicados por el proyecto musical de gran éxito Enigma, con los que llegó a alcanzar en alguna ocasión el top 10 en los Estados Unidos y Gran Bretaña.
Con un estilo único en su aguda voz, ha encabezado las listas de lugares tan lejanos como Egipto, Sudáfrica, Israel, Japón y Brasil, así como otros más cercanos como Suecia y Francia. Convertida en una estrella de culto con una base de fans devotos, siguió siendo una de las cantantes más recordadas de la década de 1980 en la Europa continental. Con ventas que superaron los treinta millones de discos en todo el mundo, Sandra se estableció como el mayor éxito alemán de una vocalista femenina en el género pop.
1962-1984: primeros años y Arabesque[editar · editar código]
Sandra Ann Lauer nació en la ciudad alemana de Saarbrücken, cerca de la frontera con Francia. Su padre, Robert, que era dueño de una tienda de vinos en Saarbrücken, era francés, y su madre, Karin, que trabajaba en una zapatería, era alemana. Sandra tenía también un hermano mayor, Gastón, que era parapléjico y que moriría en 1995. Sandra mostró un temprano interés por la música y el baile. Empezó a tomar clases de ballet clásico a los cinco años de edad, y las continuó por un tiempo de diez años. Cuando contó con diez años de edad, recibió una guitarra, con la cual tomó lecciones impartidas por un maestro de escuela.
En 1975, y a la edad de trece años, Sandra se fue a ver con su madre el Festival de Jóvenes Estrellas, una competición de talentos en Saarbrücken donde se buscaba nueva gente para incorporarla a la industria musical de Alemania. A pesar de que no era una de las competidoras, sino simplemente parte de la audiencia, y cuando ya todos los participantes habían terminado de realizar su actuación y el jurado aún estaba discutiendo los resultados, le dijo a su madre que tenía que ir el baño de mujeres, luego se levantó, caminó hacia el escenario, persuadió al dj para que pusiera una versión alemana de una canción popularizada por Olivia Newton-John, tomó el micrófono y comenzó a cantar. El reconocimiento obtenido por la improvisación le permitió conseguir grabar y publicar profesionalmente una canción titulada «Andy mein Freund». La canción infantil versaba sobre una niña que le cantaba a su querido perro mascota llamado Andy. Al sencillo, sin embargo, no le fue bien en las listas de éxito dominadas por la música disco, y Sandra no recibió más ofertas de grabación.
En 1979, ya con diecisiete años, Sandra se unió al grupo femenino de música disco Arabesque, que por entonces estaba integrado por Michaela Rose y Jasmine Vetter. Después de la incorporación, el grupo grabó su segundo álbum con Sandra mayormente de vocalista principal en los Europasound Studios de Offenbach. El estudio pertenecía al productor Frank Farian, el creador de Boney M. y, más tarde, de Milli Vanilli. Uno de los músicos que trabajaba allí era un teclista llamado Michael Cretu. Sandra y Michael descubrieron que celebraban su cumpleaños el mismo día, aunque se llevaban cinco años de diferencia, y se hicieron buenos amigos.
Con Arabesque comenzó una nueva etapa en la vida de Sandra. Por primera vez estuvo lejos de su familia, al presentarse en los escenarios y la televisión de países extranjeros, y dar entrevistas, reportajes fotográficos y estar actuando en los diversos conciertos del mundo. Arabesque se convirtió en un grupo exitoso, y Sandra, para su decimonoveno cumpleaños, se convirtió en toda una estrella. El trío fue particularmente famoso en Japón, y su vestuario extravagante y a veces atrevido, sus coreografías, y su música alegre, sugerían una buena alternativa a grupos contemporáneos como ABBA o Boney M. Lograron el éxito en varios países más y alcanzaron el top 10 en Alemania con el tema «Marigot Bay» en 1981. Después de nueve álbumes, las diferencias en sus gustos musicales y el fin de la popularidad de la música disco señalaron la separación final del grupo.
Sandra y Michael, ahora involucrados sentimentalmente, se mudaron a Múnich, donde Michael pronto creó su propio estudio de grabación llamado Data-Alpha, cuyo nombre había extraído de una de las canciones de su álbum solista Legionäre. Su primer sencillo juntos —él como productor de ella— fue «Japan ist weit», en 1984, una versión alemana de la canción de Alphaville «Big in Japan», y que era una forma apropiada para describir la fama que Sandra había cosechado hasta ese momento en Japón. Sin embargo, la canción fracasó en entrar en alguna de las listas musicales, y solo se logró vender ciento veinticinco copias del sencillo.[1]
1985-1992: en lo álgido de su carrera internacional[editar · editar código]
Sandra obtuvo un palpable éxito fuera de las fronteras alemanas en 1985 con la canción «(I'll Never Be) Maria Magdalena». El sencillo, grabado inicialmente al margen de cualquier álbum de estudio, lideró las listas en veintiún diferentes países,[2] y entró en el top 10 de otros cinco países más. En Suecia, «(I'll Never Be) Maria Magdalena» se mantuvo durante ocho semanas en el número 1.[3] Después del éxito, se grabó y publicó su primer álbum, The Long Play (1985), que alcanzó el número 12 en su país natal, y que también llegó al top 20 de otros países.
El siguiente sencillo, «In the Heat of the Night», continuó su éxito internacional: alcanzó el número 2 en Alemania[4] y el top 5 en Francia.[5] Para entonces, Sandra ya era aclamada como la «princesa del pop» en Europa. La canción le dio a la cantante asimismo el segundo lugar en el Festival de Música de Tokio celebrado en 1986. «Little Girl» fue su tercer sencillo en publicarse; para ello se filmó un vídeo musical enteramente en escenarios de Venecia.
Poco después del lanzamiento de The Long Play, Sandra se mudó por seis meses a Londres para recibir instrucciones de canto y tomar lecciones de percusión para tener mejor sentido del ritmo y el tempo, a la vez que se inscribía en una escuela de idiomas para mejorar su habilidad con el inglés. Durante los fines de semana, la cantante volvía a Múnich para trabajar en su nuevo álbum.
En este segundo álbum de estudio de Sandra, Mirrors (publicado en octubre de 1986), se reflejó el continuo desarrollo musical de su productor Michael Cretu, que siguió utilizando el talento como compositor y cantante del músico alemán Hubert Kemmler —líder de grupo Hubert Kah— para las canciones. El álbum se abría con la canción «Don't Cry (The Breakup of the World)», escrita en respuesta al accidente de Chernóbil de abril de 1986. «Innocent Love» fue el primero de los cuatro exitosos sencillos que se extraerían de Mirrors. Alcanzó el top 10 en Francia,[5] mientras que el segundo sencillo, «Hi! Hi! Hi!», alcanzaría el top 10 en su país natal, Alemania.[4] La balada pop «Loreen» fue el tercer sencillo en editarse, mientras que «Midnight Man» (con Michael Cretu acompañando vocalmente a la cantante y apareciendo en el vídeo musical) fue el cuarto y último en extraerse del álbum. El álbum Mirrors continuó el éxito que tuvo el disco precedente sobre toda Europa.
En 1987, dos años después de su espectacular debut, Sandra publicó el disco recopilatorio de grandes éxitos Ten on One (The Singles), un testimonio de lo rápido que fue su ascenso en poco tiempo hacia el estrellato. Acompañándolo, se editó también una colección de vídeos musicales de este álbum, donde Sandra daba a conocer también brevemente a sus seguidores parte de su vida privada y de su rutina diaria. En el álbum estaba su versión de «Everlasting Love», que era una de sus canciones favoritas desde pequeña, y que la llevó al número 5 de la lista musical alemana,[4] de manera que se convirtió en una de sus canciones más exitosas de toda su carrera. El vídeo mostraba a Sandra y a un modelo masculino representar a varias parejas de amantes a través de las diferentes épocas en que les había tocado vivir, entre las cuales estaban Adán y Eva, Bonnie y Clyde, Cleopatra y Marco Antonio, y una colorida pareja punk de los años 80. El segundo sencillo del álbum, «Stop for a Minute», se convirtió en otro top 10 alemán. Fue escrito especialmente para la serie criminal de la televisión alemana Tatort, donde se le halló a Sandra interpretando la canción en una escena de un club en uno de los episodios de la serie.
El 7 de enero de 1988, Sandra se casó con Michael Cretu, y ambos se trasladaron de Múnich a la isla española de Ibiza. Ese mismo año se pusieron a trabajar en el nuevo material de la cantante.
En 1988 Sandra y Michael publicaron el álbum Into a Secret Land, con el cual se alejarían de alguna manera del electro pop que les caracterizaban hacia un sonido más seductor y misterioso. Cuatro sencillos fueron extraídos de este álbum. El primer sencillo, «Heaven Can Wait», alcanzó otro éxito en el top 10 francés[5] y el número 12 en Alemania.[4] Fue acompañado de un vídeo musical ambientado en una playa mediterránea. La canción «Secret Land» —una versión del tema «Trenchcoat Man» del proyecto musical alemán de corta vida Fabrique—, se editó como segundo sencillo del álbum. Alcanzaría el top 10 en su país natal, Alemania.[4] El tercer sencillo, «We'll Be Together», fue otro top 10 alemán.[4] Esta canción, junto a «When the Rain Doesn't Come» (de su álbum Close to Seven) fueron los únicos temas escritos o coescritos por Sandra antes de la edición de su álbum The Art of Love en 2007. «Around My Heart», el cuarto sencillo en ser publicado, alcanzó el número 11 en Alemania.[4]
El equipo británico de productores musicales Stock Aitken Waterman intentaron sacar provecho del éxito del tema «Everlasting Love» en la Europa continental al remezclar y publicar la canción en 1988 para el mercado británico. Esta versión remezclada fue un éxito moderado en el Reino Unido (alcanzaría el número 45),[6] pero vendió muy bien en Suecia, las Filipinas y Sudáfrica.
Siendo partidaria de la defensa de los derechos de los animales y de la conservación de la naturaleza, Sandra participó en el proyecto Artists United for Nature en 1989. En la canción «Yes We Can» participaron, entre otros, Brian May, Harold Faltermeyer y Chaka Khan.
Sandra terminó la década de 1980 como una de las artistas femeninas más populares de Europa. En este punto era comúnmente conocida como la «princesa europea del pop» y rivalizaba con Madonna en términos de popularidad y top 10 conseguidos.
El álbum de Sandra Paintings in Yellow (publicado en marzo de 1990) le dio otro éxito en el top 10 con su sorprendente versión de «Hiroshima» de los Wishful Thinking. Elementos de las cinco partes constitutivas de la canción «The Journey» incluida en el álbum —y que fue particularmente evidente también en otros temas del disco—, adelantaron lo que iba a ser el sonido del proyecto musical Enigma. Frank Peterson, que era colaborador como «F. Gregorian» en Enigma, asumió el rol de compositor y arreglista de algunos de los temas de Paintings in Yellow junto a Michael Cretu. Su influencia era perfectamente audible en el álbum.
En el mismo año, la canción «Sadeness», de Enigma, se convirtió en un gran éxito en muchos países del mundo. Al principio nadie sabía quién se escondía tras el nombre de Enigma, pero los seguidores de Sandra identificaron rápidamente su voz, y la relacionaron enseguida con su marido Michael Cretu, responsable real de este proyecto musical. Al lograr entrar la canción en el top 10 de Estados Unidos, supuso para Sandra alcanzar un pequeño éxito en el mercado norteamericano, aunque fuera indirectamente a través de su colaboración vocal en el tema. Sandra interpretó «(Life May Be) a Big Insanity», segundo sencillo de su último álbum, en los World Music Awards de Montecarlo, cuando recibió el premio por Artista Alemana más Vendedora a finales de 1990. «One More Night» fue el tercer y último sencillo en extraerse de Paintings in Yellow.
Debido al éxito mundial de Enigma, hubo una pequeña interrupción en la carrera musical de Sandra, que duraría dos años hasta que fue publicado su siguiente álbum Close to Seven en 1992. En este álbum, la música tomó un derrotero hacia un estilo más meditativo y menos bailable. Sandra quería cambiar su imagen de ídolo para adolescentes y actuar para una audiencia más madura. Se convertiría en otro disco en alcanzar el top 10 en las listas alemanas. Las voces masculinas eran interpretadas por Andy Jonas, más conocido por Andy «Angel» Hart.
Aunque su primer sencillo del álbum, «Don't Be Aggressive», alcanzó en entrar en el top 20 europeo, el siguiente no logró repetir el mismo éxito. «I Need Love» fue el primer sencillo, después de «Japan ist weit», en fracasar en las listas musicales. Sin embargo, Sandra y Michael fueron reconocidos como la pareja casada más exitosa del año, y fueron premiados con el Golden Europe Award en 1992.
A finales de 1992 se publicó un nuevo álbum recopilatorio de la artista, titulado 18 Greatest Hits. Incluía una versión con nuevos arreglos musicales de la canción «Johnny Wanna Live», que acababa de ser editado también como sencillo. Esta canción ya había aparecido en una primera versión en el álbum de 1990 Paintings in Yellow. El tema, coescrito por Frank Peterson y más tarde rehecho por su entonces novia Sarah Brightman para su álbum Dive (1993), fue un alegato en contra del maltrato de los animales. El vídeo musical que lo acompañaba mostraba escenas impactantes de crueldad hacia ellos. En una entrevista en Suecia, Sandra explicó el origen de la canción citando su desaprobación en que la gente se vistiera con abrigos de piel de procedencia animal. El recopilatorio alcanzó el top 10 tanto en Alemania como en Francia, y fue galardonado con un disco de oro y uno de platino en esos países, respectivamente. La publicación de 18 Greatest Hits marcó el final del más exitoso periodo en la carrera como solista de Sandra.